La Mostra de Venecia tenía el foco puesto en dos asuntos, la falta de mujeres en la Sección Oficial, y el desembarco de Netflix en el concurso tras ser vetada en Cannes si no se comprometía a estrenar en salas. El palmarés del jurado, presidido por Guillermo del Toro, ha premiado a la plataforma de contenidos con su primer premio en un festival de clase A gracias a Roma, la obra maestra de Alfonso Cuarón, que se ha llevado el León de Oro.
Es una película incontestable, una obra maestra dispuesta a perdurar y a enamorar a todo el mundo. La obra más personal de su director, que tras ganar el Oscar al mejor director consagró su tiempo a contar su infancia, la historia de la mujer que le crió (a la que no le podía haber hecho un regalo mejor) y de su propio país.
Desde su pase a la prensa Roma fue la favorita al premio. Sólo quedaba la duda de si el presidente del jurado Guillermo del Toro, se atrevería a darle el León de Oro a su íntimo amigo Alfonso Cuarón, y sí permitiría que Netflix saliera como la gran vencedora del certamen. Del Toro dejó claro que sólo tendrían en cuenta lo que vieran en la pantalla y no se ha achicado. Ha hecho justicia y ha premiado a la mejor obra vista en Venecia. Netflix se llevaría otro premio, el de Mejor guion para La balada de Buster Scruggs, proyecto de los hermanos Coen inicialmente anunciado como una serie y reeditado como filme que se ha hecho con uno de los premios más discutibles de un palmarés bastante previsible.
El segundo premio en importancia, el gran premio del jurado, fue a parar para Yorgos Lanthimos por La favorita. Otro de los mejores filmes de la Sección Oficial que se fue también con la mención a la mejor actriz para Olivia Colman por su increíble creación de la reina Ana Estuardo. Era uno de los premios más cantados de la tarde, igual que el de Mejor actor para Willem Dafoe por revivir a Vincent Van Gogh en el relamido y artificial biopic dirigido por Julian Schnabel.
La única mujer de la Sección Oficial, Jennifer Kent, que dividió con su The nightingale, se ha llevado un premio especial del jurado, y su protagonista, el descubrimiento Baykali Ganambarr, el Marcello Mastroianni al joven talento de esta edición. Ambos dieron los discursos más políticos de la noche. La primera pidió a las mujeres que hagan películas y aseguró que los próximos años habrá más directoras en los festivales. El segundo habló en la lengua indígena de Tasmania que habla el filme, una defensa de las tribus asesinadas durante la colonización británica.
Otra de las favoritas, The sisters brothers, ganó el premio al Mejor director para Jacques Audiard, mientras que Carlos Reygadas fue el gran olvidado para el jurado. Nuestro tiempo, uno de los filmes mejor recibidos por la crítica se fue de vacío. Laszlo Nemes tampoco recibió premio oficial, pero en la pedrea se llevó el de la crítica internacional, FIPRESCI, por su personal retrato de la caída del imperio asutrohúngaro en Sunset.
La mostra cierra así un año en la que ha conquistado todos los flashes por el gran número de estrellas que han acudido, y en el que ha consagrado a Netflix como uno de los grandes actores en la industria del momento. El próximo movimiento lo tendrán los Oscar.