La actriz francesa Marion Cotillard ha asegurado hoy en rueda de prensa, unas horas antes de recibir en el palacio del Kursaal el primer Premio Donostia de la 69 edición del Festival de San Sebastián, que "la subordinación de la mujer es cada vez más insostenible".
"A partir del #metoo se ha liberado la palabra y asistimos a una verdadera revolución", ha dicho la actriz que además presenta en el certamen, en calidad de productora, el documental "Bigger than us", un viaje alrededor del mundo al encuentro de activistas que con apenas 20 años dedican su vida a defender causas como el feminismo, el medioambiente, los derechos humanos o la libertad de expresión.
Cotillard ha celebrado la creciente incorporación de mujeres a la dirección de cine porque "ayuda a cambiar la mirada", a "cuestionar el sistema patriarcal" y a "dejar de tolerar cosas que antes eran toleradas por una amplia mayoría de la población".
Ganadora del Oscar, del Globo de Oro y del Premio BAFTA por su interpretación de Édith Piaf en "La Môme/La Vie en Rose" de Olivier Dahan, la actriz ha recordado hoy cómo ese papel supuso un antes y un después en su carrera. "Me abrió las puertas del cine internacional, sobre todo el inglés y americano, mi generación creció con el cine americano, por lo que ser capaz de trabajar con tantos directores a los que admiro ayudó a que se ampliara el sueño de ser actriz", ha descrito.
Michael Mann, Christopher Nolan, Woody Allen, Steven Soderbergh, James Gray o Tim Burton son algunos de esos directores, pero también ha brillado en el cine francés de los hermanos Dardenne, Guillaume Canet -su pareja en la vida real-, Jacques Audiard, Xavier Dolan o Leos Carax, con quien acaba de estrenar el musical "Annette".
La imaginación es la llave para todo tipo de personajes, tuve la suerte de tener unos padres que nos dieron de niños un espacio de libertad para la imaginación
"Francia es un país de cine, ahí es donde nació, el cine está en el ADN cultural de nuestro país", ha explicado al ser preguntada por la clave del éxito del cine francés. "Tenemos una gran riqueza cinematográfica y también el apoyo del Gobierno, que es muy necesario", ha añadido. Por otro lado, considera que también forma parte de la identidad francesa "cuestionarlo todo" y que "el cine permite amplificar esa reflexión".
Sobre su manera de afrontar cada papel, ha confesado que le sigue generando mucha ansiedad hacerlo bien. "Cada vez que comienzo una película no sé si estaré a la altura, siempre siento esa presión". Dice confiar en la receta de combinar imaginación y observación: "La imaginación es la llave para todo tipo de personajes, tuve la suerte de tener unos padres que nos dieron de niños un espacio de libertad para la imaginación".
En cuanto a sus referentes, ha citado a Stephane Audran y sobre todo a Greta Garbo. "Greta Garbo era la actriz favorita de mi madre, veíamos sus películas juntas, ese femenino-masculino que ella encarnaba siempre me ha conmovido, me conmueven las personas que tienen ese equilibrio en sí de lo masculino y lo femenino, y creo que ese es el camino a la reconciliación entre hombres y mujeres", ha afirmado.