El ser humano está más necesitado de amor que nunca después de una pandemia global que ha acabado con la vida de más de cuatro millones de personas y el aislamiento social y emocional de gran parte del planeta durante gran parte de 2020. La segunda temporada de Modern Love, la antología romántica inspirada en la famosa serie de columnas de The New York Times, llega a Amazon Prime Video el próximo viernes con ocho nuevas historias que reflejan diferentes tipos de amor en el mundo actual.
John Carney (Once) sigue al frente de la serie en su segunda entrega. Los que cambian son los actores y directores que se ponen delante y detrás de las cámaras de los nuevos episodios de una entrañable aproximación a la vida moderna que parece haber llegado para quedarse. SERIES & MÁS ha hablado de su paso por la serie con cinco de los fichajes de la serie de Amazon en su segundo año: Minnie Driver (El indomable Will Hunting), Tobias Menzies (Felipe de Edimburgo en las temporadas 3 y 4 de The Crown), Sophie Okonedo (nominada al Emmy este año por Ratched), Garrett Hedlund (Pan, regreso a Nunca Jamás) y Andrew Rannels (The Prom).
El valor sentimental de los objetos
La única conexión que le queda a una mujer con su difunto marido es un coche antiguo. 30 años después de que llegara sus vidas, Stephanie se enfrenta a la difícil decisión de venderlo y despedirse de su antiguo amor para siempre. "Creo que si se ha muerto alguien a quien querías, las cosas que te han escrito o te han dado cobran un significado", explica Minnie Driver sobre la peculiar premisa sobre la que está construido su episodio en Modern Love. La actriz tiene su propio objeto sentimental favorito. "El jersey que tengo de mi madre todavía huele a ella. Siempre solía coger prestada su ropa y ahora que ya no está, sus cosas se han convertido en una especie de tótem de mi amor por ella".
Después de vivir romances en la gran pantalla en películas como Hechizo del corazón o El indomable Will Hunting, la actriz sigue enamorada del amor. "No me gusta el sentimentalismo cursi, pero me encanta el romance de personas reales y relaciones reales. Me gusta ver cómo todos somos seres humanos caóticos que intentamos resolver esto lo mejor que podemos. Y me gusta el hecho de que sigamos intentándolo". En el cine, Driver tiene una debilidad: "Sonrisas y lágrimas. Me encanta la idea de que una monja pueda renunciar a Dios en favor del sexo, el amor y un capitán sexy. Me pone muy contenta que María pueda ser una madre maravillosa y una cantante increíble", bromea entre risas.
En la vida real también ha vivido sus propias aventuras sentimentales. "Me he subido a muchos aviones para llegar a lugares realmente extraños sin tener mucho dinero o la ropa adecuada. Una vez me presenté en las montañas siguiendo a un chico con un par de pantalones cortos y una camiseta, pero quizás lo más loco que he hecho es querer a alguien con el que sabía que realmente no podía llegar a tener una relación sentimental. Me dio igual". Con la historia de Stephanie también ha aprendido nuevas lecciones. "Me encanta ese mensaje de que sigue habiendo amor después de la muerte y que incluso cuando piensas que la muerte es el final y que tu corazón se va a romper, es posible navegar por el dolor y volver a amar".
Encontrar el lado alegre de la vida en mitad del drama
Dos padres, después de estar divorciados durante varios años, reavivan su amor de forma casual hasta que uno de ellos recibe un diagnóstico médico que les cambia la vida. Después de viajar al pasado en sus últimos proyectos, Sophie Okonedo y Tobias Menzies regresan a la actualidad para dar una vuelta al subgénero del drama romántico con enfermedades. El mayor reto, sin embargo, fue interpretar a una pareja con una relación que se alargaba casi treinta años en el tiempo.
Los actores no habían trabajado juntos nunca. "Tuvimos una semana para conocernos. Lo más difícil fue dar con esos detalles de la vida pasada que tenían que surgir de la atmósfera que había entre nosotros. Pasamos tiempo juntos conociéndonos y profundizando en el guion. Afortunadamente, no nos odiamos del todo", ríe la pareja de Olivia Colman en la ficción histórica de Netflix. "Eso ayudó mucho. También teníamos frases muy bonitas de Kiran Carney, el autor del episodio. Y luego ya cruzas los dedos para que todo salga bien".
Después de explorar en la primera temporada la conexión entre una inquilina y el portero de un edificio de Nueva York o la necesidad de amarse a uno mismo para poder amar a alguien, contar la historia de un matrimonio frustrado que lima sus diferencias podría parecer un paso atrás en el retrato de historias modernas. O no. Menzies cree que el episodio habla de un amor contemporáneo porque "son dos personas que comparten la paternidad juntos y que viven cerca para adaptarse a sus hijos, hablar en la ficción desde una pareja que está separada y que confirma que la familia es algo reciente y nos recuerda que el amor, la familia e incluso el matrimonio han cambiado".
Amoldarse (o no) a John Carney
Además de ejercer como showrunner de la producción, John Carney ha dirigido tres y escrito dos de los ocho episodios que forman la nueva temporada. No todas las experiencias con sus actores fueron igual de fáciles. Okonedo destaca la sincronía entre todos, desde su compañero de escena al propio director. "A veces llegas a un rodaje y no todo el mundo está en la misma página. A veces la gente interpreta cosas distintas de la misma historia, pero aquí todos queríamos retratar lo mismo: algo que sea significativo, auténtico y real, pero que también tenga una sensación de ligereza", señala la actriz. "Cambiamos algunas cosas, improvisamos un poco y luego volvíamos al guion. Siempre hubo flexibilidad para ir probando cosas".
El proceso entre Minnie Driver y Carney, que también había escrito el guion del episodio, no fue tan fluido. "John y yo teníamos una idea de este personaje diferente, y sentí que había momentos más emocionales de los que él pensaba que había", reconoce la actriz antes de indagar más en sus choques con el director irlandés. "Me fue realmente difícil para mí entenderlo porque quería hacerlo a mi manera y sigo pensando que podría haberse hecho de otra forma, pero también quiero respetar y hacer posible la visión del director con el que estoy trabajando. John es realmente apasionado y me gusta trabajar con alguien con el que chocas. Si sale bien, te convierte en mejor actor".
Los dos lados de la misma historia
"No había dirigido nunca antes y ni siquiera me lo había planteado", reconoce Andrew Rannels. El compañero de piso de Lena Dunham en Girls se pasa al otro lado de la cámara para llevar a la pantalla una de las dos columnas que él mismo escribió para la famosa sección del New York Times. El actor se decantó por la primera de ellas, el recuerdo de un encuentro sexual de una noche que se vio truncado hace veinte años por una llamada de teléfono y una crisis familiar.
"Pensé que había algo pequeño e íntimo en esa historia", aclara Rannels cuando le preguntan por qué eligió esa historia en particular. "La columna original está escrita a partir de una experiencia muy personal. No quería imaginarme qué podría haber pasado por la mente del chico con el que pasé esa noche, pero en el contexto de la dramatización me di cuenta de que sí podía explorar cómo él había vivido lo que sucedió. Poder contar los dos lados de la misma historia fue un ejercicio muy estimulante". Durante una noche en principio intrascendente, somos testigos de cómo dos personas recuerdan los mismos eventos.
Rannels confió en su director de fotografía, Yaron Orbach, y un viejo amigo con el que había coincidido en numerosos episodios de Girls y que también firma un episodio en esta temporada de la serie de Amazon, el director Jesse Peretz, para sacar adelante el reto de dirigir por primera vez. Tras perder la virginidad, está deseando volver a la silla de director. "Me gustaría seguir contando historias queer, estén basadas o no en experiencias personales".
A punto de cumplir 43 años, el actor celebra la evolución de las historias LGTB+. "Cuando estaba empezando mi carrera en televisión no había demasiadas oportunidades. Ha sido muy emocionante ver cómo han cambiado las cosas en los últimos diez o quince años. Antes siempre eran dramas sobre enfermedades o salidas del armario… y ya. Ahora hay más espacios y posibilidades para que la gente queer cuente sus historias".
El amor después de la guerra
Después de conocerse por casualidad en la oficina de un psicólogo, un exmarine y un ama de casa entablan una conexión especial cuando descubren que sus respectivas parejas están teniendo una aventura amorosa. Garrett Hedlund (En la carretera) y Anna Paquin (True Blood), dos actores acostumbrados a moverse en terrenos dramáticos, son los protagonistas de una atípica historia de dos personas unidas por el destino y la traición.
"Había algo muy humorístico en la conexión que surge entre ellos. Ninguno de los dos habíamos hecho últimamente historias que fueran demasiado alegres", explica Hedlund. "Lo que más me gustó de la historia es lo que cualquier amante de las historias románticas y del propio amor destacaría: cómo dos personas se encuentran en un momento muy concreto de sus vidas y encuentran en el otro justo la clase de mirada que necesitaban".
Hedlund ya había interpretado en películas como Mudbound a soldados que sufrían un trastorno de estrés postraumático después de volver de la guerra. El tono, sin embargo, es muy distinto. "Es una forma de explicar su actitud ante el día a día, siguiendo un plan preestablecido hasta el punto que se convierte en un obstáculo para su vida. Le ha impedido encontrar el amor o el amor que más le convenga", aclara el actor descubierto en Tron Legacy. "Hay algunos elementos de fantasía para explicar de una manera un poco más colorida lo que le pasa a través de alucinaciones visuales que, por suerte, no son necesariamente traumáticas. Es una exploración más cómica de lo que suele aparecer en este tipo de historias. Es lo que más me llamó la atención del personaje".
Hay todo tipo de historias en la segunda temporada de Modern Love. La que protagonizan Hedlund y Paquin es un relato sobre las segundas oportunidades, la pérdida y el amor. "Cuando una puerta se cierra, nunca piensas que otra se abrirá de nuevo, pero nunca deja de sorprenderte que la siguiente puerta que se abre sea más grande y más hermosa de lo que jamás hubieras imaginado".
Durante el rodaje del episodio dirigido por John Crowley (Brooklyn), los actores se dieron cuenta de que tenían más cosas en común de las que pensaban. "Estuvimos hablando de nuestras vidas y descubrimos que estábamos más unidos cuando nos confesamos mutuamente que a veces éramos algo extraños socialmente", admite Hedlund. "Nos divertimos. Hicimos el tonto. Entramos en terrenos incómodos". El actor está deseando que la gente pueda ver lo que han hecho juntos en Modern Love. "Creo que no ha habido nunca un mejor momento que este para abrir nuestros corazones a esta clase de historias".
También te puede interesar…
• 5 razones para ver 'The Thick of It', la magnífica sátira política británica que dio origen a 'Veep'
• '¿Qué pasaría si... ?', una entretenida antología que reimagina el universo Marvel