Cuando entre los fans saltó la noticia de que Gal Gadot, una actriz israelí que hasta ese momento apenas era conocida por un poco lucido y reducido número de títulos, iba a encarnar a Wonder Woman en Batman v Superman (Zack Snyder, 2016), el rechazo fue generalizado. ¿Las razones? Pues ninguna que hablara de sus dotes como actriz, no. Las críticas se dirigían a que, según estos sesudos críticos, era demasiado delgada, y sus pechos demasiado pequeños.

A pesar de ello, cuando por fin se estrenó la película se vio que, en realidad, su participación era de lo poco salvable de una cinta más bien plúmbea. Luego llegó la consagración con Wonder Woman (Patty Jenkins, 2017), un monumental éxito que pilló por sorpresa a muchos, los mismos que afirmaban que nunca antes una película protagonizada por una superheroína, ni dirigida por una mujer, había logrado ser una rompetaquillas. Otro cielo de cristal se derrumbaba bajo una lluvia de chasquidos.

Besando a Kate McKinnon en un reciente sketch de Saturday Night Live.

Ahora nos llega Liga de la Justicia (Zack Snyder), donde la DC reúne a los primeros espadas de una franquicia desesperada por abrirse hueco frente a la apisonadora Marvel. Y contra lo que uno habría podido esperar hace tan sólo un par de años, la única protagonista femenina es mucho más que una comparsa entre el aluvión de testosterona que representan Ben Affleck como Batman, Jason Momoa como Aquaman o Henry Cavill como Superman. De hecho, en la ficha de la cinta que puede verse en IMDb.com, es ella la que encabeza el reparto.

Una Miss comprometida (de verdad)

En realidad, Gal Gadot (su nombre en hebreo podría traducirse como "ola en la ribera"), nacida en Rosh HaAyin (Israel) en 1985, ya ofrecía pistas desde el principio de que no parecía destinada a ser simplemente otro rostro bonito. Cierto que sus primeros pasos vinieron de su título de Miss Israel en el 2004, aunque luego el de Miss Universo se lo tomó tan poco en serio que ni siquiera se esforzó en las pruebas de maquillaje y vestuario. Muy comprometida con su país (sus abuelos maternos fueron supervivientes del Holocausto), llegó a ejercer como instructora militar durante los dos años reglamentarios de servicio, algo de lo que afirmó sentirse muy orgullosa por lo que le había enseñado de disciplina y compromiso. En muchas ocasiones se ha declarado como una especie de embajadora honoraria de Israel, lo que le ha supuesto algunas críticas e, incluso, la llamada al boicot de Wonder Woman en algunos países árabes.

Muy comprometida con su país (sus abuelos maternos fueron supervivientes del Holocausto), llegó a ejercer como instructora militar durante los dos años reglamentarios de servicio

Aparte de sus campañas como modelo, su primer papel fue en una efímera serie de la televisión israelí. A continuación vinieron breves papeles en Noche loca (Shawn Levy, 2010) y Noche y día (James Mangold, 2010), pero donde comenzó a llamar la atención fue en su papel de Gisele en las entregas de 2009 y 2011 de la saga Fast & Furious (la cuarta y la quinta, ambas firmadas por Justin Lin). Entre medias, fue candidata al personaje que luego interpretaría Olga Kurylenko en la cinta de 007 Quantum of Solace (Marc Forster, 2008), y también al personaje de Nébula en Guardianes de la galaxia (James Gunn, 2014).

Inteligente, fuerte y sexy, a la vez 

El universo DC ya lo rozó cuando estuvo a punto de ser la malvada Faroa-Ul en El hombre de acero (Zack Snyder, 2013), pero tras sortearlo entró finalmente en la franquicia por todo lo alto. Desde entonces, ha interiorizado los fuertes valores feministas que representa Wonder Woman (y que Elisa MacCausland recorre en el ensayo Wonder Woman. El feminismo como superpoder, editado por Errata Naturae) hasta representarlos en la vida real. Incluso, junto con Lynda Carter, famosa intérprete televisiva del personaje, estuvieron a punto de encarnar el nombramiento de Wonder Woman como embajadora honorífica de las Naciones Unidas para promover la igualdad de género.

Gal Gadot como Diana Prince, Wonder Woman, en Liga de la Justicia.

La polémica que se formó por las críticas que recibió la institución por el que afirmaban que era un personaje cargado de connotaciones sexistas, hizo que Gadot estallara: "Cuando las personas dicen que Wonder Woman debería 'taparse', realmente no lo entiendo. Dicen: 'Si ella es inteligente y fuerte, no puede ser sexy'. Eso es injusto ¿Por qué no puede ser todo eso?".

A pesar de ello, es muy consciente de que Wonder Woman se ha convertido en una referencia para muchas jóvenes, en un momento en el que escasean los roles de mujeres capaces de llevar las riendas de sus destinos. Madre de dos hijas, este pasado Halloween manifestaba en su cuenta de Instragram lo feliz que se sentía de haber visto a muchas niñas disfrazadas de su personaje. Y en cuanto a la polémica en torno a los abusos sexuales de hombres poderosos en Hollywood, encabezados por Harvey Weinstein, tampoco arroja dudas: "No creo que Wonder Woman dejase jamás que alguien usara su poder en contra de ella. Su voluntad es demasiado fuerte y también lo es ella".