Entre las últimas noticias que despidieron el 2023, una de las más llamativas fue la salida de la cárcel de Gypsy Rose Blanchard. La joven ha cumplido siete de los diez años de condena después de declararse culpable de planear el asesinato de su madre Clauddine “Dee Dee” Blanchard, que durante años convenció a todos de que su hija estaba enferma cuando en realidad no lo estaba.
"Hola a todos, soy Gypsy. Soy libre por fin”, declaraba hace unos días desde su cuenta de Instagram. “Solo quería grabar un vídeo rápido para agradeceros a todos la enorme cantidad de apoyo que he recibido en redes sociales, todos habéis sido muy, muy amables y me habéis apoyado, y lo aprecio de verdad. Es genial estar en casa. Estoy de vuelta en Luisiana, disfrutando de un hermoso día al aire libre y muy pronto sucederán muchas cosas maravillosas".
La exconvicta habló algunos de sus próximos proyectos, como su serie documental The Prison Confessions of Gypsy Rose Blanchard, que está producida por Lifetime, y también de su libro Released: Conversations on the Eve of Freedom. “No es una repetición de todo lo que pasó, es más bien un reflejo de todo lo que he aprendido y experimentado en los últimos ocho años y medio”, expresó en el mismo vídeo.
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El turbio caso real
Gypsy Rose Blanchard creció junto a su madre Clauddine “Dee Dee” Blanchard, aunque no tuvo una infancia tranquila ni sencilla. Desde que nació en 1991, su madre comenzó a afirmar que tenía problemas de salud.
Cuando cumplió los ocho años, Clauddine Blanchard dijo que su hija padecía leucemia y distrofia muscular y también comentó que necesitaba una silla de ruedas y alimentarse a través de una sonda, además de enumerar entre los síntomas otros muchos como convulsiones, asma y discapacidades auditivas y visuales.
Los expertos creen que el comportamiento de Clauddine se debía a que sufría un trastorno mental conocido como el síndrome de Münchhausen por poder y que como siempre había querido ser cuidadora, fingió que su hija estaba enferma.
Debido a las declaraciones de Clauddine, a Gypsy le recetaron una gran de medicamentos y tuvo que dormir usando un respirador. También pasó por múltiples cirugías, incluyendo procedimientos en los ojos y la extirpación de las glándulas salivales. Por si fuera poco, cuando los dientes de Gypsy se pudrieron, tal vez por los medicamentos que tomaba o por la falta de glándulas salivales, se los arrancaron.
Sin embargo, la verdad era que Gypsy era una chica completamente sana que podía caminar perfectamente y que ni necesitaba alimentación por sonda ni tampoco tenía cáncer.
La sociedad confió en Clauddine Blanchard
Las pruebas médicas a menudo mostraban resultados no concluyentes o contradictorios con respecto a los diagnósticos de Gypsy, pero su madre dejaba de ver a cualquier médico que cuestionara las dolencias de su hija y muchos de los cuidadores dejaron de cuestionarla debido a que tenía cierta formación como enfermera.
La progenitora podía describir con precisión los síntomas y, a veces, le daba a Gypsy medicamentos para imitar ciertas condiciones y además era aparentemente una persona encantadora y que quería a su hija. Además, todos los que se atrevieran a dudar serían señalados, incluyendo la propia familia de ambas, de la que se alejaron Clauddine Blanchard y su hija en cuanto empezaron a hacer preguntas.
Mudanza a Missouri
En un momento dado, Clauddine Blanchard afirmó haber sido víctima del huracán Katrina, por lo que ella y Gypsy recibieron asistencia para poder mudarse de Luisiana a Missouri. Allí, continuaron las citas médicas y el huracán se utilizó como excusa para justificar la pérdida de los expedientes médicos.
Además de poder mudarse a una casa adaptada para el acceso en silla de ruedas, Gypsy y Dee Dee también recibieron dinero de organizaciones benéficas para ir a conciertos e incluso viajar Disney World.
Cuando Gypsy cumplió 14 años, visitó a un neurólogo en Missouri, que sospechó de la estrategia fraudulenta de su madre. Sin embargo, este especialista nunca denunció su caso a las autoridades.
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En entrevistas posteriores, declaró que no había pruebas suficientes para intervenir y en 2009, se presentó un informe anónimo a las autoridades indicando que los relatos de Clauddine sobre las dolencias de Gypsy no tenían base médica real. Esto dio pie a que dos asistentes sociales visitaran su casa, pero la madre de Gypsy les acabó convenciendo.
A medida que Gypsy crecía, su madre comenzó a mentir también sobre su edad, llegando incluso a alterar las fechas en el certificado de nacimiento de Gypsy para que su hija pareciera más joven. Pero Gypsy había dejado de ser una niña y cada vez era más difícil de controlar.
Un trágico desenlace
En 2011, Gypsy intentó alejarse de su madre huyendo con un hombre que al había conocido en una convención de ciencia ficción. Pero pronto los localizó a través de algunos amigos en común y convenció al hombre de que Gypsy era menor de edad, aunque en realidad tenía 19 años.
Según Gypsy, Clauddine destrozó su ordenador y también la inmovilizó físicamente y la ató a su cama después de que volviera a casa. Además, Gypsy también ha llegado a declarar que su madre a veces la golpeaba y se negaba a darle de comer.
Un día, Gypsy conoció por Internet a Nicholas Godejohn y le contó cómo actuaba su madre. Terminó pidiéndole que la matara para que pudieran estar juntos y en junio de 2015, Godejohn fue a su casa y apuñaló a Clauddine mientras Gypsy le esperaba, con las orejas tapadas, en el baño. Ambos se fueron entonces a Wisconsin, donde fueron encontrados por la policía.
Diagnóstico real
El Dr. Marc Feldman, un experto en el síndrome de Münchhausen por poder, dijo sobre la vida y las acciones de la madre de Gypsy: "El control era total en el mismo sentido en que se ejerce el control de una víctima secuestrada. Su hija era, en esencia, una rehén, y creo que podemos entender el crimen que ocurrió posteriormente en términos de un rehén que intentaba escapar".
Como los registros médicos de Gypsy documentaron el abuso al que había sido sometida, su abogado pudo llegar a un acuerdo de culpabilidad por los cargos a los que se enfrentaba por la muerte de su madre. En 2016, se declaró culpable de asesinato en segundo grado y fue sentenciada a 10 años de prisión. Y por su parte, Godejohn fue declarado culpable de asesinato en primer grado en 2018 y sentenciado a cadena perpetua.
6 series y documentales para saber más
El caso de Gypsy Rose Blanchard es uno de los crímenes más famosos en Estados Unidos y también es el centro de algunas ficciones y documentales especialmente recomendados para los amantes del true crime.
El primero de ellos es Love You To Death, una película de Alex Kalymnios que protagonizan Marcia Gay Harden y Emily Skeggs. Dura 90 minutos y explora el caso desde la aparentemente perfecta relación de una madre y su hija adolescente hasta el radical giro final de la historia.
Después está el especial de tres episodios Gypsy’s Revenge, una producción documental de Investigation Discovery centrada en investigar a través de documentos judiciales y entrevistas policiales cuáles fueron las motivaciones de Gypsy y su novio Nicholas Godejohn para planear el asesinato de Clauddine.
Por otro lado, el episodio del programa 20/20: The Story of Gypsy Rose Blanchard es un especial sobre el caso que se enfoca en el fraude económico que rodea a la historia, ya que la madre de Gypsy recaudó miles de dólares en donaciones por la supuesta enfermedad de su hija.
Además, en HBO Max está Madre muerta y querida, un documental dirigido por Erin Lee Carr que cubre el caso al completo e indaga una de las patologías más polémicas que existen: el síndrome de Münchhausen por poder.
En 2019 se estrenó en Hulu The Act -aunque en España no está disponible en streaming-, una miniserie ganadora del Emmy y el Globo de Oro de la que destacar el papel interpretativo de Patricia Arquette como Clauddine.
Y por último, cabe destacar el estreno de la docuserie The Prison Confessions of Gypsy Rose Blanchard, que llega a Lifetime y presenta a Blanchard en prisión en vísperas de recibir la libertad condicional mientras relata cómo se sintió obligada a seguir siendo una niña, prisionera de su propia madre y la decisión que acabó tomando para sobrevivir.