Que las cosas no le van nada bien a DC Comics y Warner Bros. ya no es noticia. Y que las franquicias de superhéroes están empezando a atravesar un gran bache en su paso por las taquillas de los cines, también.
¡Shazam! La furia de los dioses, en la que el estudio ha invertido 210 millones de dólares, solo ha recuadado 30,5 en el fin de semana de su estreno. Estas cifras suponen hasta un 40% menos de la recaudación de la primera parte en 2019 (53,5 millones de dólares). Aunque ocupó el primer puesto de la taquilla americana por encima de otras producciones ya estrenadas como Scream VI, Creed III o 65.
E internacionalmente, no es que le haya ido mucho mejor, donde ha recaudado otros 35 millones más. En China, uno de los principales mercados más allá de Estados Unidos, solo ha cosechado 4,4 millones de dólares en más de 21.000 salas. Es decir, menos de 210 dólares de media por pantalla. En España se ha tenido que conformar con un segudo puesto, por detrás de la comedia nacional Mari(dos).
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El estreno de la secuela de Shazam dirigida por David F. Sandberg también se queda muy lejos de la anterior película del Universo Cinematográfico de DC, Black Adam, a la que tampoco le fue demasiado bien. La película protagonizada por Dwayne Johnson, y que forma parte a su vez del universo de Shazam, recaudó 67 millones de dólares en su estreno y finalizó su recorrido con 392 en la taquilla global.
Aun así, ¡Shazam! La furia de los dioses no es el peor estreno de DC, cuyo ranking lideran Wonder Woman 1984 con 16 millones de dólares y El Escuadrón Suicida con 26. A pesar de que en DC ya vaticinaban la tragedia tras el estreno de Black Adam, los datos de este fin de semana son aún peores de los esperados y ya se habla de que la inversión en la película será irrecuperable.
Cambio de rumbo
Más allá de que la primera entrega de ¡Shazam! no fuera una de las películas de superhéroes más relevantes, uno de los principales motivos del desastre en taquilla de ¡Shazam! La furia de los dioses y que evidencian el claro desinterés de los espectadores por la película, es el limbo en el que la ha dejado atrapada Warner Bros. y DC Comics junto a la polémica The Flash (16 de junio) y Aquaman and The Lost Kingdom (22 de diciembre).
El pasado octubre se anunció que James Gunn, director de películas como Guardianes de la Galaxia o El escuadrón suicida, y Peter Safran, productor responsable del universo cinematográfico iniciado por Expediente Warren y Aquaman, habían sido escogidos para liderar el nuevo proyecto de DC Studios.
La misión de ambos será liderar un nuevo plan a 10 años y a imagen y semejanza del de Marvel Studios con Kevin Feige, en el que hagan borrón y cuenta nueva con todo lo construido hasta el momento por el Snyderverso. Solo con dos excepciones: la continuidad de el Joker de Todd Phillips y el The Batman de Matt Reeves.
Pocos alicientes podían encontrar los fans de DC en esta segunda parte de Shazam, donde no han funcionado las críticas ni el boca a oreja. Y donde ni siquiera DC les ha dejado el completismo con un personaje que tiene sentenciada su continuidad, mientras tiene la vista puesta en su nueva meta, Capítulo 1: Dioses y monstruos.
¿Fatiga de superhéroes?
Es la segunda vez en el último mes que una película de una franquicia de superhéroes cosecha un mal dato en taquilla tras Ant-Man y la Avispa: Quantumanía, que si bien cosechola película solo sumó 32,2 millones en su segundo fin de semana, marcando una brutal caída del 69% tras su debut.
Últimamente, el término "la fatiga de los superhéroes" es el nuevo concepto de moda en Hollywood, por encima del de "la burbuja de las series". Habrá que ver qué pasa con Guardianes de la Galaxia: Volumen 3, cuyo inminente estreno está fijado el 5 de mayo, y si es capaz de revertir esta tendencia negativa.