Todo se ha querido mantener en secreto. Todavía se desconoce el título de la nueva película de Woody Allen, pero a cuentagotas se han ido desgranando algunos datos. San Sebastián será el escenario elegido por el director estadounidense, que ha podido sacar adelante el rodaje gracias a la financiación de Jaume Roures, accionista de referencia de Mediapro.
Las localizaciones, no obstante, no solo se centran en la capital guipuzcoana; también está previsto rodar en los alrededores y municipios cercanos. Allen, maravillado con la ciudad donostiarra, ha afirmado que es un lugar "fotogénico y precioso". Y es que no es la primera vez que la pisa. Según ha comentado en la rueda de prensa de presentación de la cinta, necesitaba marcharse de Nueva York una temporada y San Sebastián se convirtió en el sitio ideal para vivir durante el verano. Aficionado a la gastronomía vasca, ha comentado que el rodaje arrancará el 10 de julio y se prolongará hasta el 22 de agosto.
"Nosotros trabajamos con menos presupuesto que Spielberg", ha detallado irónicamente —como siempre— haciendo alusión a la fecha de estreno del largometraje. Tal y como ha comentado, se especula que el filme estará preparado para dentro de diez meses y se estrenará en las salas el año que viene.
La comedia romántica tendrá como vehículo narrativo el Festival de Cine de San Sebastián. "Me encantaba leer sobre el festival de Venecia o de Cannes cuando era joven". Sin embargo, el estadounidense critica el progreso que han tenido dichos festivales tras el paso de los años: El cine debería ser representado como arte y dar bienvenida a los nuevos artistas, en lugar de estancarse en dar voz a grandes estrellas ya consolidadas que solo hacen películas comerciales".
En cuanto al reparto, destacan Elena Anaya, Christoph Waltz, Louis Garrel, Gina Gershon, Sergi López y Wally Shawn. Precisamente, los actores han hablado sobre la polémica que lleva años acechando al director y que tantas dificultades le ha acarreado para la producción de este filme.
El 'plantón' de Bildu
El grupo municipal de EH Bildu confirmó este lunes que no asistiría a la recepción de Woody Allen en el Ayuntamiento de Donostia por las acusaciones de abuso sexual que pesan contra él por parte de su hija adoptiva, Dylan Farrow. Sobre el boicot que lleva años recibiendo, Allen ha admitido que nunca ha pensado en retirarse: "Mi filosofía es que da igual lo que pase. No pienso en detenerme, no pienso en movimientos políticos o sociales y siempre intento salir adelante mediante el trabajo y el esfuerzo los siete días de la semana". Además, ha añadido entre risas que "probablemente" muera en mitad de un set de rodaje. Parar de trabajar no entra en los planes del director.
De esta manera, Gina Gershon ha querido apoyar a Allen alegando que lo que está sucediendo con el movimiento MeToo en Estados Unidos es “una locura”. Ha defendido que cada caso es muy concreto y que por su parte está muy agradecida que alguien como Woody Allen haya querido contar con ella para el proyecto. Asimismo, el propio director ha querido puntualizar que la "tensión política" que pueda estar viviendo un país no influye en los límites del humor. "La comedia está presente en todas partes", ha dicho.
Los actores españoles también se han sumado a las palabras de Gershon y su apoyo a Alllen. Por una parte, Sergi López ha confesado que se quedó "patitieso" cuando supo del interés del creador de Annie Hall para su nueva película. Elena Anaya, por otra parte, ha querido hacer hincapié en lo "maravilloso" que es el guion y el reparto que lo rodea. "Creo en la vida y en la justicia y soy responsable de los trabajos que escojo (...) Como mujer y como actriz me parece una suerte trabajar con Woody Allen", ha zanjado.