El príncipe de Bel Air se ha hecho mayor. Está tranquilo, dice que el hecho de que no vaya a acudir a la próxima ceremonia de los Oscar "no es una guerra". Ya sabe lo que hará la tarde del 28 de febrero: "Será una tarde tranquila, en familia". Will Smith explica que "el súperpoder de América es que siempre ha liderado la diversidad cultural, la inclusión", por eso "esta especie de regresión ha sido desalentadora para mí". Se refiere a la polémica que rodea la Academia de Hollywood: por segundo año consecutivo, ningún actor de color ha sido nominado para ninguna de las cuatro categorías de mejor actor y mejor actriz, principal y de reparto.
Smith cuenta que su forma de combatir el fantasma del racismo es "en clave positiva": "Yo soy miembro de la Academia, me considero parte de Hollywood. No somos nosotros contra ellos. Somos una familia que tiene un problema y lo vamos a resolver". Así se ha explicado esta mañana en el Hotel Villa Magna de Madrid durante la presentación de su nueva película, La verdad duele -dirigida por Peter Landesman-, por la que no ha recibido ninguna nominación. Aun así, dicen no preocuparle los premios: "Ya he sido nominado varias veces y no es el centro de mi atención".
El sistema histórico
La voz de su esposa, la actriz Jada Pinkett, fue la encargada de liderar la protesta, secundada rápidamente por el director Spike Lee. Will Smith relata que ella no le pidió ayuda en la reivindicación: "Yo estaba totalmente al margen porque estaba en Tailandia con mi hija", apunta. "No habíamos comentado nada, y cuando aterrizamos en Los Ángeles la prensa se nos echó encima. Eso sí: le pido a mi mujer que la próxima vez me avise al menos con diez minutos de antelación", bromea.
La cuestión era sabida por todos, por fue mi esposa la que se atrevió a dar el paso de decirlo en voz alta
Señala que la cuestión era "sabida por todos", pero fue su mujer la que "dio el paso de decirlo en voz alta". Está convencido de que "Hollywood se muestra receptivo" y de que la cuestión se va a resolver de forma "agresiva, contundente y sin demoras": "No son libertades civiles, el problema es más bien el sistema histórico. Llevará su tiempo, pero se va a cambiar".
Verdad contra industria
Smith protagoniza en La verdad duele una historia delicada y basada en hechos reales. El actor es el Dr. Bennet Omalu, el neuropatólogo forense que descubrió el síndrome de post conmoción cerebral que tanto afectó a jugadores de fútbol americano y provocó suicidios de viejas estrellas de la liga NFL (National Football League). Su trabajo era un peligro para esta liga -una de las instituciones más poderosas de EEUU- y se le condenó a cierta marginalidad. Will Smith reconoce que le costó aceptar el papel porque es un "gran aficionado del deporte" y "mi propio hijo jugó en esa liga". Pero conoció al verdadero doctor y su "bondad, su inteligencia y su forma de conjugar ciencia y religión" lo conmovieron y se lanzó.
Más allá del folleto turístico, la energía del doctor nos recuerda cómo deberíamos ser como sociedad
El médico era de procedencia nigeriana y en la película se refleja su ansia por sentirse integrado en la nación americana. Pero, ¿cómo acoge EEUU? "La película arroja luz sobre lo que América debería ser", manifiesta Smith. "Más allá del folleto turístico, la energía del doctor nos recuerda cómo deberíamos ser como sociedad y los valores e ideas que han sido el fundamento de nuestra nación". A sus 47 años, dice, ya "he luchado contra bastantes extraterrestres y he hecho demasiadas explosionar cosas": ahora va dándose cuenta del "poder del cine" y quiere orientar su trabajo hacia "algo más social".