Russell Crowe ha vuelto a echar la vista atrás para recordar Gladiator, donde pudo interpretar el que luego ha sido uno de sus papeles más icónicos. Y también ha confesado que estuvo a punto de rechazarlo porque pensó que el guion era "absoluta basura".
La película dirigida por Ridley Scott se estrenó en el año 2000 y fue todo un éxito de taquilla, con 503 millones de dólares a nivel mundial. También ganó el Oscar a Mejor película y fue el largometraje con el que Crowe también se llevó el de Mejor actor.
Situada en el año 180, cuando el Imperio Romano dominaba todo el mundo conocido, la película narra cómo tras una gran victoria sobre los bárbaros del norte, el anciano emperador Marco Aurelio (Richard Harris) decide transferir su poder a Máximo (Russell Crowe), bravo general de sus ejércitos y hombre de inquebrantable lealtad al imperio. Pero su hijo Cómodo (Joaquin Phoenix), que aspiraba al trono, no lo acepta y trata de asesinar a Máximo.
Referencias históricas confusas
En una entrevista con Vanity Fair, Crowe dijo que al entrar en el proyecto "confiaba en las habilidades que tenía como protagonista". Sin embargo, lo que le generaba desconfianza era el mundo de alrededor. "En el centro de lo que estábamos haciendo había un gran concepto, pero el guion era una basura, una absoluta basura. Y tenía todas esas secuencias extrañas", reconocía.
Crowe recordó que el guion original incluía escenas en las que los gladiadores montaban carros que promocionaban aceite de oliva, entre otros productos. Es cierto que el propósito de posicionar estas cosas estaba relacionado con los acuerdos de patrocinio a los que llegaban los gladiadores de verdad, pero Crowe creyó que añadir estos detalles podrían confundir a la audiencia.
"Todo eso es cierto, pero la audiencia moderna no lo entenderá del todo", expresó Crowe. "Van a decir, '¿Qué diablos es todo esto?' La energía en torno a lo que estábamos haciendo estaba muy fracturada. Pensé un par de veces, 'Tal vez mi mejor opción es subirme a un avión y salir de aquí'. Fueron las conversaciones con Ridley [Scott] las que me dieron fe", añadió.
Crowe siguió contando: "Me dijo en un momento: 'Amigo, no vamos a hacer nada frente a la cámara en lo que no creas al 100%'. Cuando comenzamos esa película, teníamos 21 páginas de guion acordadas. Un guion suele tener entre 103, 104 ó 110 páginas. Así que teníamos un largo camino por recorrer y básicamente usamos esas páginas en la primera sección de la película. Cuando llegamos a nuestra segunda ubicación, que era Marruecos, digamos que estábamos alcanzando el nivel requerido".
Una secuela en camino
Gladiator terminó siendo un gran éxito y Ridley Scott ya trabaja en la esperada secuela del largometraje, que estará protagonizado por el nominado al Oscar Paul Mescal (Normal People, Aftersun).
Mescal protagoniza la secuela como Lucius, el hijo de Lucilla (interpretado por Connie Nielsen en la película original). El actor irlandés interpretará a Lucius, el hijo de Lucilla (a la que daba vida Connie Nielsen en la película original).
Russell Crowe, que no estará en la nueva película, ya expresó que se siente "ligeramente celoso" al respecto. "Era mucho más joven, obviamente, y fue una gran experiencia en mi vida. Es algo que cambió mi vida, de verdad. Cambió la forma en la que la gente me veía a mí y lo que hago para ganarme la vida y he tenido mucha suerte de estar involucrado en muchas películas importantes, pero las piernas [que tengo] en esa película son increíbles".
"Estamos en 2023 e hicimos esa película en 1999. Te garantizo que, en algún lugar del mundo ahora, Gladiator se estará emitiendo en televisión. Y no siempre logras ese tipo de longevidad con cada película que haces, por lo que obviamente ocupa un lugar especial en mi corazón".