Salvo que finalmente haya una marcha atrás, en 2024 se pondrán en funcionamiento los peajes de carretera, un sistema de pago por uso que el Gobierno de Pedro Sánchez ha establecido y que hará que paguen más por las carreteras quiénes más las utilicen.
Este mecanismo de peajes debería haber entrado en funcionamiento en el año 2023, pero finalmente el Ejecutivo español decidió solicitar a Europa un retraso para su puesta en marcha como consecuencia de la crisis económica y energética derivada de la guerra de Ucrania.
Un acuerdo ya firmado
En su momento, Pedro Sánchez firmó el acuerdo como una concesión a Bruselas a cambio de cerca de 100.000 millones de euros dentro de los fondos Next Generation de la Unión Europea. Estos, en gran parte, serán utilizados para fomentar la electrificación de las fábricas de automóviles.
Prácticamente todo el dinero que se recaude de los peajes en las carreteras tendrá que ser utilizado para el mantenimiento de la actual red de carreteras, que requiere de una inversión de unos 1.800 millones de euros al año durante los próximos diez años para poder ponerse al día. Y es que, según la Asociación Española de la Carreteras, la red nacional acumula una falta de mantenimiento que se encuentra por encima de los 10.000 millones de euros.
Las carreteras en las que habrá que pagar peaje en España en 2024
A partir de 2024 se implementarán los denominados peajes dinámicos, cuyo coste se situará entre 1 y 9 céntimos por kilómetro, un importe que vendrá dado en función del tipo de vehículo, el volumen de tráfico y la carretera de la que se trate, entre otros factores.
En un principio, este acuerdo afectará a toda la red de carreteras de alta capacidad, es decir, habrá que pagar en autopistas y autovías. Por otro lado, seguirán siendo gratuitas las carreteras de doble sentido, nacionales y comarcales. Asimismo, hay que recalcar que aquellas autopistas que ya son de pago en la actualidad, estarán exentas, ya que no tendrá sentido que haya un pago doble.
Por otro lado, hay que indicar que el País Vasco, Navarra y Cataluña, que tienen transferidas las competencias de tráfico, no serán parte de este plan de funcionamiento. No obstante, en el caso del primero, no parece cambiar en exceso, ya que desde el pasado año ya se ha puesto en funcionamiento un sistema de pago por uso.
El adiós de los peajes
A lo largo del último lustro se han eliminado los peajes de la gran mayoría de las autopistas de pago españolas, ya que, al funcionar con un formato de concesión, la explotación había llegado al fin del contrato.
Ahora, con el nuevo sistema que se implementará el próximo año, se prevé que funcione como un sistema de pagos dinámico que hará que no sea necesario parar en los peajes. En su lugar, habrá lectores de matrículas que detectarán los kilómetros recorridos para emitir la correspondiente factura. De esta manera, se busca la implementación de un tipo de peaje que no obligue a parar al conductor, que este no tenga que reducir la velocidad y que no haya cabinas instaladas.
A pesar de que aún no se han concretado los métodos de pago, que se darán a conocer a lo largo de los próximos meses, sí que se ha pensado en un sistema progresivo por uso en función del nivel económico de cada usuario y la frecuencia con la que realice sus trayectos.
¿Una mala noticia para la seguridad vial?
La implementación de los pajes dinámicos a partir de 2024 genera una gran preocupación en diferente sentido, siendo uno de ellos el de la seguridad vial. Con motivo del pago por uso, serán muchos los conductores que prefieran dejar de lado las carreteras de alta ocupación para trasladarse de un lugar a otro en carreteras nacionales y así ahorrarse dinero, y es en estas vías en las que se concentra un mayor número de accidentes.
Las consecuencias de esta aplicación serán muy diversas, pero principalmente afectarán al precio de los productos, los viajes y las empresas de transporte. El coste de utilización, como ya hemos mencionado, se encontrará entre uno y nueve céntimos de euro, aunque también se tendrán en cuenta otras variables como el tipo de uso y el horario. No obstante, a expensas de conocer los detalles definitivos, los desplazamientos por trabajo o salud podrían quedar exentos de pago.
Mejor estado de las carreteras
El peaje puede tener consecuencias negativas a nivel económico para los ciudadanos, pero si se piensa en intereses comunes, puede tener algunos beneficios, entre ellos el hecho de que podría mejorar el estado de las carreteras españolas, ya que el incremento de la recaudación por parte del Estado permitirá invertir el dinero recaudado en su mantenimiento y mejora.
Además de mejorar el cuidado y mantenimiento de la red de carreteras, parte del dinero ayudará a aumentar el PIB español y se podrá invertir en otros aspectos como el desarrollo sostenible y la descarbonización del parque automovilístico, de forma que se podrá llegar a cumplir con las normas antiemisiones que exige Europa.
El Ejecutivo considera que el tiempo necesario para desarrollar la norma legal y proceder a la instalación de la estructura para implementar el sistema de pago por uso será de entre dos y tres años.