Puede que el nombre de David Maisel no les suene a algunas personas, y que mucho menos lo relacionen directamente con el Universo Cinematográfico de Marvel, pero según él mismo ha asegurado recientemente, el "UCM no existiría" sin él.

Maisel fue presidente de Marvel Studios y también el arquitecto inicial de la saga tal y como la conocemos, aunque posteriormente fuese relevado por Kevin Feige -actual presidente de la compañía-.

De hecho, el nombre de Feige suele acompañar al de Marvel y, según Maisel, casi ha eclipsado el trabajo que hizo él antes de que llegara. "Es como un chasquido de Thanos", describió el propio Maisel.

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"La mayoría de la gente ahora piensa que Kevin comenzó el estudio", dijo Maisel. "No me conocen en absoluto". Sobre este tema, también coincidió John Turitzin, exasesor principal de Marvel Entertainment: "David ha sido eliminado de la historia del estudio, algo que realmente es extraño porque fue una creación suya".

Según recuerda el propio Maisel, allá por el verano de 2003, él todavía era agente de Endeavor y deseaba dirigir un estudio. "Fue entonces cuando pensé: 'Si puedo conseguir una película en la que pueda creer, y cada película después de esa es una secuela o una pseudo-secuela, donde aparecen los mismos personajes, entonces podrá continuar para siempre'", describió.

"Porque no son 30 películas nuevas. Es una película y 29 secuelas. Lo que llamamos un universo". Y así fue como se sentaron las bases del Universo Cinematográfico de Marvel.

El comienzo de todo

Maisel cuenta cómo voló a Florida para reunirse con Isaac "Ike" Perlmutter, que por aquel entonces era director ejecutivo de Marvel Entertainment, y que le gustó tanto la idea que le convirtió en presidente de Marvel Studios.

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Llegó a recaudar 525 millones de dólares en financiación gracias a Merrill Lynch para comenzar a construir el MCU, una iniciativa que comenzó como tal en el año 2008, con el estreno de Iron Man.

"Fue como un préstamo gratuito", opinó Maisel. "Vas a un casino y te quedas con las ganancias. No tienes que preocuparte si pierdes. La junta realmente no tuvo más remedio que aprobarme para hacer el nuevo Marvel Studios".

Usando un grupo de enfoque con niños, les preguntaron con qué juguete de Marvel querían jugar más. Pronto, Maisel y Marvel Studios descubrieron que el que más fans tenía era Iron Man.

Después, llamaron a Jon Favreau -conocido por aquel entonces como el director de Elf- para dirigir una película del superhéroe. Según Maisel, él fue una figura clave para que la junta directiva de Marvel aprobara la elección de Robert Downey Jr. para el papel principal.

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El carisma de Downey Jr. es único y pronto sería reconocido por interpretar a Iron Man, a partir de ese largometraje que además fue un éxito de crítica y taquilla en 2008. Y así fue como el sueño de Maisel comenzó a hacerse realidad y se afianzaron los cimientos de un recién inaugurado Universo Cinematográfico de Marvel.

Pero la junta de Marvel no estaba segura de querer elegir a Downey Jr. para el papel, teniendo en cuenta su reputación y que en abril de 1996 fue arrestado por posesión de heroína, cocaína y un arma descargada. De hecho, Downey Jr. estaba fuera de Hollywood en ese momento, y Marvel tenía pensadas otras opciones para el papel, como Timothy Olyphant (Viviendo sin límites).

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"Pensaron que estaba loco por poner el futuro de la compañía en manos de un adicto", dijo Maisel sin rodeos. "Pero les ayudé a entender lo bueno que era para el papel. Todos confiábamos en que estaba limpio y que se mantendría limpio", observó.

Más tarde, Maisel organizaría la venta de Marvel a Disney por 4.000 millones de dólares y renunciaría como presidente, dejando espacio para que Kevin Feige se convirtiera en la nueva cara del UCM.

Sin embargo, antes de marcharse participó como productor ejecutivo en todas las películas de la franquicia anteriores a Disney, incluyendo Iron Man, El increíble Hulk (2008), Iron Man 2 (2010), Thor (2011) y Capitán América: El primer vengador (2011).