En el verano de 1969, millones de personas están frente a la televisión esperando ver en directo la llegada del hombre a la luna. El alunizaje es un éxito y los héroes de la misión pronuncian las palabras que pasarán a la historia: "este es un triunfo del estilo de vida marxista leninista". En la realidad alternativa de la serie Para toda la humanidad los soviéticos llegaron primero.
Lo que nos propone esta ucronía de Apple TV+ es qué habría pasado si la carrera espacial no hubiese terminado con la llegada del primer hombre a la luna porque ese hito histórico no perteneció a Estados Unidos. Una premisa que esconde un sinfín de implicaciones políticas, militares, económicas y sociales que la serie explora con gran acierto a través de sus temporadas.
Detrás de esa propuesta está Ronald D. Moore, el responsable de la reimaginación de Battlestar Galactica, y como en aquella serie, la política, los juegos de estrategia, los sacrificios personales y las situaciones límite a las que se enfrentan los protagonistas, son parte importante de su ADN.
Desde ese primer cambio en la historia alternativa que propone la serie han pasado muchas cosas y varias décadas. Ahora, en la cuarta temporada que comienza en 2003, Happy Valley se ha expandido rápidamente por Marte, y el programa espacial se centra en la extracción de asteroides extremadamente valiosos y ricos en minerales que podrían cambiar el futuro, tanto de la Tierra como del planeta rojo.
SERIES & MÁS habló con Ronald D. Moore y Maril Davis, cocreadores y productores ejecutivos de la serie de Apple TV+, sobre los montajes que abren cada entrega para explicar lo que ha ocurrido durante el salto temporal, el enfoque de la estructura de clases en la colonia de Marte de esta entrega y si la serie es optimista o distópica.
Hablemos de esos montajes que abren cada temporada, ¿cómo elegís qué se queda y qué cambia? ¿Es una tarea divertida o un reto?
Ronald D. Moore: Es divertido y difícil a la vez porque llevan mucho tiempo. Son de nuestros momentos favoritos en la sala de guionistas al principio de cada temporada, porque todos proponemos muchas ideas sobre lo que podría haber cambiado entre un año y otro.
Todas las ideas entran en consideración y se debaten, así que nos lleva bastante tiempo reducirlas a esos momentos que finalmente aparecen en la serie y que corresponden a lo que ha pasado fuera de cámara en el salto temporal. Es mucho trabajo también para los editores que son los que tienen que obtener los clips de vídeo y diseñar el montaje final. A todos nos gusta mucho esa parte porque se ha convertido en una de las señas de identidad de la serie.
Maril Davis: Creo que todos tenemos nuestros favoritos, pero a mí me encanta que sigamos con John Lenon vivo en esta realidad. Ronald siempre quiso que John viviera en este mundo mejor, así que me gusta que eso lo mantengamos.
Con Weinstein atrapado tan pronto y una presidente mujer y gay en 2003, es fácil imaginar cuán diferente sería nuestro presente ¿Cómo habéis enfocado la situación en la Unión Soviética?
Ronald D. Moore: Bueno, fue interesante jugar con la idea de cómo podría haber sobrevivido la Unión Soviética y cómo evolucionaría de forma diferente a como lo hizo. El mero hecho de que exista a principios de la década de 2000 es un gran cambio.
Nos pareció que podría haber seguido un camino similar al de China donde empezaron a abrazar una cierta forma de capitalismo y cambios de libre mercado con la llegada de Gorbachov y la Glásnot y que en nuestra realidad no condujo a la caída de la Unión Soviética. Simplemente se cortocircuitó y se mantuvo. Sin embargo, el sistema soviético seguía teniendo ciertos fundamentos, como la represión y el totalitarismo, que no podían desaparecer. Así que queríamos jugar con ambos aspectos.
"Queremos mostrar no solo que las cosas podrían haber sido mejores, sino que aún estamos a tiempo de que lo sean"
Qué queríais explorar con la trama de la diferencia de clases que se establece en la colonia de Marte
Maril Davis: Nos habíamos centrado mucho en el espacio, ingenieros y astronautas y esta temporada quisimos mostrar el sector civil. El personaje de Miles funciona un poco como avatar de la audiencia para entender cómo sería la experiencia de trabajar en Marte para alguien que no es astronauta o científico. Además, como dices, las diferencias de clases nos sirve para establecer y desarrollar conflictos interesantes conforme avanza la temporada.
¿Qué es lo que más le sorprendió de la historia real de la NASA durante la investigación para la serie?
Ronald D. Moore: La cantidad de planes de exploración que tenían y que no pudieron llevar a cabo porque los presupuestos se recortaron. Muchas de las cosas que incorporamos a la serie, como el cohete Sea Dragon que se lanza desde el océano, era un diseño real para el que la NASA tenía un plan real.
Tenían planes reales para bases en la luna y en Marte mucho más grandes y diferentes tipos de naves espaciales en una variedad de áreas. Yo sabía mucho sobre el programa espacial de niño, y al crecer siempre me fascinó, pero no tenía ni idea de la gama, la amplitud y la ambición de planes que la NASA trató de hacer hasta que investigamos a fondo para la serie.
Cuando empieza la serie, Margot es la única mujer en un grupo de hombres blancos, ¿es justo decir que nuestra realidad podría haber sido diferente si la toma de decisiones hubiese estado en manos más inclusivas?
Maril Davis: Sí, eso es lo que intentamos mostrar. Cuando preguntas las cosas que nos sorprendieron cuando estábamos investigando, en la primera temporada me sorprendió que las mujeres no fueran una parte más importante del programa espacial, sobre todo porque tenían un primer grupo de prueba que en realidad superó a los hombres. Ciertamente se ha diversificado más a lo largo de los años, pero era algo que nos interesaba mostrar en la serie, lo lejos que han llegado por ser más inclusivos.
"Al perder la carrera, al final se ha ido más lejos y más rápido que en nuestra línea de tiempo original"
Os habéis planteado esta ucronía como una historia alternativa inspiradora o estamos condenados a que sea distópica
Ronald D. Moore: Para toda la humanidad es una historia optimista. Con la serie queremos mostrar no solo que las cosas podrían haber sido mejores si se hubieran tomado otras decisiones, sino que aún estamos a tiempo de que lo sean.
Todavía podemos elegir hacer estas cosas, invertir más en ciencia e investigación que en armamento. Todavía podemos elegir hacer del mundo un lugar mejor yendo al espacio, siendo más inclusivos, intentando resolver muchos de nuestros problemas en la Tierra.
El descubrimiento y el uso de la fusión nuclear son un punto de inflexión en la realidad alternativa de la serie, pero es algo que podría suceder en la Tierra, cambiar vidas y los efectos del cambio climático. Podría hacer un futuro mejor para toda la humanidad. La serie es una visión idealista de lo que la Tierra puede ser.
Maril Davis: Al inicio de la serie Estados Unidos pierde la carrera a la luna, pero aún así gana. Creo que es una perspectiva y un prisma muy interesante para ver a través de la serie en su conjunto, que el camino hacia el éxito final no siempre es ganar. Hay otras maneras de llegar allí. Al perder la carrera a la luna en un principio, al final se ha ido más lejos y más rápido que en nuestra línea de tiempo original. Y creo que es una manera muy interesante de ver el mundo.