Empezar por el final es un recurso muy usado en la ficción con diferentes objetivos y resultados, pero en el caso de Dr. Death, más que un juego narrativo, es un acto de cortesía y compasión con el espectador, porque para enfrentarnos a la historia real que cuenta esta serie (que ha llegado a Starzplay) es mejor que desde el principio sepamos que ese criminal al que apodaron Doctor Muerte está actualmente tras las rejas.
Esta producción original de Peacock adapta un podcast true crime que narró el terrorífico caso real de Christopher Duntsch, un neurocirujano, al que el fallido sistema sanitario estadounidense le permitió pasar de un hospital a otro, a pesar del rastro de pacientes muertos o mutilados en su quirófano que iba dejando atrás. Pacientes que confiaban en él por su carisma, y quién mejor que Joshua Jackson para interpretar ese terrorífico encanto en pantalla.
Es precisamente el reparto uno de los puntos fuertes de esta serie que combina el drama con el thriller y las ficciones judiciales. Junto a Jackson están Alec Baldwin, Christian Slater, Grace Gummer, AnnaSophia Robb o Carrie Preston, por mencionar los nombres más conocidos, pero todo el elenco está intachable. También destaca la dirección (So Yong Kim, Jeniffer Morrison, Maggie Kiley), y esto es algo que no quiero pasar por alto, porque se está convirtiendo en norma que la mayoría de las series luzcan cortadas por el mismo patrón visual. Dr. Death tiene en este apartado algunas apuestas interesantes, ayudadas por un gran trabajo de diseño de producción que luce en pantalla.
Y aunque comenzar mostrando el destino de Duntsch fue un acierto, la decisión de estructurar los episodios con saltos constantes de tiempo, sobre todo, cuando estamos hablando de un período de pocos años (2012-2017) es una fórmula que resulta tan repetitiva que agota. Entiendo que es una buena forma de que los actores principales estén en todos los episodios, pero es algo que no podemos dejar de mencionar. En cualquier caso, es una serie inquietante que mantiene el interés hasta el final.
A todos nos intimidan las cirugías, por más rutinarias que sean, porque por mucho que confiemos en la ciencia y en la capacidad y experiencia del personal médico, sabemos que el ser humano es falible. En el caso de Duntsch, sin embargo, nada puede atribuirse a un error puntual, de esos que pasan a formar parte de desafortunadas estadísticas, sino a su total falta de experiencia. Pero, y más importante, a la ausencia de responsabilidad por parte de los hospitales que lo contrataban, que preferían quitárselo de encima sin hacer mucho ruido, para evitar denuncias, la subida de las cuotas del seguro y una crisis de relaciones públicas que causara la fuga de los inversores. Cosas que pasan por tener un sistema sanitario regido por la empresa privada. Cuidemos la sanidad pública.
'Dr. Death' está ya disponible en Starzplay.
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