Esta semana se ha estrenado Timeless, una serie americana que viene más cargada de polémica que un comité federal del PSOE. La serie va de un soldado, un ingeniero y una profesora de historia contratados por el gobierno para viajar al pasado y evitar que cambie el presente. Para más inri, el soldado alberga la esperanza de salvar a su esposa, quien murió en trágicas circunstancias. ¿Les suena?
Tal vez les recuerde ligeramente a El Ministerio del tiempo. ¿Y si ahora les digo que la productora de la serie española ha demandado a la americana? Pensarán tal vez que se trata de una rabieta de niño pequeño, que cree ver el plagio donde no lo hay. Pero antes de juzgar, deben saber que la productora española estuvo en negociaciones con la americana y les pasó todo tipo de material. Finalmente rompieron relaciones sin un mísero whatsapp (ni siquiera un emoticono de cara triste) y tiempo después estrenan Timeless. Ahora ya no está todo tan claro, ¿no creen? Tal vez sí exista una duda razonable.
Y eso que la serie ha sido “creada” por Eric Kripke y Shawn Ryan; el primero, showrunner de Supernatural; el segundo, de la mítica serie policíaca The shield. Y,agárrense bien, la cadena en cuestión es la mismísima NBC. Da vértigo. Javier Olivares, co-creador junto a su hermano Pablo Olivares y cara visible de El Ministerio del Tiempo, ha querido pronunciarse sobre el estreno, colgando en las redes sociales un fragmento de diálogo del piloto y comparándolo con otro de la serie original. Que cada uno saque sus conclusiones. Incluso Ciudadanos ha pedido a televisión española que entre al trapo con este tema.
Creo que era lo único que le quedaba a Ciudadanos por apoyar. Y es que Albert, con tal de conseguir un ministerio, hace lo que sea. Pero si dejamos de lado la polémica, aunque no lo parezca, esto es una gran noticia.
Hasta ahora nos había pasado al revés. Se estrenaba una serie española y se la acusaba de ser un plagio y mal hecho de tal o cual serie americana. Y ahora sin embargo se invierten los papeles y es una serie americana la que nos copia. Digo yo que algo bueno se estará haciendo en la ficción patria cuando esto pasa. No olvidemos que el plagio no es más que un reconocimiento no reconocido y mucho menos remunerado a tu trabajo.
Tal vez, y solo tal vez, esto es un síntoma de que en España comenzamos a hacer tímidamente series exportables, series con un nivel de calidad y originalidad que las hacen visibles para el resto del mundo. Porque no olvidemos que para copiar una idea hace falta precisamente eso, una idea, un concepto que pueda ser vendido en una sola línea. Si no me cree, haga el esfuerzo de aplicar este método a alguna de nuestras series. ¿Es capaz de venderla de manera clara en una sola frase? ¿O por el contrario al hacerlo acaba cayendo en divagaciones y lugares comunes?
Por suerte, cada vez más series españolas sobreviven a esta prueba, mucho más dura que la prueba del algodón. A lo mejor dentro de un tiempo veremos más casos comoel de Timeless, aunque esperemos que remunerados. A lo mejor acabamos viendo la versión americana de Águila roja, Isabel o La que se avecina, aunque esta última daría pie a confusión, ya que la gente pensaría que se trata de una serie sobre Donald Trump como presidente de la Casa Blanca. Puede que incluso adaptasen Hostal RoyalManzanares. Aunque tendría demasiado parecido con American horror story: Hotel. En ninguno de los dos me quedaría a dormir ni por todo el dinero del mundo. Tal vez incluso se atrevan con Qué fue de Jorge Sanz.En su caso propongo Qué fue deMacaulay Culkin. Tendríamos tramas para rato.
Lo que expongo no sería tan extraño. Este intercambio de fluidos creativos no es nuevo. Ya vimos la adaptación americana de la serie Pulseras rojas o de Los Misterios de Laura. En estos casos por la vía legal. En una extraña jugada, la misma cadena que canceló la versión española de la serie de María Pujalte decidió tiempo después comprar la versión americana, seguramente por mucho más dinero.
Tal vez, y solo tal vez, dentro de unos años será al revés, y una cadena americana cancelará su versión para comprar la nuestra por un pastizal. O tal vez deberíamos comenzar a poner nombres americanos a nuestras series, y así nos quitamos ese sambenito de que lo yanqui siempre es mejor. Tal vez Los Serrano deberían llamarse The prosciutto, o El príncipe debería ser conocida como The fresh prince of Ceuta. Quién sabe, a lo mejor así Will Smith se fija en ella. Y el título de Física o química funcionaría mejor en su versión inglesa: A lot of sex after school.
Perdón, se me ha ido el google translator. Quería decir A lot of sex before, during and after school. Tal vez así dejemos de pensar que es imposible que los americanos quieran copiarnos, que estamos locos por presuponer que algo así pueda llegar a suceder.
Tal vez así lleguemos a creernos que nuestra ficción está evolucionando, yque nos estamos ganando ese pequeño hueco en el mercado internacional. Así que no dejemos que los complejos nos venzan. Propongo que emulemos a Berlanga y a su mítica Bienvenido, Mr. Marshall, y digamos bien alto aquella célebre frase: “Americanos, os recibimos con alegría”.