La primera serie española de Starzplay ya es una realidad. Todos los domingos se estrena un nuevo episodio de un thriller que presenta otro aliciente que no debería pasar desapercibido. Express es la reunión de Iván Escobar y Maggie Civantos, es decir, el cocreador y showrunner y la protagonista de Vis a vis, respectivamente. Si la transformación era el eje de una serie que sirvió de campo de pruebas para el futuro fenómeno de La casa de papel, su continuación gira alrededor del miedo y las peligrosas consecuencias que puede generar en el día a día de occidente.
El auge de los secuestros exprés es el punto de partida de un adrenalínico thriller que plantea una realidad inquietante desde un futuro incierto que podríamos tener más cerca de lo que nos gustaría. En su regreso a la televisión después de los finales de Las chicas del cable y Vis a vis, la actriz malagueña interpreta a una psicóloga criminal que, después de sobrevivir a un traumático secuestro, empieza a trabajar como negociadora en casos similares al suyo. Descubrir quién está detrás de su asalta y por qué se convirtió en una víctima puede ser un viaje de no retorno, para ella y para su familia.
El pasado mes de mayo, SERIES & MÁS estuvo en el rodaje del estreno en España de Starzplay para hablar con la líder de una serie coral en la que también están Vicente Romero, Kiti Mánver, Omar Banana y Loreto Mauleón, la revelación de Patria. Su cambio de look, el escenario distópico que presenta Express y la búsqueda de la psicología de una psicóloga criminal son algunos de los temas que surgen en nuestra conversación.
¿Por qué decidiste volver a la televisión con Express?
Me llamó la atención la combinación de géneros y sobre todo el personaje. Bárbara es un personaje muy profesional, pero también muy contradictoria. Es una psicóloga que no aplica nada de lo que realmente sabe a nivel profesional. A nivel familiar su vida se desmorona por culpa de su personaje. Es una mujer con mucha complejidad, muchas capas y eso es algo con lo que a cualquier actriz le gusta trabajar. Son dos tramas que confluyen a mitad de temporada. El thriller y lo familiar coinciden y ya se va arrastrando a final de temporada. Todo pasa de forma muy orgánica. De los guiones lo que más me impresionó fue la complejidad del personaje y esa combinación de géneros.
¿Qué debería saber del personaje el público antes de sumergirse en su historia?
Todo eso se va descubriendo, pero hay una cosa muy premeditada en el personaje. Para ella todo empieza con una tesis que hace en la universidad. En el primer capítulo vemos que su sueño se hace realidad cuando una persona lo ha escenificado. Ella se debate entre la ley y la ilegalidad, porque lo que va a hacer finalmente es ilegal. A pesar de ser una mujer que siempre ha estado a favor de la ley, por un fallo de protocolo tiene un trauma: ella ha sido secuestrada. Entiendes perfectamente que ella decida saltarse la ley: ha dejado de creer en el sistema y por eso empieza con este proyecto de crear un grupo de intervención en caso de secuestros porque el trabajo de la policía no es suficiente. Esto se plantea en el primer capítulo y se va arrastrando toda la temporada.
Hay una imagen muy recurrente en la serie. ¿Qué representa el maletero para Bárbara?
Representa el útero materno. Toda la serie está salpicada de momentos en las terapias en los que vamos entrando en la mente de Bárbara y Santa, su marido. Ella explica que en ese momento en el que vio la muerte, vio también la vida. Por eso le gusta encerrarse en un maletero, es donde conectó con su infancia, con el útero, con una madre a la que llega a perdonar... Es muy bonito jugar con esa contradicción. Yo lo he probado como Maggie y se está muy a gusto (ríe).
¿Crees que esta serie podría pasar de verdad en la sociedad española?
Yo creo que podría pasar. Después de esta pandemia, me espero cualquier cosa ya. Al margen del tema de la serie, creo que hay otro tema latente que es el miedo. Da igual que sean secuestros exprés, estamos hablando de la manipulación del miedo en la sociedad y cómo ésta reaccione y se generan sistemas para combatir ese miedo. Esto hace que sea muy universal, muy anacrónico y muy real.
Repites con Iván Escobar, el creador de Express, después de Vis a vis. ¿Te da tranquilidad saber que te escribe alguien con el que has trabajado ya?
Sobre todo es una cuestión de confianza. Los equipos funcionan muy bien cuando los compañeros se fían entre sí. Hay buen diálogo entre ambas partes. No siempre tienes la oportunidad de hablar con ellos. Con Antonio Sánchez e Iván hemos hablado mucho desde el principio y tienen en cuenta la opinión de los actores. Agradezco mucho esto porque ellos lo escriben, pero nosotros lo encarnamos. Que escuchen nuestras propuestas me gusta mucho porque es la mejor forma de trabajar en equipo.
¿Cómo ha sido crear a Bárbara?
El personaje está muy definido. Ellos saben que le puedo aportar el punto dramático, pero aquí creo que incluso le hemos quitado todo el victimismo posible. No lo hemos hecho adrede, pero también hay costumbrismo porque el propio guion lo pedía. Bárbara no es un personaje extremo en la construcción. Hemos hablado más de la psicología del personaje para crear una historia que es realista a pesar de que pueda haber tintes futuristas por el tema del Domo y demás. Hemos tenido conversaciones sobre el trauma del pasado del personaje. Gabe Ibáñez, uno de los directores, me pasó muchísimos documentos de psicología. Me compré libros del tema para tener más seguridad con el personaje. No iba a hacer un curso, pero sí me ayudó tener libros de psicología criminal a mano. Tuve un mes para prepararme. Estuve hablando con un primo que es policía nacional y está estudiando criminología. Hice estudio de campo y luego tuve conversaciones con los guionistas para que ellos entendieran la psicología que yo quería darle al personaje.
Ya trabajaste con Kiti Mánver en Las chicas del cable. La dinámica entre Ortega y Bárbara es una de las claves de la serie.
Siempre me hace mucha ilusión trabajar con Kiti. Es una mujer muy fácil, muy de verdad. Es una actriz de la que aprendo, no solo en la forma de trabajar, sino en la forma de comportarse en el set. De su profesionalidad, su naturalidad y su sencillez sin divismos ni complicaciones, que creo que de ahí es donde hay que trabajar. Bárbara no sabe realmente las intenciones de Ortega. No es que confíe del todo en ella, pero es la persona que le está dando la oportunidad de su vida. Es muy difícil darte cuenta cuando no quieres darte cuenta.
Bárbara supone un cambio de look radical respecto a Maca. ¿Fue algo deliberado?
Necesitaba salir de esa imagen de rubia. El personaje de Macarena en Vis a vis, por mucho que haya hecho otras cosas por el medio, ha sido lo que más me ha identificado. Creo que es algo que tenía que hacer, aunque fue propuesta de Iván. Recuerdo que en la primera reunión me lo dijo y estuve a bordo inmediatamente. A veces un cambio de imagen ayuda, sobre todo cuando no puedes hacer una construcción muy extrema del personaje porque es una historia más realista y psicológica. Es como si de repente hubiera querido coger peso porque encajaba con el personaje. Aquí no podía hacer eso porque Bárbara es un personaje comido por los nervios, no está bien y sufre ansiedad. Yo estaba encantada, somos actores para transformarnos.
En Vis a vis compartías el protagonismo con Najwa Nimri. Express es la historia de Bárbara. ¿Es algo que te afecta a tu trabajo?
Me pasó los dos primeros días. Venía de un parón largo y los primeros días estaba muy nerviosa. Estaba encajando todavía el personaje y, por mucho que ensayes, hasta que no estás en el rodaje y escuchas la palabra acción no tienes la seguridad de lo que estás haciendo. Luego no se me pasó eso por la cabeza. Creo que ha sido más por la cuestión protocolaria de la pandemia. Eso sí me ha estresado más: no podía ponerme enferma, ni estar en contacto con un positivo. Ha sido más eso que lo otro. Para mí sí es importante hacer equipo y que todos estuviéramos a gusto. Creo que eso sí recae más sobre el protagonista, porque le toca trabajar con todos. La que está en contacto con todos tiene que generar buen rollo, pero la presión se olvidó rápido.
Te tomaste más de un año de descanso antes de Express. Antes habías encadenado varias series y películas. ¿Fue algo deliberado?
Creo que también es cuestión de encontrar el proyecto adecuado. Me alegro de haberlo hecho porque si no, no hubiera podido estar haciendo de Bárbara. Hubo proyectos que se cayeron, una película que se pospuso… Cuando haces personajes con tanto peso y complejidad como Maca, a veces es mejor esperar. No es cuestión premeditada para fuera. Es más preguntarme qué tipo de personaje qué quiero hacer. Por suerte estamos en un buen momento para las mujeres. Cada vez tenemos más presencia con personajes muy interesantes. Lo que pasa es que no todos son así y tienes que esperar a que llegue el adecuado. Para mí Bárbara lo está siendo.
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