Menudo año de series españolas estupendas. Antidisturbios, Veneno, Patria… son tan, tan buenas, que se merecen… se merecen… ¿cómo se llama el premio más prestigioso que puede ganar una serie en España? Ese por el que todas matarían, el que te reivindica y te coloca la etiqueta de Mejor serie del año. En EEUU tienen el Emmy, aquí tiene que haber algún premio similar.
Resulta que lo hay, pero que nadie lo conoce. Teóricamente se llama Premio Iris, pero su repercusión es tan escasa que en pleno 2021 ganar un Iris es lo mismo que ganar un TP de Oro. Hace ilusión, pero el prestigio que te da tampoco es que sea mucho. Ante esta situación, desde hace unos años se propuso una idea. Un Premio Goya a la Mejor serie.
El melón se abrió en la propia Academia de Cine, cuyo nombre ya dice mucho de sus componentes y su función. Lo hacía en un contexto en el que las series españolas empezaban a pujar cada vez más. Sin embargo, el anuncio de Mariano Barroso sonaba a baza en un momento en el que los directores de cine saltaban a la televisión para hacer sus primeras series. “Es un debate que tenemos en marcha y tenemos que entrar de lleno en él”, aseguraba en 2019 y tenía claro que la voluntad es que estuvieran dentro de los premios “en 2020”. La decisión se rechazó por la institución, pero hace una semana se volvió a preguntar por el asunto en la previa de los Goya de este año.
No entiendo que necesidad hay de dar un Goya a la Mejor serie. Los Goya son un premio que se entrega a las Mejores películas, y la única duda que habría que debatir es si aquellas estrenadas en plataformas pueden optar libremente o se las tiene que exigir pasar por salas como se hace siempre, menos este año por culpa del coronavirus. En vez de debatir realmente dónde se están produciendo las películas, o si tiene sentido exigir una ventana como forma de exhibición para ser considerado cine, se intenta ampliar los Goya para fagocitar a las series.
Desde fuera la decisión me parece problemática por varios motivos. El primero es porque se da a entender que las series necesitan a los Goya para justificar su calidad. Que una ficción necesita poner el busto del pintor en su cartel. Que lo que es bueno lo eligen los Goya, es decir, los del cine. No es justo y tampoco se ajusta a la realidad. No creo que nadie vaya a ver La casa de Papel porque gane 7 premios Goya, mientras que sí que es probable que la gente vaya a las salas a descubrir Las niñas si gana el premio al Mejor filme dentro de un mes.
Además, los Goya lo entregan académicos de cine. No son de televisión. Son profesionales que para entrar tienen que acreditar su experiencia en el medio. No digo que no puedan valorar la mejor serie, pero está claro que sólo quieren premiar a la Mejor serie. Hacer un hueco para ellas, pero no para el resto. ¿Habría un Goya a la Mejor dirección de series, competirían películas y series juntas en el resto de categorías, o sólo habría un premio de compensación para la mejor ficción?
Los Emmy no sólo dan un galardón a la Mejor serie, sino que se acuerdan de todo. De sus apartados técnicos, pero también de otros formatos como Mejor reality, Mejor programa de variedades, Mejor serie de animación. Si los Goya sólo quieren dar un premio a la Mejor serie es porque o se quieren apropiar de su momento fulgurante o comparte ese mantra tan extendido: que una serie es una película de seis o de ocho horas.
La solución viene por una refundación absoluta de la Academia de Televisión y, por supuesto, de sus premios. Necesitamos unos galardones potentes, importantes, que hagan justicia a lo que se produce aquí, y ahora mismo los Iris no son esos premios. No sé si hay que cambiarles el nombre, o si incluso se podrían llamara también premios Goya de Televisión, pero algo hay que hacer. La propia Academia tiene que hacerse valer. Sólo hay que ver su web para ver que huele a alcanfor. La 'home' de los Premios Iris está presidida por un 'wordart' en azul turquesa propio de un trabajo de un chaval de primero de la ESO.
Si ya miramos las categorías de estos premios parece que lo mejor es cambiarlos radicalmente. ¿Cómo pueden competir los Javis, por Veneno; frente a Andreu Buenafuente o Pablo Motos? Si una academia de televisión cree que se puede comparar el trabajo detrás de una serie con el de un programa de entretenimiento tiene un problema muy serio. Nuestras series necesitan sus propios Emmy, pero ni los Iris lo son, ni los Goya pueden serlo.