Jeremy Allen White recibió hoy el segundo premio Emmy por su carrera, nuevamente como actor protagonista de comedia por The Bear, reconocimiento que ha ganado de forma consecutiva en las últimas dos ediciones.

El premio fue también el segundo de la noche para la serie de FX, que consiguió, además, el de mejor director, para Chris Storer; mejor secundaria para Liza Colón-Zayas; y mejor secundario para Ebon Moss-Bachrachz. En el momento de publicar este texto aún no se ha entregado el de mejor comedia del año, categoría en la que The Bear es favorita junto a Hacks.

Durante el discurso de agradecimiento de Allen White, los espectadores que estaban siguiendo la retransmisión en directo de ABC en Estados Unidos vieron como parte de sus emotivas palabras eran censuradas.

"Gracias, gracias, muchas gracias", dijo el actor al subir el escenario. "Se me sale el corazón del pecho". 

"Chris y Joe, gracias por elegirme", continuó, refiriéndose a Christopher Storer y Joanna Calo, creadores de la serie. "Soy tan, tan, tan afortunado. Estoy muy agradecido".

"Gracias a vosotros", dijo dirigiéndose a sus compañeros de escena. "Mi hermoso reparto, os quiero siempre. Me encanta trabajar con vosotros y quiero que estemos en la vida del otro para siempre. Os quiero mucho".

White fue entonces brevemente censurado. En la pantalla se vió como dijo algo inaudible mientras miraba hacia la cámara. Una vez que volvió el sonido, los espectadores en casa pudieron escuchar algunas risas surgir de la audiencia, mientras él procedía a destacar cómo la serie "cambió su vida".

"La fe me ha inculcado que el cambio es posible, que el cambio es posible si eres capaz de tender la mano", continuó. "Nunca estás realmente solo".

A continuación, el actor dio las gracias a sus padres y a su hermana Annabelle, su acompañante en la gala. La música comenzó a sonar mientras se apresuró a concluir su discurso.

Según ha informado Indiewire, medio que está presente en el Peacock Theater, lo que no se oyó en la retransmisión televisiva, que se retrasa unos segundos para estos imprevistos, fue a White pronunciando un improvisado "¡Jesucristo, OK!", exclamación que puede ser considerada como blasfemia.