¿Cuál ha sido la serie del verano? Seguro que todos pensáis en nombres como Normal People, la adaptación de la novela de Sally Rooney que ha roto el corazón de todo el mundo. O en El colapso, con su visión pesimista de la reacción de la sociedad ante el fin del mundo. Los más disfrutones dirán que Lucifer, que desde que llegó a Netflix es un fenómeno de masas… Pero, ¿y si os dijeran que la serie de 2020 es una que se emitió por primera vez en 1976? La ficción con un fenómeno fan más fuerte y fiel durante estos meses ha sido Curro Jiménez. Como lo oyen. El famoso bandolero, basado en el bandolero real Andrés López, el barquero de Cantillana- ha conquistado otra vez los corazones de los espectadores casi 45 años después de su primera llegada.
La 2 decidió resucitar la serie para rellenar su parrilla veraniega creada por el escritor uruguayo Antonio Larreta, y la apuesta no ha podido ser más rentable. Como si fueran Los Simpson patrio, la banda de Curro y El Algarrobo se ha puesto a cabalgar de nuevo de lunes a viernes antes de comer, en torno a las 13:40 y ha congregado a más de 400.000 espectadores todos los días, con algún dato por encima del 5% de share, muy por encima de la media de la cadena y sólo por detrás de su programa estrella, Saber y Ganar, que alcanza el 7%. Para que os hagáis una idea, mientras que Construcciones ecológicas, emitido pocas horas antes en la misma cadena alcanzaba el 1,5% de audiencia y 50.000 espectadores, la serie despuntaba y reclutaba a una audiencia fiel.
El pasado viernes, Curro Jiménez volvía a decir adiós a su público. Lo hacía con un 4% de audiencia el día que se emitía El caballo blanco, episodio con el que se cerró la tercera y última temporada de la serie. Nadie pensaba en aquel momento, que una de las primeras series de la transición española se convertiría en un clásico que seguiría triunfando décadas después. Aquel canalla al que dio vida Sancho Gracia, y que, según él, “tenía un sentido moral porque no había más remedio que ponerle una moralidad, pero era un perdedor total”, sigue siendo actual. Muchos de sus episodios fueron hitos en la televisión del momento, y directores como Pilar Miró o Mario Camus se forjaron en ella.
En tiempos de algoritmos y de consumo voraz, una serie mítica, de otros tiempos, ha conseguido reunir durante varios meses a casi medio millón de espectadores a diario en el sofá de su casa. No sabemos los datos de las plataformas, pero, ¿cuánta gente ha visto cada episodio de Alta Mar, o de Foodie Love? Quizás nos sorprenderíamos del tirón de las ficciones de toda la vida, y quizás es el momento de que las plataformas apuesten por incluirlas en su catálogo. Curro Jiménez, de hecho, se encuentra disponible en la web de RTVE para poder disfrutarla cuando uno quiera. Eso sí que es un servicio público y una buena forma de enseñar a la gente la historia de nuestra televisión.
El éxito de Curro Jiménez no es una excepción. El verano pasado La 2 realizó la misma jugada co otra serie mítica: Verano Azul. El resultado fue tan bueno o menor. La emisión de los 19 episodios de la serie de Antonio Mercero se saldaron con más de un 5% de audiencia y picos de hasta 500.000 espectadores que siguieron las aventuras de aquellos niños en Nerja y del entrañable Chanquete. Una táctica que, de momento, sólo tienen en los meses estivales, pero que viendo el gran resultado podrían ampliar con otras ficciones y a otras franjas horarias.
Quizás el access prime time sería un buen momento para volver Anillos de Oro, o El conde de Montecristo con el recién fallecido Pepe Martín y que también tienen en la web de RTVE, o el mítico Estudio 1, ahora que el teatro ha vuelto a la televisión con el innovador y maravilloso Escenario 0 de HBO. Curro Jiménez ha abierto la veda.