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El 3 de diciembre Netflix estrenaba en su plataforma el especial La primera tentación de Cristo, una película del colectivo de comedia brasileño Porta dos Fundos que hubiera pasado desapercibida para todo el mundo pero que sufrió el llamado efecto Streisand: criticar algo e intentar censurarlo para, finalmente, convertirlo en un fenómeno de masas consiguiendo el efecto contrario.

En España el efecto Streisand se creó porque la Asociación de Abogados Cristianos había presentado una denuncia al Juzgado de Guardia de Colmenar Viejo solicitando medidas cautelarísimas para que Netflix España retire de la plataforma la película. La organización opinaba que esta película comete un presunto delito contra los sentimientos religiosos, en la modalidad de escarnio y que “burla la imagen de Jesucristo, presentándole como si fuera inepto y homosexual”.

En Brasil, donde reside en grupo cómico, la polémica ha sido mayor, y se han lanzado cócteles molotov a la sede de Porta dos fundos, que se amparan en la libertad de expresión y creación, igual que Netflix, que ha respaldado a los creadores y se mantiene ajeno a otras medidas como el change creado por Hazte Oír que ya cuenta con más de 1,3 millones de firmas. Para la asociación, el filme muestra que “Jesucristo es un homosexual que tiene relaciones con el diablo, la Virgen María, una prostituta que mantiene relaciones sexuales con Dios Padre y los apóstoles, una pobre panda de alcohólicos…”.

Fotograma de la película.

Queda la dudad sobre si han visto realmente el especial en cuestión, mucho menos provocador e irreverente que lo que parece por las declaraciones hechas por estas organizaciones. Primero, porque a pesar de que la mayoría de noticias dicen que es una serie, se trata de una película. Segundo, porque su resultado se parece más a una versión (menos divertida) de La vida de Bryan. De hecho, todas estas reacciones lo que hacen es confirmar lo que siempre han opinado los Monthy Python, que actualmente su obra maestra no se podría realizar porque se les echarían al cuello.

La primera tentación de Cristo ya juega desde su título a la parodia, ya que versiona el título del filme de Scorsese - La última tentación de Cristo- que especulaba con cómo sería la vida de Jesucristo si no hubiera muerto en la cruz y hubiera podido tener una vida junto a María Magdalena. Al filme del director de El irlandés también le atacaron desde la Iglesia por ser, supuestamente, blasfemo.

Lo primero que hay que comentar es que en este especial de comedia la Virgen María no es una prostituta como se dice en estos ataques. Con lo que se hace humor es con que Jesús no sabe que Dios es su padre y se forma una comedia de enredos ya que se lo quieren decir en su 30 cumpleaños. María, además se ve en una especie de triángulo amoroso con su marido José, que siente celos de Dios por su poder y presencia, y este último, que sólo con su voz seduce a todo el mundo.

Fotograma del filme.

Especula con cómo serían estas situaciones en un contexto ‘realista’ y de comedia, y para ello sitúa la acción en este cumpleaños al que Jesús acude tras pasar 40 días en el desierto reflexionando. Allí están los Reyes Magos. Melchor acude con una prostituta que ha encontrado de camino -la única que aparece en todo el metraje- y cada vez llevan peores regalos y se quejan de que José es un carpintero mediocre. La sorpresa llega cuando Jesús llega acompañado de Orlando, un ‘amigo’ que quiere presentar a sus padres de formas amaneradas y que ha conocido en el desierto.

Sí, la ficción juega con la idea de que Jesucristo es gay -no un inepto como se ha dicho- y que va a presentar a su nueva pareja a sus padres, a los que va a confesar su condición sexual, pero en el fondo es la misma trama del filme de Scorsese: Jesús, visto como una persona normal que tiene relaciones humanas. El único cambio es que aquí le gustan los hombres, algo que en 2019 sigue indignando a ciertos sectores conservadores. Por lo demás no hay ningún ataque directo a los creyentes de ninguna fe. De hecho, el novio Orlando termina siendo la tentación del desierto y se revela como el demonio contra el que el propio Jesús tiene que luchar finalmente.

La frase más provocadora viene en forma de canción, cuando Orlando / Lucifer dice que “Jesucristo es sensacional, en el calor del desierto vi el tamaño de su…. poder”. No hay más. Es sólo una ficción inofensiva que se ríe, además, de todas las religiones. Para aquellos que tengan preparado el argumento de ‘con Alá no se atreven’, la película tiene preparada una escena en la que Jesús ve al resto de dioses de otras religiones, incluido el de la cienciología, y cuando Alá va a hablar ha desaparecido porque “es muy tímido”. Una sátira que ha tenido más atención de la que hubiera tenido por sí misma y que han hecho más polémica de lo que realmente es.

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