¿Qué pasaría si viviéramos en un mundo de hombres en el que todos pueden escuchar los pensamientos de los demás? ¿Y si un día aparece una mujer, la primera desde un misterioso incidente que acabó con todos los habitantes femeninos de la zona, y su ausencia de “ruido” provoca el caos en una comunidad donde no todo es tan pacífico como puede parecer a simple vista? Esa es la sugerente premisa de Chaos Walking, la película que ha reunido en la gran pantalla a dos de los mayores referentes de la generación Z: Tom Holland, el último Spider-Man del cine, y Daisy Ridley, la primera protagonista femenina de Star Wars. Este viernes llega a las salas de toda España la adaptación de la saga juvenil de Patrick Ness, un autor que ya había sido llevado al cine por el español J.A. Bayona en Un monstruo viene a verme.
Chaos Walking es la primera película que estrena la actriz inglesa después de despedirse de Rey, el personaje que cambió para siempre su vida y su carrera. La joven jedi deja paso a Viola, una chica que llega a un planeta desconocido con la esperanza de encontrar un nuevo hogar para su pueblo. Al aterrizar descubre que ha llegado a un lugar en el que los hombres no pueden silenciar sus pensamientos y las mujeres no existen.
“Soy una persona bastante honesta y no tengo pensamientos oscuros que mantener en secreto. Me daría más miedo escuchar los pensamientos de los demás, que la posibilidad de que los demás puedan oír los míos”, confiesa entre risas Ridley cuando le preguntan qué pasará si el mundo pudiera escuchar lo que pasa por su cabeza. “De verdad, no quiero saber lo que piensan los demás. Podemos hablar, me cuentas qué quieres y si no quieres contarme algo, no me lo cuentas. Y así está bien”.
“Lo que pasa antes de que empiece la película es horroroso, pero el espectador necesita ver qué efecto tiene en ese universo que aparezca un personaje como Viola. Su silencio presenta un contraste muy interesante con los hombres de la historia, que están perseguidos por el ruido”, explica la actriz en referencia al poderoso concepto sobre el que gira la novela de Ness, un recurso recreado visualmente con una especie de nube electromagnética de colores que aparece alrededor de los personajes. “Hablé con Doug y le pedí que me quitara algunas frases en el guion. Ahí descubrí que es algo que no pasa muy a menudo en esta industria”, ríe una actriz que todavía está buscando su lugar en Hollywood a pesar de haber sido durante cinco años la cara visible de la franquicia más famosa en la historia del cine.
¿Sería diferente Chaos Walking si los roles de género se invirtieran en la historia? “Adoro a los hombres y no tengo nada malo que decir de ellos simplemente porque sean hombres, pero creo que nosotras seríamos mejores gestionando algo así”, reconoce la inglesa cuando le preguntan por lo que pasaría si fueran las mujeres las que fueran incapaces de controlar sus pensamientos. “Esta es una historia sobre la comunicación y por cómo un trauma puede provocar que la gente acaba dejando de comunicarse”.
Ridley sabe perfectamente lo que es estar rodeada de hombres que no saben gestionar sus emociones. En sus películas en la saga galáctica, Kylo Ren era un villano que no era capaz de controlar lo que pasa en su cabeza. “No creo que las mujeres sean las únicas que no siempre están bien representadas en el cine. A los hombres muchas veces se les dice ‘no llores, ‘sé fuerte’, ‘compórtate como un hombre’... El subtexto que esconden esos mensajes es terrible. Me gusta que Chaos Walking muestre a unos hombres en crisis que son incapaces de esconderlo al mundo”, aclara la inglesa sobre el interesante discurso de la masculinidad que da una película que 100 millones de dólares que, más allá de su aventura con aura de wéstern, esconde reflexiones más interesantes de lo que puede parecer a simple vista.
“Creo que la película es una buena representación de las consecuencias que tiene la comunicación, para bien y para mal. Para mal lo vemos con ese hombre que controla a su pueblo con mentiras. Hay dos grandes enemigos en la historia, pero el más peligroso es el que no lo parece”, advierte Ridley. En el otro lado de la balanza está Todd, el joven que interpreta Tom Holland. “Es alguien que está dispuesto a replantearse todo lo que le han contado y no se deja dominar por el miedo, incluso si es difícil para él”.
Chaos Walking es la primera colaboración entre dos actores ingleses que, a pesar de su corta edad, conocen las consecuencias de ser la cara de una marca conocida mundialmente. “Creo que Tom y yo vivimos esta experiencia de forma muy distinta”, admite su compañera de reparto. “Yo siempre he estado rodeada de gente. Tom es Spider-Man en una película de Spider-Man. Aunque le acompañen Zendaya y Jacob Batalon, él es literalmente la cara de la franquicia. Tom es una persona muy famosa y la reacción que provoca en la gente es increíble. Me sorprende lo bien que se maneja y reacciona en ese tipo de situaciones. Se acercan a él continuamente y siempre es elegante y amable”.
Desde la primera vez que Rey cogió un sable láser en El despertar de la fuerza, la expresión “una mujer fuerte” ha perseguido a la actriz donde va. “Fuerte es una de esas palabras que se han usado tanto que ha perdido su significado”. Un año después de reivindicar durante una visita a RuPaul’s Drag Race que había mil formas de ser fuerte, la actriz matiza sus palabras. “Hay mucho más en ese espectro de los personajes femeninos, al igual que pasa con los hombres. No creo que sea exactamente reductivo decir que un personaje es fuerte, pero sí una mala interpretación cuando empieza a asociarse solo con mujeres físicamente fuertes o valientes”. A pesar de sus dudas, la actriz de 29 años celebra la evolución de la industria. “Me siento muy afortunada de interpretar con Rey y Viola a dos personajes que van por libre. Estoy encantada de que por fin estemos viendo todo tipo de mujeres en una pantalla”.
Star Wars ha quedado ya en el espejo retrovisor, pero la sombra de la jedi acompaña a una actriz que este año rodará The Marsh King's Daughter, en la que interpreta a una mujer que se venga del hombre que secuestró a su madre, y Women in the Castle, la historia de tres viudas de conspiradores involucrados en el intento de asesinato de Hitler que luchan con su pasado y la liberación de Alemania. “Siempre me resulta emocionante cuando alguien habla conmigo y me cuenta cómo sus hijos reaccionan a Rey. Es muy bonito ver cómo ha afectado a tanta gente de formas tan distintas. Me siento muy afortunada de haber formado parte de algo así”, reconoce antes de insistir en que ella es la cara del trabajo de mucha gente, desde los guionistas Michael Arndt y J. J. Abrams hasta el equipo de vestuario, maquillaje y peluquería que la convirtieron en la esperanza de la fuerza.
Han pasado tres años y medio desde que Doug Liman gritara “acción” por primera vez en el rodaje de Chaos Walking, una trilogía literaria que había provocado el interés de todos los grandes estudios de Hollywood después del éxito mundial de historias juveniles como Los Juegos del Hambre y Crepúsculo. Las apretadas agendas de su pareja protagonista, un retraso de todo un año por culpa del coronavirus y la costumbre del director de dejar gran parte del material de sus películas para rodar en una segunda instancia (un problema que ya le ha afectado en producciones previas como El caso Bourne) han hecho que el mundo vea en 2021 una producción que Ridley empezó a rodar antes que El ascenso de Skywalker.
“Como todos sabemos, nos ha costado algunos años llegar hasta aquí”, declara en referencia a la complicada producción de la película. “Es curioso que la película se vaya a estrenar al final de una larga cuarentena. Si vamos a continuar con la historia o no es algo que no depende de mí, pero si la gente responde bien a la película, no habría problema por mí”.
Los últimos rumores relacionados con la actriz apuntan a los cómics de Marvel. “El otro día me preguntaron por el casting de Spider-Woman y yo dije que me parecía genial el proyecto. Se acabó publicando que yo me ofrecía a hacer la película, que no es cierto”, aclara alguien que ya conoce el juego de Hollywood. “Si me ofrecen una historia interesante, estoy abierta a hacerla, pero no voy buscando proyectos grandes porque sí”. La última obsesión de Daisy Ridley, sin embargo, vuelve a venir del gigante Disney. “Acabo de terminar de ver Bruja Escarlata y Visión y me parece increíble lo que han hecho con la historia. Es muy interesante y diferente a lo que hemos visto antes”.