1939 fue uno de esos años fundamentales para la historia del cine. Sólo hay que echar un ojo a las nominadas al Oscar de ese año para darse cuenta de que fue uno de los más fructíferos para el séptimo arte. Lo que le viento se llevó, La diligencia, Ninotchka… todas se estrenaron esos 12 meses en los que un relato con aura infantil sorprendió a todos. Se llamaba El mago de Oz, adaptaba el libro de L. Frank Baum, y a pesar de los problemas en su preproducción conquistó el corazón de todos.
Dirigida por Victor Fleming (y ayudado por King Vidor), El mago de Oz sorprendió por su mezcla de blanco y negro y de color, por el encanto de sus personajes, sus efectos especiales y una Judy Garland que se convertía en una estrella y que todos recuerdan cantando ese Over the rainbow que ganó el Oscar a la Mejor canción original. Estas son las diez curiosidades que no sabías sobre esta obra maestra.
1. Una bruja que daba demasiado miedo
Uno de los personajes fundamentales de la película es la Bruja del Oeste, que gracias a la caracterización del equipo de maquillaje y a la interpretación de Margaret Hamilton ha quedado en el recuerdo de todos. Su presencia aterrorizaba al espectador, hasta tal punto que tras hacer los primeros pases de prueba con público recortaron varias escenas porque los directivos de MGM pensaron que era demasiado terrorífica para una película familiar.
2. Un rodaje ‘caliente’
Las exigencias durante el rodaje fueron extremas. Se extendió durante cinco meses durante los que se trabajaba seis días a la semana con jornadas de más de 12 horas. El despliegue de iluminación era tal, que en el set se vivían temperaturas de hasta 40 grados, un calor insoportable, y más para los que vestían pesados disfraces.
La gota que colmó el vaso fue la escena en la que moría la Bruja del Oeste, ya que los productores querían que se la viera una última vez, por lo que se la acercó tanto al fuego que se prendió su maquillaje por las chispas provocadas y sufrió quemaduras serias.
3. ¿Un muerto?
Una película tan influyente ha provocado cientos de rumores y leyendas urbanas a su alrededor. Quizás la más truculenta es la que dice que hay un muerto que se ve en escena. El momento ocurre una vez Dorothy y el Espantapájaros conocen al hombre de hojalata y los tres prosiguen felices su camino. Al fondo de la escena se aprecia lo que muchos aseguran que es un hombre colgado de un árbol.
Las malas lenguas decían que uno de los enanos que daban vida a los Munchkins decidió ahorcarse tras ser rechazado por otra figurante. Otros decían que fue despedido y que la MGM al revisar el metraje y darse cuenta, pensaron que nadie se fijaría y que era muy caro rodar de nuevo. Efectivamente, hay una mancha sospechosa en la escena. La leyenda urbana variaba según la contaran unos u otros y también esa sombra pasó a ser un tramoyista enrollado con las cuerdas. También mentira. Lo más parecido a una versión oficial es que se trata de uno de los pájaros que se contrataron para dar colorido a la escena.
4. Las orgías de los Munchkins
Lo que sí es verdad es que los enanos que interpretaron a los Munchkins la liaron en el rodaje. 120 figurantes que el guionista Noel Langley calificó como “gente muy procaz”. El productor Arthur Freed no fue tan delicado: “Aquel atajo de chulos, putas y tahúres infestó la Metro y toda la colonia”. Con esas palabras era normal que la imaginación de la gente comenzara a volar y a imaginar leyendas urbanas. Orgías, fiestas, llegadas en limusina… los Pequeños, como se les llama en la versión española, eran unos juerguistas, aunque ellos se empeñaran en negarlo y en decir que se trabajaba tanto que no había tiempo para más.
5. ¿Por qué no hubo secuela?
El éxito de El mago de Oz hizo que el estudio rápidamente valorara una segunda parte y se pusiera manos a la obra con ella, aunque nunca lo consiguió por culpa de
Un deslumbrante triunfo que, por supuesto, ocasionó la urgencia de los productores por empezar a trabajar en una secuela. Judy Garland y Margaret Hamilton. Ambas se negaron a una secuela que las necesitaba, especialmente a la primera, sí o sí.
6. Un universo extendido
Lo que sí se ha vivido es una expansión del universo de El mago de Oz. Primero en teatro, donde Wicked es uno de los musicales más famosos e influyentes de las últimas décadas y ya se prepara su esperada versión cinematográfica. En pantalla grande fue Sam Raimi el que intentó recuperar el espíritu de la original con Oz, un mundo de fantasía, que arrasó en taquilla pero que quedó como una aventura suelta.
Muchos creen que sí que hubo secuela, ya que existe un Return to Oz estrenado en 1985 pero que se hizo por parte de Disney sin aprobación de Metro y que nadie considera una segunda parte oficial del clásico.
7. Efectos tradicionales
En 1939 todavía no se llevaban las pantallas verdes ni los efectos digitales, así que todo se produjo de forma artesanal, especialmente los trajes de los personajes protagonistas, lo que les produjo varios problemas. Jack Haley, el hombre de hojalata, padeció una infección ocular por su maquillaje plateado, mientras que la pobre Margaret Hamilton, tuvo que someterse a una dieta líquida durante el rodaje para evitar ingerir la más mínima cantidad de pintura verde que cubría su cuerpo.
8. Una niña no tan niña
Judy Garland no era la preferida del estudio, que tantearon a Shirley Temple, pero finalmente consiguió el papel de Dorothy. La protagonista del libro tiene 12 años,pero Garland ya tenía 16 cuando comenzaba el rodaje del filme, así que decidieron colocarla un incómodo corsé durante toda la filmación para esconder sus formas y que tuviera un aspecto más infantil.
9. Cinco directores
Aunque Victor Fleming aparezca en los créditos como el director de El mago de Oz, hay que destacar que King Vidor también participó en el filme, ya que él fue el encargado de rodar las partes en blanco y negro. Además otros directores como George Cukor, Mervyn LeRoy y Norman Taurog, Richard Thorpe participaron en la preproducción, que también contó con 14 guionistas.
10. Premios
A pesar de su complicada preproducción el filme fue un éxito de taquilla y crítica, y fue nominado a seis premios Oscar -entre ellos el de Mejor filme y Mejor actriz- de los que ganó los de Mejor canción y Mejor banda sonora. En 2008, el American Film Institute la consideró como la mejor película de fantasía de la historia del cine y la sexta en su clasificación general.