Cada Festival de Cine se llena de estrellas efímeras que aguantarán un par de años en el candelero antes de que todo el mundo se olvide de ellas. Actores y actrices que viven de los likes en Instagram y de las modas. Los buenos de verdad se quedarán y crecerán hasta convertirse en la sombra de lo que es Juliette Binoche, una de las mejores actrices del mundo, ganadora del Oscar por El paciente inglés, y poseedora de una de las filmografías más sólidas y valientes de todo el mundo.
A sus 54 años Binoche se encuentra en una segunda juventud. Hace lo que le da la gana. Trabaja muchísimo y siempre con los mejores autores. Es capaz de irse al polo a rodar con Isabel Coixet, de ser la musa de Claire Denis y hasta de irse a un bosque sagrado con Naomi Kawase, que es lo que ocurre en Vision, la primera de las dos películas suyas que compiten en la Sección Oficial.
Una película que habla del amor y la pérdida en un entorno natural único, y que también tira de las orejas a una población que ha perdido el norte y destruye su entorno en un viaje que no tendrá vuelta atrás. Binoche se ha mostrado muy concienciada con el medio ambiente, y por eso Visión le ha venido muy bien para salir de las “ciudades, que son construcciones de los hombres y por eso necesitamos volver a enlazar, a entroncar con esa otra parte dentro de nosotros mismos que encontramos en esa naturaleza”.
“Lo que hay que hacer, y de eso es lo que habla Naomi en la película, es regresar a la naturaleza, volver a crear ese vínculo fundamental con ella. Porque la verdad es que si no hacemos algo, y además de forma urgente, estamos abocados a un futuro un poco negro. De hecho, ya vemos como empieza a haber muchos cataclismos y fenómenos naturales. Todos somos conscientes de ellos. Por lo tanto es urgente, tenemos que cambiar de actitud y si no lo hacemos puede que nos encontremos con esa sexta extinción de la humanidad y del planeta.”, ha contado a la prensa y ha pedido a todo el mundo “tomar conciencia de ello y abandonar esa pasividad suicida en la que vivimos, tenemos que despertar nosotros mismos y tenemos que provocar que despierten también los políticos y quienes toman decisiones”.
Binoche ha llegado con la escopeta cargada, y ha pedido acción inmediata a toda la profesión, pero también “a los medios de comunicación y a los políticos”. “Las cosas se están acelerando, y también con el medio ambiente, hay que de dejar de ser pasivos. Tenemos todos una forma de ser animal, que nos lleva a querer conquistar cosas, a la agresividad, y tenemos que hacer que eso cambie, tomar consciencia de que eso es así y cambiarlo”, ha explicado.
Tenemos que cambiar de actitud y si no lo hacemos puede que nos encontremos con esa sexta extinción de la humanidad y del planeta
Lo ha hecho en un año en el que todos los festivales han dado un paso adelante en cuanto al activismo social y político. Todos han firmado la carta por la paridad, Cannes apoyó a los cineastas en prisión en sus países, y San Sebastián ha hablado de corrupción. Un compromiso que para Binoche es importante, pero que no tienen por qué ser explícito, ya que ella lo practica en cada decisión. “Creo que ya el elegir las películas que uno hace es ya un mensaje, desde el principio. Es un acto político. Y tiene que haber coherencia entre las películas que eliges y cómo actúas en la vida”, ha dicho con contundencia a este periódico.
También se ha mostrado exultante de poder dar visibilidad a las directoras con las que está trabajando, porque cuantas más haya “no sólo será buena para las actrices, también es bueno para el mundo”, aunque ha pedido también dar voz a cineastas de otros lugares como África, “para escuchar a esa población, no pueden estar mudos, hay que oírles para escuchar su relación y cambiar su vida”.
Lo próximo le llevará de nuevo a las manos de un cineasta asiático, el japonés Kore-Eda, reciente ganador del premio Donostia, y al que conoció hace 14 años, cuando se quedó enamorada de su mirada. “El guion es importante, pero con Kore-Eda creo que él no dirige a los actores, sino que le guste observarlos, no está en un pedestal dando órdenes, sino que observa la humanidad de cada persona y la captura con su cámara, y a mí me conmueve, estoy encantada. Es un realizador que quiere atrapar la vida, y luego compartirla con el público para hacernos avanzar un poco a todos”, ha zanjado. Binoche es una fuerza de la naturaleza y una actriz generosa en sus papeles, pero también en unas entrevistas en las que derrocha una simpatía que no todas las estrellas consiguen sacar.