El Boletin Oficial del Estado ya ha publicado el decreto ley por el que decae la obligatoriedad del uso de la mascarilla en espacios interiores ete 20 de abril, casi dos años después de que la norma fuera implementada. Sin embargo, pese a que en la mayoría de espacios cerrados ya no hará falta llevarla, siguen existiendo algunas excepciones en las que su uso sigue siendo obligatorio.
Es el caso de los transportes públicos, centros sanitarios y sociosanitarios (residencias), por ejemplo. Las personas ingresadas en dichos recintos no tendrán obligación de utilizarla siempre y cuando se encuentren en su habitación y sin visitas. Sin embargo, los trabajadores y las personas que acudan como visitantes deberán usarlas.
¿Dónde seguirá siendo obligatoria?
Según el BOE, la mascarilla seguirá siendo obligatoria en tres supuestos:
1. "En los centros, servicios y establecimientos sanitarios según lo establecido en el Real Decreto 1277/2003, de 10 de octubre, por el que se establecen las bases generales sobre autorización de centros, servicios y establecimientos sanitarios, por parte de las personas trabajadoras, de los visitantes y de los pacientes con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación".
2. "En los centros sociosanitarios, los trabajadores y los visitantes cuando estén en
zonas compartidas".
3. "En los medios de transporte aéreo, por ferrocarril o por cable y en los autobuses, así como en los transportes públicos de viajeros. En los espacios cerrados de buques y embarcaciones en los que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros, salvo en los camarotes, cuando sean compartidos por núcleos de convivientes".
La obligación contenida en el apartado anterior no será exigible en los siguientes
supuestos:
1. "A las personas que presenten algún tipo de enfermedad o dificultad respiratoria que pueda verse agravada por el uso de la mascarilla o que, por su situación de discapacidad o dependencia, no dispongan de autonomía para quitarse la mascarilla o bien presenten alteraciones de conducta que hagan inviable su utilización".
2. "En el caso de que, por la propia naturaleza de las actividades, el uso de la
mascarilla resulte incompatible, con arreglo a las indicaciones de las autoridades
sanitarias".
Uso responsable de mascarillas
Pese a que se suprime la obligatoriedad de la mascarilla en interiores, el decreto ley "recomienda su uso a las personas con mayor vulnerabilidad ante la Covid" sobre todo en situaciones en las que "se tenga un contacto prolongado con personas a menos de 1,5 mentros de distancia".
Además, se recomienda un uso responsable de la mascarilla en los espacios cerrados de uso público en los que las personas transitan o permanecen un tiempo prolongado, bien como en los eventos multitudinarios. En el entorno familiar y en reuniones o celebraciones privadas, se recomienda un uso responsable en función de la vulnerabilidad de los participantes.
Ayer mismo, desde el Ministerio de Sanidad hacían un llamamiento para que se siga dando "un uso responsable" de esta protección. Tal y como describe el decreto ley, la preocupación reace sobre todo en determinados colectivos, como son las personas vulnerables. Aquí se encuentran los mayores de 60 años, pacientes inmunodeprimidos o embarazadas.
Otros aspectos a tener en cuenta es la necesidad de ventilar dichos espacios y evitar siempre que se pueda las aglomeraciones en lugares cerrados, como pueden ser centros comerciales o locales hosteleros.
En restaurantes y bares ya no será preciso llevarla. Pero no estaría de más que cuando no se estuviera consumiendo y hubiese un ambiente demasiado cargado hiciéramos uso de ella. Aunque el virus golpea con menos virulencia sigue estando muy presente entre nosotros.
¿Hay que utilizar mascarilla en el trabajo?
La ley establece que "en el entorno laboral, con carácter general, no resultará preceptivo el uso de mascarillas". No obstante, señala también que "los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo, podrán determinar las medidas preventivas adecuadas que deban implantarse en el lugar de trabajo o en determinados espacios de los centros de trabajo, incluido el posible uso de mascarillas, si así se derivara de la referida evaluación".
¿Qué ocurrirá en los centros escolares?
La ley no incluye a los centros educativos en ninguno de sus apartados, por lo que los alumnos podrán quitarse la mascarilla para estar dentro del aula. De hecho es una recomendación que han hecho tanto comunidades autónomas como los técnicos del Ministerio de Sanidad. De esta forma cumplen una de las peticiones de los pediatras, que venían solicitando desde hace tiempo su retirada.
Algunos estudios demostraron que no existían grandes diferencias de transmisión entre una clase con alumnos de menos de 6 años, donde no era obligatoria, a una de mayores, en donde sí que se exigía su empleo.
Otra situación bien distinta es la que tendrán que soportar los profesores. A aquellos considerados como vulnerables, ya sea por edad o por problemas de salud, deberían seguir llevándola como hasta ahora, basándose en las recomendaciones del Ministerio.
Lo mismo podría decirse de los estudiantes. Aunque ya no sea obligatoria, serán muchos los que opten por usarla a modo de prevención.
Cuál es la situación del resto de países
Con esta medida, España sigue los pasos de la mayoría de países de la Unión Europea, donde se había suprimido su utilización en interiores hace tiempo. Eso sí, con algunas excepciones en centros sanitarios, sociosanitarios y transporte público.De nuestro entorno, solo la conservan Portugal y Francia.
Una medida que genera debate
Esta decisión genera bastante debate entre los expertos en salud pública. Algunos sostienen que la medida es adecuada y que incluso se toma demasiado tarde. Sin embargo, otros lo aprecian demasiado precipitado. Es el caso de la Sociedad Española de Epidemiología. En opinión de este organismo, la medida no viene avalada por los datos epidemiológicos, ya que se había comunicado con un par de semanas de adelanto.
Aseguran que se trata de una media muy visible, y con su eliminación se traslada a la población el mensaje de que ya no existe la necesidad de tomar ninguna medida. Explican que "la nueva estrategia de vigilancia se fundamenta en la necesidad de centrar la protección en los vulnerables". Y para ello se hace más necesario que nunca que se adopten las debidas medidas en aquellos lugares como donde viven y trabajan estas personas. Gran parte del éxito reside en que los que no sean vulnerables ayuden en la protección de los que sí lo son, y para ello es esencial el cumplimiento de unas medidas mínimas.
La opinión de los técnicos de Sanidad ha pesado mucho. Sobre todo porque la intención del Gobierno era levantar la obligatoriedad antes de las vacaciones de Semana Santa. Pero finalmente decidieron retrasarla unos días, conscientes del efecto que podría tener esto en una época de multitudes y de reencuentros.
Aunque no haya prohibición de reunirse con otras personas y relacionarse con familiares y amigos, nunca está de más adoptar medidas de precaución. Además de hacerlo en lugares abiertos, deberíamos mantener las distancias de seguridad y evitar el más mínimo contacto cuando alguien presente síntomas.
Qué ocurre si presento síntomas de covid
Las personas asintomáticas o que presenten síntomas leves con menos de 60 años ya no deberán aislarse. Eso sí, la mascarilla deben utilizarla a lo largo de diez días desde que empiezan a aparecer los primeros síntomas de la enfermedad.
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