"No creo que se pueda hacer una película para todo el mundo, yo prefiero crear una conexión emocional más fuerte con menos gente. [...] Es muy bonito ver que llega a muchas más personas de lo que esperaba. Todavía no sé qué es lo que ha pasado". Así respondía Charlotte Wells (Edimburgo, 1987) tras ser preguntada sobre la acogida de su ópera prima, Aftersun. Una sencilla, pero sentimental, propuesta que aborda la relación entre un padre (Paul Mescal) y una hija (Frankie Corio) durante un viaje a Turquía en los años 90. Planos con olor a sal marina y luces nostálgicas para abordar la historia de la propia directora con su figura paterna, que falleció cuando ella era apenas una niña.
El fenómeno de Aftersun va más allá del elogio generalizado de la crítica -The Guardian la considera la mejor película de 2022-. Es un debut bañado en oro para Wells. Cuatro nominaciones a los BAFTA -que resultan hasta insuficientes- y otra para Mescal en la categoría de 'Mejor Actor' en la próxima ceremonia de los Premios Oscar. Más allá del beneplácito de los académicos, el debut cinematográfico de la escocesa se ha convertido en el refugio audiovisual de la generación que usa Letterboxd y comparte sus gustos cinematográficos entre tuits y posts de Instagram. No en vano, el reclamo de Mescal tras su participación en Normal People bien vale una ola de aplausos de la grada millennial.
Cinco semanas después de hacer la promoción de la película en España -un país que Wells representa en la cinta con la Macarena y con una icónica frase en la que Torremolinos es protagonista-, las cifras de espectadores superan las expectativas de la distribuidora. "Contraprogramamos a Avatar", declara a EL ESPAÑOL Enrique Costa, de Elastica Films, la encargada de traer Aftersun a las salas de cine del país.
El 16 de diciembre, el largometraje competía con "los hombres azules y poco más", de ahí que la distribuidora considerase la fecha como idónea para su estreno. "No todo el mundo quiere ver las películas mainstream", indica Costa. "Las películas buenas son buenas, pero el trabajo del distribuidor independiente es darle valor añadido y una mayor visibilidad", añade.
Aftersun ha superado los 52.000 espectadores en España desde entonces, una cifra a destacar teniendo en cuenta que en Elastica Films "la barrera era superar los 30.000". Más allá de los datos, "la película no sólo no perdía espectadores, sino que ganaba más semana tras semana". Costa explica los parámetros de medición del éxito de un largometraje en salas: lo "normal" es que se pierda entre el 35 por ciento y el 60 por ciento de la audiencia cada siete días, situación que no se ha dado con la cinta de Wells. "El fenómeno no lo teníamos muy controlado", bromea.
"La película no sólo no perdía espectadores, sino que ganaba más semana tras semana"
El retorno de la recomendación
Calum (Paul Mescal) baila el Under Pressure de Queen y David Bowie en una de las escenas más nostálgicas y laureadas del largometraje. Durante una hora y media el espectador se abre a permanecer con un nudo que atravesará su garganta sin compasión. La ternura de la relación filio-paternal se junta con la trastienda de los problemas mentales de él. Sin spoilers, y para aquellos que hayan tenido la oportunidad de verla, la escena del karaoke en el hotel turco ideado para el turismo británico más chabacano rompe casi tantos corazones como Justin Bieber en su época dorada.
Aftersun exprime la idea de que los recuerdos son capaces de contradecir la realidad. A través de dicho sentimiento, una Sophie (Frankie Corio) adulta consigue saldar cuentas con las emociones de su padre que rechazó en su adolescencia. Ya sea porque habla de un círculo vital en el que el crecimiento se traduce en comprensión, la película ha calado en la generación de la directora. "Empezaron a enamorarse", describe Enrique Costa. "Lo que a nosotros nos parecía obvio muchos meses atrás empezaba a cumplirse", apostilla.
Desde Elastica Films se dieron cuenta de dos cosas antes del estreno: que había gente que quería ver la película y que "era la gente joven quien quería hacerlo". Los números respaldan la afirmación de la distribuidora. Según datos de Comscore -actualizados a 22 de enero-, el debut de Charlotte Wells ha recaudado 321.971 euros en taquilla con un total de 52.571 espectadores.
"Los primeros asistentes habéis hablado de ella y si, de repente, en redes sociales te empiezan a aparecer referencias constantes de la película que tu amiga periodista te ha recomendado, pues quizá empiezas a tener un poquito más de interés", responden desde Elastica Films. "El boca a boca es fundamental. El sábado de la quinta semana fue el mejor resultado". Costa se enorgullece al explicar que, en la actualidad, en las pausas de café empresariales "ya no sólo se recomiendan series", también obras como Aftersun. "Eso es muy bonito", incide.
Teniendo en cuenta que sólo hay 35 cines proyectándola en España y que está en V.O.S.E. (Versión Original Subtitulada en Español), ha cosechado mejores números que algunas películas españolas como La Maternal, de Pilar Palomero, Mantícora, de Carlos Vermut, Un año, una noche, de Isaki Lakuesta o No mires a los ojos, de Félix Viscarret. También ha tenido cifras más boyantes que otras dos cintas distribuidas por Elastica, El Agua, de Elena López Riera, y Pacifiction, de Albert Serra y recientemente nominada a nueve Premios César, los galardones por antonomasia del cine galo.
La 'Superpop' del cine independiente
La costumbre de forrar la carpeta escolar con imágenes de los ídolos adolescentes quedó relegada a la esquina de la estantería que siempre coge polvo. De mantenerse viva, Aftersun estaría representada en ella. Más allá de la generación de 'chicas Sally Rooney' que viven absorbidas por Paul Mescal y por cualquier tipo de narrativa que incluya a una joven en búsqueda de su superyó existencialista, la película ha salido del círculo indie en el que fue concebida.
"Está bien que esté 'Avatar', pero también es una excelente noticia que el cine independiente florezca"
"La película ha conseguido visibilidad, no sólo en las dos ciudades más importantes en cuanto a taquilla, también en otros puntos de España", indica Costa. Pese a ello, desde Elastica consideran que el hecho de que no esté doblada les ha quitado público y que, todavía "quedan muchas calles, muchos pueblos y muchas ciudades" a las que llegar con su catálogo. "Hemos hecho 50.000 espectadores, es un dato para destacar, pero hay millones de personas en España", añade.
Procede a enumerar una serie de historias que ejemplifican el reclamo de la película de la joven directora escocesa. La primera, en A Coruña, en Cines Cantones. "La gente en redes sociales la empezó a pedir", comenta, un deseo que trasladaron a los dueños, que finalmente apostaron por incluirla. En otra situación que pone de relieve el interés que ha despertado en España, Costa compara los datos cosechados aquí y en Alemania, que también estrenó Aftersun el 16 de diciembre. "Nosotros estamos, no sólo haciendo más dinero que ellos, también más espectadores, cuando ellos salieron con el doble de copias", lo que hace que el debut de Wells sea una especie de "fenómeno local" en nuestro país.
Tras el éxito, las dudas de si una mayor apuesta hubiese agrandado sus números. “Si hubiéramos doblado Aftersun” para que llegase a más cines y lugares, "esas copias hubiesen muerto en manos de los hombres azules", responde Costa en referencia a la competencia con James Cameron en la taquilla. "Creo que ha estado en los lugares apropiados", apostilla."Está bien que esté Avatar, es una excelente noticia que tenga tantos espectadores, pero también que el cine independiente florezca".
Los recientes estrenos de Living, Holy Spider y Decision to leave confirman que el cine indie "no sólo consigue atraer a un público joven en sus primeras semanas, también al adulto que parecía que habíamos perdido". "Es muy gratificante pensar que no es la única película que funciona", relata Costa.
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El reclamo lo tiene, también el beneplácito de la crítica y de la audiencia, pero algunos han destacado la falta de nominaciones de Aftersun en los Premios Oscar o los BAFTA. Sobre todo, en la categoría de 'Mejor Película'. "Hay veces que parecen correctas, otras un poco desproporcionadas a tu favor y otras un poco injustas", cuenta Enrique Costa, que prefiere no interferir en las decisiones de los académicos. Al final, y lo más importante, es que las nominaciones hacen que su auge en salas se mantenga.
Lo que sí "preocupa" a la distribuidora es que una de sus películas, Pacifiction, de Albert Serra, haya conseguido nueve nominaciones en los César y ninguna en los Goya. "Tenemos que mirarnos más al ombligo, no es lógico", indica descontento.
Elastica Films define su trabajo como una operación final que consigue hacer llegar las películas a su audiencia objetiva, una labor gratificante, sobre todo, cuando se dan resultados como los de la cinta de Wells. "Es el público el que, de una forma pasional, nos permite seguir soñando con que las salas de cine puedan renacer de sus cenizas", concluye.