La película Verónica, de 2017, escribió su nombre con letras de oro en el cine español y también en el de terror. En ella, el director Paco Plaza narraba, de forma libre, el caso del Expediente Vallecas, según el cual una joven murió en Madrid en los años 90 después de haber jugado con una tabla de ouija, y de que en su casa se manifestasen todo tipo de fenómenos extraños.
En aquel largometraje conocimos, además de a Verónica y a su familia, a la Hermana Muerte (Consuelo Trujillo), una monja ciega que parecía ser una gran sabedora del más allá (y de los eclipses). Ahora hemos podido conocer más de este personaje a través de Hermana Muerte, la nueva película de Plaza, que se estrenó en Netflix el pasado 27 de octubre.
Así, este spin-off de Verónica nos traslada a la España de la posguerra, y nos cuenta cómo la Hermana Muerte fue en su día una niña que veía (o creía ver) apariciones celestiales, y que en su juventud acabó ingresando en una orden religiosa. (A partir de aquí, el artículo contiene spoilers).
Así, sor Narcisa (Aria Bedmar), antes de ser la Hermana Muerte, sintió una presencia extraña en el convento donde viven otras monjas y un montón de niñas. Poco a poco, descubre que esos fenómenos se deben al espíritu de la hermana Consuelo, a quien violaron durante la Guerra Civil y tuvo una hija. Esa niña nunca salió de las paredes que la vieron nacer, por vergüenza al origen de su concepción, y ni siquiera accedieron a llevarla al médico un día que tenía mucha fiebre. Tras un aciago accidente, la pequeña fallece en una bañera. La hermana Consuelo entonces decidió quitarse la vida, ahorcándose en su celda.
Paseando por los jardines del convento, sor Narcisa encuentra la tumba de la monja, que resulta llamarse Consuelo Albelda. Un apellido que le será familiar a los amantes de la obra de Paco Plaza. Y es que en la película [REC], el padre Albelda era el encargado de realizar el exorcismo a la niña Tristana Medeiros. El personaje nunca salió físicamente en las películas, solo se oía su voz y alguna foto, así como su cadáver, en la segunda parte. Así, era fácil imaginar que la monja y el sacerdote mantienen algún tipo de relación familiar, algo que su director ha confirmado a través de las redes sociales.
De esta forma, Hermana Muerte y Verónica pertenecen al mismo universo en el que se desarrolla la saga de [REC]. Algo similar a lo que ocurre, por ejemplo, con la saga Expediente Warren, que expandió su universo a través de las películas de Annabelle y La Monja, pero también con La llorona.