Los tiempos están cambiando, también para los delincuentes. El negocio de la marihuana es tan rentable, que las mafias chinas ya se han introducido en él. Un coto reservado, hasta la fecha, a clanes locales gitanos, latinos y rumanos. Hasta que han llegado los chinos. 7,500 plantas en una nave, 5,000 en otra…
Es sólo una parte de lo que han decomisado los Mossos d'Esquadra al desmantelar la Bang de Fujian; una ramificación de la mafia china establecida en Barcelona. Hay 25 personas detenidas, a las que se les imputa cultivo de cannabis, extorsión a sus compatriotas, tráfico de seres humanos con fines sexuales, lucro con prostitución y blanqueo de dinero, entre otros delitos.
Bang es el nombre con el que se conoce a las facciones de la mafia china. Fujian es la región a la que pertenece esta banda en concreto. Mantenían una guerra contra la bang de Zhejiang, una organización rival asentada en Barcelona. Los de Fujian tenían su base de operaciones en Santa Coloma de Gramenet. Los de Zhejiang operaban desde Arc de Triomf. En junio de 2016, los Mossos desarticularon a estos últimos, por lo que los de Fujian se quedaron con la hegemonía de la mafia china en Cataluña.
DROGAS Y PROSTITUCIÓN
¿A qué se dedicaba la Bang de Fujian? Según los Mossos, “tocaban todos los palos. Se lucraban especialmente de la prostitución. Su actividad principal era la trata de seres humanos. Traían mujeres chinas de forma ilegal y las introducían en España clandestinamente tras hacer escala en países que tienen unos controles de inmigración más laxos que España”. La policía autonómica ha liberado a 22 mujeres víctimas de explotación sexual por parte de sus compatriotas.
Pero una de las cosas que más ha llamado a atención a los investigadores ha sido la marihuana. Hasta la fecha no se tenía constancia de que la mafia china se dedicase a este incipiente negocio ilegal en España. Pero la provincia de Barcelona es una de las zonas con más plantaciones de cannabis del país. Y los chinos, que tienen un olfato especial para los nuevos negocios, vieron en los cultivos de hierba un filón para explotar.
“Hay que subrayar el volumen y la profesionalidad de los cultivos. Hemos descubierto naves industriales llenas de plantas. Y tenían a compatriotas suyos trabajando en los cultivos”. Así, ciudadanos chinos en situación ilegal hacían de jardineros: plantaban, cosechaban, pelaban los cogollos y los preparaban para su venta”. En ocasiones, la bang traía ex profeso a compatriotas desde China con conocimientos en cultivos. Una vez en España, los obligaban a permanecer las 24 horas en los sótanos del cultivo, viviendo en condiciones infrahumanas.
EN EL EXTRANJERO SE VENDE MÁS CARO
El alto número de clubes cannábicos radicados en Cataluña hace que esta droga tenga una fuerte demanda en la zona. Sin embargo, desde la Bang de Fujian se dieron cuenta de que, si exportaban la marihuana, podrían sacarle una rentabilidad mucho más alta. En Barcelona, el precio que se paga al por mayor por un gramo de marihuana oscila entre los 2,5 y los 3,2 euros. En el Reino Unido y Países Bajos, que eran los principales mercados de la banda, el precio podía multiplicarse por 3 y por 4.
“Transportaban la droga a otros países en camiones, siendo Holanda e Inglaterra sus principales mercados, ya que tenían vínculos con otras organizaciones de la mafia china que operaban allí”, cuenta un sargento de los Mossos d'Esquadra, que asegura que “era un sistema de producción industrial, a gran escala, muy profesionalizado”. Para ello, pinchaban la luz, por lo que también les imputan fraude en el suministro eléctrico.
No era la única sustancia estupefaciente con la que traficaban. La Bang de Fujian también vendía MDMA y de su distribución se encargaban taxistas clandestinos, que abastecían en discotecas y, sobre todo, en los burdeles regentados por la banda.
PRESTAMISTAS EN EL CASINO
Además de la droga y la prostitución, los miembros de esta bang se habian especializado en la extorsión a compatriotas mediante préstamos en el casino de Barcelona. El juego es una de las pasiones reconocidas de los ciudadanos chinos, que acuden casi en masa al casino de la Ciudad Condal. Varios miembros de la bang se establecían en la sala de juego y trataban de identificar a compatriotas que necesitaban dinero líquido. “Hacían préstamos que eran usura. Si dejaban 1.000 euros, cobraban 100 diarios de intereses”. Para asegurarse de que sus incautos compatriotas pagaban sus deudas, les requisaban la documentación. Si no pagaban, procedían a darles palizas.
Y si alguien interfería en el monopolio de préstamos, también corría serio riesgo de muerte. De hecho, la investigación arrancó tras la brutal agresión de un ciudadano chino en Barcelona. A plena luz del día, tres sicarios de esta bang intentaron matar a un compatriota a puñaladas. Su pecado fue prestar dinero a un familiar suyo en el Casino de Barcelona. Desde la bang consideraron aquella intromisión una afrenta y decidieron, sin éxito, liquidarlo.
Tras este suceso, los Mossos d'Esquadra han desarrollado una investigación que ha durado 8 meses, y en la que han podido acreditar la estructura jerárquica de la banda. El jefe se llama Ren Rui y es propietario de varios negocios legales en Barcelona. Bares, comercios o fábricas metalúrgicas eran sus principales activos. Es, además, un personaje muy respetado por la comunidad china de Barcelona.
MAFIA MUERTA, MAFIA PUESTA
Ahora está en la cárcel. Él y otros 10 chinos que formaban parte de esta banda, cuyas costumbres difieren mucho de sus rivales, la desmantelada Bang de Zhejiang, cuyos miembros eran más jóvenes y colgaban a menudo fotos en redes sociales haciendo ostentación de trajes y coches caros. Los de Fujian eran más discretos; no se prodigaban en internet y trataban de pasar más desapercibidos. “Eran grupos antagónicos y han protagonizado algunas reyertas muy graves. Una de ellas acabó con un muerto en Badalona”, cuentan desde Mossos d'Esquadra.
Con la caída de las dos bang, la mafia china ha sufrido un duro revés en Cataluña. “Podríamos decir que las dos principales organizaciones mafiosas chinas de la zona están desmanteladas. Pero este tipo de organizaciones criminales se caracterizan por la velocidad con la cambian piezas”, aventura la policía catalana. Así, no descartan que en breve, una nueva banda china pase a mandar en los prostíbulos y casinos de Barcelona.