'La fiebre de los peluches Beanie', la película del 'boom' juguetero de los 90, según sus creadores y protagonistas
SERIES & MÁS habló con los protagonistas y directores del filme antes de que los actores se sumaran a la huelga de Hollywood.
27 julio, 2023 01:26Después de presenciar el fenómeno mundial Barbenheimer, los juguetes seguirán presentes entre las novedades cinematográficas. De hecho, Apple TV+ pondrá el foco en otro evento juguetero con el estreno de La fiebre de los peluches Beanie, que narra la historia de cómo un país entero se rindió ante unos simples peluches.
Concretamente, cuenta cómo Ty Warner (Zach Galifianakis) pasó de ser un vendedor de juguetes frustrado a convertir su idea maestra en la mayor locura juguetera de la historia. Gracias a su colaboración con tres mujeres (Elizabeth Banks, Sarah Snook, Geraldine Viswanathan), creó una de las mayores fiebres especulativas de Estados Unidos en los años 90: la de unos peluches por las que medio mundo se volvió loco.
SERIES & MÁS | EL ESPAÑOL habló con los protagonistas del largometraje Zach Galifianakis y Elizabeth Banks -antes de que los actores se unieran a la huelga convocada por el sindicato de guionistas-, y con los directores Kristin Gore y Damian Kulash.
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El nacimiento de la película
"Las historias de las mujeres fueron lo que nos atrajo de esta historia", reconoce Kristin Gore. "Nos fascinó que Estados Unidos se volviera loco por los animales de peluche durante tres años en los años noventa. Era algo absurdo y ridículo. Y cuando leímos sobre las historias de estas mujeres detrás del fenómeno, nos emocionó mucho, porque queríamos contar el tipo de historia detrás de esta locura y algo que mucha gente no conoce".
"Para mí, lo absurdo y la burbuja de alegría fueron lo que hicieron de ese evento algo realmente atractivo. Pero cuando leemos acerca de este fenómeno, que era la cosa más tonta y ridícula desde fuera, vimos que tiene los mismos principios del ahora: nuestra relación con la tecnología, la relación femenina con el sueño americano y cómo nuestro sistema se propaga a sí mismo y sigue reescribiéndose para estar a favor de algunas personas y no de otras", observó después Damian Kulash.
"La intención no era hablar del producto, sino de estos viajes de estas mujeres y el hecho de que se produzca al mismo tiempo en el que tantísima gente siente nostalgia por los años ochenta y noventa", agregó Gore.
Los detalles del casting
Aunque pueda parecer que el protagonista sea el personaje al que interpreta Zach Galifianakis, en realidad las protagonistas del elenco son Elizabeth Banks, Sarah Snook y Geraldine Viswanathan. Y los directores de La fiebre de los peluches Beanie reconocen la gran labor que hace cada una de ellas en pantalla.
"Son monstruos de la interpretación. Elizabeth Banks es como su personaje. Es una actriz increíble, pero también ambiciosa y mandona. Iluminaba la pantalla. Geraldine, como ser humano y como actriz, simplemente hace que cada habitación brille más. Y especialmente cuando aparece frente a la cámara, desprende. Y ella tiene más o menos la edad que teníamos nosotros cuando todo esto sucedió. Ella es un poco la ventana a la tecnología para nosotros y cómo nuestra generación tuvo esta relación utópica con la tecnología", indicó Damian Kulash.
"Necesitábamos que ella tuviera ese optimismo entusiasta, incluso cuando es un poco pesimista. Y luego está Sarah Snook, cuya fuerza y poder innatos son tan claros deslumbra en este personaje tan cálido, tan maternal y tan sonriente, y tan opuesto a Shiv", agregó el director el filme.
Detrás de los que mandan
"Creo que esta historia en realidad es sobre todas las personas que sostienen al que está al mando, y creo que esto se relaciona con todas las industrias. ¿Quién es el viento bajo las alas de cualquiera de estas figuras míticas, la mayoría de las cuales son hombres?", se preguntó Elizabeth Banks.
"Estamos en una era de desigualdad masiva, de los que tienen y los que no. Y creo que la gente se identificará con esto. Ayudamos a estas personas a crear el sueño americano y luego se llevan todo el dinero, la riqueza y el crédito y ¿qué nos queda al resto? Creo que vivimos en un mundo en el que esa brecha es muy evidente", continuó la actriz.
"Estamos viviendo en un momento en el que los sindicatos están tratando de recuperar ciertos derechos y en el que la negociación colectiva está volviendo. El sindicato de guionistas está en huelga en este momento, hablando de estos problemas exactos. Y por eso, creo que la película tiene mucho que decir, sobre cómo la América corporativa toma todo lo que puede y exprime todo lo que puede de los trabajadores y luego los deja sin nada. Quiero decir, literalmente siente que les debe cero".
"Y también pienso que hay mucho valor en una historia sobre las mujeres que descubrieron cómo salir del sistema que las estaba fastidiando", concluyó Banks.
Las mujeres de la historia
"Creemos que esta historia es diferente porque aborda la perspectiva de las mujeres. Una vez que nos enteramos de las historias que había detrás de este fenómeno, era importante sacarlo a la luz porque muchas personas pueden conectar con esa experiencia. A menudo, celebramos culturalmente este mito del genio solitario y, por lo general, un genio masculino solitario que inventó algo espectacular", explicaba Kristin Gore.
"Sueles ver esa historia una y otra vez. Y la historia real es siempre mucho más complicada, mucho más enrevesada e involucra a mucha más gente. Y a menudo esa no es la parte en la que se enfoca la historia, aunque en realidad sea una parte increíblemente importante", agregó.
Por su parte, Banks quiso destacar el rol de su personaje en la película. "Su sentido de la industria y comercial fue muy inspirador para mí. Creo que muchas mujeres sienten que el mundo está más preparado para los hombres y que siempre interpretamos una especie de papel de apoyo", expresó.
"Investigué mucho sobre el trabajo emocional para los hombres, porque la sociedad no les permite, o no sienten ganas o no fueron educados para tener realmente una riqueza emocional en la vida. Y es por eso por lo que, cuando se enfrentan a fracasos o desafíos, recurren a las mujeres de su vida para que trabajen esto por ellos. Creo que Robbie tuvo la sensación de cuidar la estabilidad emocional de Ty durante gran parte de su vida. Ese es el trabajo real que las mujeres hacen a diario en la sociedad", observó Banks.
Perspectiva masculina
También Zach Galifianakis supo ver que su personaje simboliza el tipo de masculinidad que predominaba en aquella época. "Creo que Ty era el tipo de persona que mide la relación con sus empleados, ya sean hombres o mujeres, sabiendo que les paga y que no les dejará escalar", señaló Galifianakis.
"Ese ego masculino con el que todos tenemos que lidiar si eres hombre es algo del pasado. Creo que la justicia, con suerte reinará. En los años noventa había muchos hombres que se atribuían el mérito del trabajo de muchas personas porque esa era la forma en que se suponía que debías comportarte como hombre. No podía compartir el podio", añadió.
La comedia evoluciona
Con la excusa del estreno en Apple TV+ de La fiebre de los peluches Beanie, Zach Galifianakis, que además de actor es humorista, también aprovechó para hablar de la evolución de la comedia.
"Lo políticamente correcto en la comedia es algo complejo y creo que a veces la gente sólo escucha ciertas palabras y no atiende al significado que hay detrás. Y a veces podrías llegar a decir algo ofensivo para tratar de aclarar algo sobre lo ofensivo. Creo que la regla general es que, si puedes golpear, lo haces hacia abajo, aunque muchas veces sea para enfrentarte a comunidades marginadas", contaba Galifianakis.
"Es por eso por lo que el conservadurismo no puede ser gracioso, porque a menudo quiere golpear hacia abajo. Pero es una cuestión muy compleja. Me han acusado de ser políticamente incorrecto, pero creo que con el humor tiene que haber un poco de libertad. Porque a veces la gente intenta decir algo que no es ofensivo y sólo están tratando de ilustrar un punto ofensivo".
"Y también haya algo de esto que es generacional. La gente más joven le dio la vuelta y dijo: Ya no hace gracia este tipo de humor. Y eso está bien. Está bien si el humor crece, madura o cambia. Ahora, habiendo dicho eso, habrá otra generación que vendrá y dirá otra cosa", argumentó.