No es extraño que un actor hable bien del productor que ha pagado su último sueldo, pero es posible que Maribel Verdú diera con la clave de por qué Bambú Producciones tiene los repartos con más estrellas hispanohablantes. "Teresa [Fernández-Valdés] y Ramón [Campos] no son productores al uso", explicaba la ganadora de dos Goya durante una entrevista sobre Now & Then, su primera colaboración la factoría gallega de ficción".
"Son seres humanos y compañeros nuestros. Puedes contarles algo y abrir tu corazón con ellos. A mí eso nunca me ha pasado, siempre me he encontrado con productores que están en el rol de productor y nada más. Ellos son humanos, en ese sentido ha sido flipante", reivindicaba Verdú.
En su entrevista con SERIES & MÁS durante la presentación en el Festival de Montecarlo de la primera serie de Bambú para Amazon Prime Video, estrenada el pasado 16 de septiembre, surgió un tema. ¿Cómo se han convertido los gallegos en los flautistas de Hamelin de la televisión española?
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"Yo siempre digo que Bambú sigue siendo una empresa pequeña y muy familiar, aunque parezca a veces grande. Creo que hay un factor diferencial que siempre damos a los actores, que es un poco de amor, de sensación de familia". Esa búsqueda de grupo explicaría, por ejemplo, por qué hay tantos actores que aparecen de forma recurrente en sus series. Yon González, Amaia Salamanca y Javier Rey son algunos de los ejemplos de intérpretes que han encabezado varias apuestas de la productora.
"Estoy segura de que no soy la que mejor paga a los actores, porque hay productoras mucho más grandes con una capacidad de pagar y de levantar proyectos mucho mayor que yo. Con Maribel lo intentamos un par de veces y no surgió hasta ahora", explica en referencia al fichaje de la madrileña por la primera serie de Bambú Producciones en Apple TV+. La plataforma de streaming debe haber quedado satisfecha con los servicios de los gallegos. En agosto se anunciaba el inicio de la producción de una adaptación de La tierra de las mujeres, la novela de Sandra Barneda, con dos nuevas estrellas: Eva Longoria y Carmen Maura.
El caso Jean Reno
Fernandez-Valdés accedió a reconstruir su modus operandi para conquistar a Jean Reno, el hijo de españoles que solo había rodado en su idioma materno la película 4 latas antes de convertirse en el mayordomo de Un asunto privado. "A todos nos gusta que nos quieran. Cuando tenemos que conquistar a un actor de esta magnitud, por ejemplo, Jean, me encargo de las gestiones personalmente", relata la productora. El primer paso fue contactar con su representante, una mujer que estaba muy vinculada a España y hablaba español. "Desde el principio le llamó la atención. A Jean le apetecía trabajar en España, pero tenía que ir a Nueva York a hablar con él. Y, la verdad, que todos los males sean esos".
"Quedamos para desayunar y le llevé los guiones. Estuvimos 40 minutos hablando", recuerda una de las artífices de Velvet, la serie que amplió el impacto internacional de la productora gallega. "Al terminar la conversación, me dijo que estaba dentro. Creo que apreció ese contacto personal. Quizás otro productor se las da de interesante, insiste en reunirse por Zoom y se limita a hacer una buena oferta económica. Yo no tengo problema en coger un avión. Oye, disfruté mucho del resto del día en Nueva York". La conexión personal entre las dos partes también es una razón fundamental para establecer estas relaciones de confianza. "A Jean le estaré siempre eternamente agradecida de que no decidiera volverse a su casa cuando llegó el COVID".
La jugada maestra de Fernández-Valdés consiste en cenar o comer una vez a la semana a solas con los actores. "No fallaba nunca. Le veía más que a mis padres. Nos hemos hecho muy buenos amigos. Le quiero mucho y creo que él me quiere a mí. Puede que ese sea el flautista del que hablas. Dedicarles tiempo y cariño para que se sientan importantes", destaca una ejecutiva y creativa que insiste en que no es cuestión de dar caravanas más grandes a sus estrellas. "La idea es que sientan que te preocupas por ello y cuidas sus intereses. Lo que hice con Jean es dedicarle cariño y tiempo y tener algún detalle".
Para culminar una exitosa relación entre jefa y empleado, Teresa decidió tener un último detalle cuando la producción de la primera temporada de Un asunto privado llegó a su fin. "Él es un enamorado de la música y está muy apegado a Andalucía por las raíces de sus padres y porque le encanta el flamenco. Cuando terminamos le regalé una Ramírez, una de las firmas más importantes de guitarra española", confiesa la gallega.
Reno se llevó su nueva guitarra a su casa del sur de Francia. Ahora, cada vez que la toca con su familia, se acuerda de la mujer que le convenció de aparcar su vida en Nueva York para rodar durante meses una serie de época en Galicia. "Creo que esa es la clave de Bambú con los actores. Conseguimos nombres fuertes, pero también hacemos familia. Cuando les vuelves a llamar, tienen ganas de volver a trabajar contigo. Luego ese en el mundillo se comenta".
No hace daño que Teresa tenga buena memoria (o buen asistente que apunte todos los detalles que pueden marcar la diferencia). "Cuando Jean viene a España, me llama, y me pide que le invite a cenar. Sé dónde le tengo que llevar: le encantan el chino del Villamagna y el japonés del EuroBuilding. Lo que empieza como una relación profesional, se acaba volviendo personal".
La ballena blanca
Teresa Fernández-Valdés no está preparada para renunciar a su fichaje soñado: Antonio Banderas. La productora gallega reconocía a SERIES & MÁS que el nominado al Oscar por Dolor y gloria está en lo más alto de la lista de actores con los que quiere trabajar. "Todavía no lo he conseguido, pero no pierdo la esperanza. Me encantaría, lo digo siempre, así que por mí lo podéis poner bien grande.
La showrunner de Un asunto privado conoció al malagueño durante la gira promocional de Genius: Picasso. "Le he propuesto cosas, pero entonces estaba muy concentrado con sus musicales. No le cogí en el momento adecuado, pero sigo soñando con eso: quiero hacer una comedia con Antonio Banderas".