Jakeline, este lunes, en su casa de Torreagüera, mostrando una foto de su difunta madre, Alicia. Al lado, la imagen de una de las dos pistolas que empleó Sebastián para matar a su exsuegra, Alicia.

Jakeline, este lunes, en su casa de Torreagüera, mostrando una foto de su difunta madre, Alicia. Al lado, la imagen de una de las dos pistolas que empleó Sebastián para matar a su exsuegra, Alicia. Badía / Cedida

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El drama de Jakeline, cuyo excuñado mató a su madre con las pistolas que le requisaron: "¿Por qué se las devolvieron?"

Una hija de Alicia, asesinada en Murcia, rompe su silencio con EL ESPAÑOL para pedir "la perpetua" para Sebastián: "Mi mamá merece Justicia. No tenía que morir a manos de una persona a la que dio la bendición para casarse".

Más información: Sebastián, el vigilante cojo, mató a la madre de su ex Claudia en Murcia al querer vengarse de ella: "Esa bala era para mí"

Torreagüera
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Sebastián entró como un pistolero del far west al bar que iba a inaugurar en Torreagüera su expareja: Claudia. Pero aquel 22 de enero terminó matando a su exsuegra, Alicia, empuñando dos armas que le habían retirado tres meses atrás por una denuncia de malos tratos. De modo que alguien en el Sistema VioGén o en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad, deberá dar una explicación en sede judicial del motivo por el que le devolvieron estas dos pistolas a Sebastián: un maltratador que contaba con una orden de alejamiento en vigor y con la prohibición de portar armas.

"A Sebastián le arrestaron el 3 de noviembre por violencia de género sobre mi hermana y le intervinieron sus dos pistolas de fogueo". "¿Por qué le devolvieron esas armas a Sebas? Con ellas mató a mi mamá tras modificarlas en un armero de Murcia", tal y como denuncia indignada Jakeline Sarmiento Porras, una de las hijas de Alicia (Colombia, 1946). "En enero, quince días antes de matar a mi madre, Sebastián le hizo una videollamada a mi hermana para mostrarle que tenía sus pistolas y le dijo: 'No seré tan malo cuando me devolvieron esto'".

Ese mismo mes de enero, durante la tarde del miércoles día 22, Sebastián se plantó con un pasamontañas y blandiendo esas pistolas modificadas para detonar fuego real, en el bar que iba a estrenar su exmujer en el número 80 de la calle Mayor de Torreagüera. Allí estaba su exesposa, Claudia, su hijo, Miguel Ángel, su exsuegra, Alicia, su excuñado, Libardo... La presunta intención de este exvigilante de seguridad privada era matar a su antigua familia política, empezando por Claudia, pero se llevó por delante a una anciana valiente de 78 años.

"Mi madre, con su muerte, demostró lo que era: una madraza". "Con su muerte demostró que era una guerrera que defendía con uñas y dientes a todos sus hijos", según recalca Jakeline en una entrevista con EL ESPAÑOL, con la que los familiares de la difunta Alicia rompen su silencio, tras prestar declaración como testigos en el Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Murcia. "Mi madre merece Justicia porque no tenía que morir en manos de Sebastián: una persona a la que apreció porque mi mamá le dio la bendición para casarse con mi hermana".

Vídeo | “Mi madre murió para salvar a mi hermana”: Jakeline, la hija de Alicia, la anciana valiente asesinada por su exyerno en Murcia.

El abogado Ángel Galindo, encargado de la acusación particular que ejerce la familia de la difunta Alicia, confirma a este diario que durante el inicio de la instrucción judicial ha trascendido que las armas que modificó Sebastián eran las mismas que le intervinieron en noviembre de 2024: "Llevaba dos pistolas de fogueo modificadas que le habían retirado en un proceso anterior, por un delito de violencia de género".

Este diario ha consultado a la Delegación del Gobierno en Murcia el motivo por el que le fueron devueltas las armas al maltratador de Claudia, pero no ha obtenido respuesta, a pesar de que calificó de "feminicidio" la muerte de Alicia y es el garante de la labor que desarrolla el Sistema VioGén.

- ¿Tomará alguna medida legal tras conocer ese dato?

- Ángel Galindo: Podrían pedirse responsabilidades a la Administración por mala praxis. Lo que está claro es que le retiraron las armas de fogueo y se las devolvieron, a pesar de la prohibición que pesaba sobre él de tenencia de armas. La pregunta del millón es determinar si alguien se molestó en analizar si esas dos pistolas podrían modificarse para disparar munición real, antes de devolvérselas.

Por ese motivo, Jakeline ha decidido conceder una entrevista, para pedir públicamente que no se cometan más errores con su familia porque su hermana estaba valorada como una víctima, con un nivel de riesgo bajo, dentro del Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género (VioGén). Todo ello, a pesar de que el 25 de septiembre de 2023, Claudia denunció a Sebastián por ponerle un cuchillo en el cuello por negarse a mantener sexo, y el 2 de noviembre de 2024, también le denunció por agredirla con un puño americano en plena calle.

"Si a 'Sebas' no le cae una cadena perpetua, en cuanto salga a la calle, irá a matar a mi hermana porque está obsesionada con ella", tal y como advierte Jakeline. "Sebastián sabía que mi hermana no volvería con él porque iba a abrir un bar y sería independiente a nivel económico. Él era consciente de que esta vez era la definitiva y fue a matar a todos porque una vez le dijo a mi hermana que si lo dejaba, mataría a todas las personas que más quería ella y luego se suicidaría".

Jakeline, junto a su difunta madre, Alicia.

Jakeline, junto a su difunta madre, Alicia. Cedida

Por desgracia, no invirtió el orden de los factores y causó un daño irreparable a la familia con la muerte de Alicia: madre de seis hijas y dos hijos. "Nos crió sola, nunca nos separó, nos mantuvo unidos. Mi mamá fue una leona con nosotros porque nos sacó adelante". Lo logró haciendo zapatos en Bucaramanga, capital del departamento colombiano de Santander, antes de instalarse en España con su prole a la que tanto "adoraba" -especialmente a sus nietos-. "Ella fue un pilar de la comunidad latina en Murcia porque ayudó a muchos inmigrantes a buscar trabajo y alojamiento".

Jakeline ha sido una de las hijas de Alicia que ha prestado declaración como testigo porque fue la madrina de la boda de su hermana, Caludia, con Sebastián, un 18 de abril de 2023. "El día de la boda salió la cara del lobo", sentencia esta colombiana. "Sebastián estaba tirando petardos y mi madre se acercó a decirle que estaba asustando a sus nietos. Entonces, le respondió: 'Señora, usted a mí ya no me tiene que decir nada de lo que tengo que hacer. Usted ya no manda en su hija. De ahora en adelante, usted perdió toda autoridad con ella porque el que manda soy yo".

Aquel 18 de abril, este vigilante de furgones blindados, prejubilado por una cojera, llegó a tirar a la basura una de las dos tartas nupciales porque no acudieron a la celebración los esposos de las hermanas de su flamante esposa. "Se puso histérico porque los maridos no fueron debido a que veían algo raro en Sebas", según recuerda la madrina del enlace. "Lo único que quería Sebastián era alejarla de su familia". 

- ¿Por qué afirma eso?

- Jakeline: No dejaba a mi hermana ir a las celebraciones familiares; ni a pasar el día a la playa de las Mil Palmeras; ni a ver su propio hijo; no podía ir a ver al abogado de extranjería porque decía que era su amante; no podía ir sola al médico... Mi hermana tuvo un restaurante y Sebastián se sentaba allí para ver con qué clientes hablaba. Era un celeoso terrible. 

Mi mamá salvó dos veces a mi hermana de Sebas. La primera vez, tuvo que ir a rescatarla a su nueva casa en Nonduermas porque no sabíamos nada de ella desde el día de su boda, no paraba de discutir con Sebastián y la agredía. Mi madre era un estorbo para él porque ella respaldaba a mi hermana para que se divorciara, pero Sebas la reconquistó, ella le dio una oportunidad y la convenció el 2 de abril de 2024 para que retirase la primera denuncia que le puso por malos tratos.

Sebastián, en una imagen cedida por la familia de la difunta Alicia.

Sebastián, en una imagen cedida por la familia de la difunta Alicia.

La separación se firmó ante notario el 1 de octubre de 2024 y la situación solo empeoró. "Sebas iba con su moto por Torreagüera para hacerle una cacería a mi hermana porque le retiró la orden de alejamiento", tal y como recuerda Jakeline. "Mi madre salvó a mi hermana por segunda vez, en noviembre, cuando se asomó al balcón y vio cómo la quiso tirar contra un coche que pasaba por la carretera. Mi mamá bajó a socorrerla porque iba a pegarle con un puño americano. Sebas estuvo desaparecido un día, hasta que le detuvieron y le quitaron sus pistolas". 

Tal arresto se produjo el 3 noviembre, a este exvigilante de seguridad le impusieron una orden de alejamiento de 500 metros de su exmujer y la prohibición de tener armas, pero a Sebastián le devolvieron sus dos pistolas de fogueo y las modificó para disparar munición real. "Sebas iba a asesinarnos a todos porque llegó al bar y gritó: 'Quietos, que aquí van a morir todos'". "Pero no esperaba encontrarse con una mujer guerrara como mi mamá, que prefería morir ella antes que ver muerta a su hija. Mi madre le salvó la vida a todos los que estaban en ese bar".

- ¿Qué paso aquel miércoles 22 de enero en el bar de Torreagüera?

- El bar lo íbamos a inaugurar el domingo 29 de enero porque era el día del cumpleaños de mi mamá. Sebastián llegó con una capucha y mi hermana pensó que era un ladrón que le iba a robar, sin haber abierto todavía, porque le gritó: '¡Arriba las manos! ¡Quietos! ¡Que aquí no se mueva nadie porque van a morir todos!' Mi madre estaba en la entrada de la barra, con los brazos en alto, y cuando el encapuchado apuntó con el arma, mi hermana, su exmarido y su hijo se agacharon detrás la barra.

- ¿Cómo reaccionó el encapuchado?

- Sebastián quiso entrar a la barra, pero mi madre se puso por delante y le dijo: 'De aquí no pasas'. Entonces, le metió a mi mamá un disparo a quemarropa en la barriga. Después, se le encasquilló el arma, se quemó la mano y la tiró. Llevaba otra en el cinturón del pantalón, pero a mi hermano, Libardo, le dio tiempo a echarse encima de Sebastián.

Estando en el suelo, Sebastián todavía le acariciaba la pierna a mi hermana y le pedía que le pusiera un cigarrillo en la boca. Cuando le sacaron arrestado, se empezó a reir en la cara de mi hijo. Tenía una sonrisa de satisfacción porque sabía que nos había destrozado.

Alicia (c), posando feliz y sonriente, junto a sus hijas y sus nietas.

Alicia (c), posando feliz y sonriente, junto a sus hijas y sus nietas. Cedida

El Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Murcia decretó el ingreso en prisión de este exvigilante de seguridad, de 58 años, por asesinato u homicidio consumado, junto a otros tres en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, quebrantamiento de orden de alejamiento y amenazas continuadas en el ámbito de la violencia de género. El abogado de la familia, Ángel Galindo, avanza que durante la instrucción del caso centrará su acusación particular en lograr que todo se califique como un asesinato, elevando la cifra de tentativas de 3 a 4. 

"Este señor tenía la intención de matar a todo el mundo", según sostiene el letrado. Así lo cree Jakeline mientras lamenta el injusto final que tuvo su madre: "Ella siempre decía que se iría de España con los pies por delante porque era muy feliz en Beniaján y Torreagüera". De hecho, los vecinos de esas pedanías murcianas no han olvidado a esta ancianita simpática, que siempre iba a misa y que se ganó la vida honradamente, como limpiadora de Grúas Sáez y cuidando a personas dependientes.

"Mi madre dio su vida por su hija como lo habría hecho por cualquiera de sus hijos o de sus nietos". "Cuando estaba en el suelo tras recibir el disparo, mi hermano, Libardo, le decía: 'Tranquila mamá, tus hijos y tus nietos están bien'. Ella se marchó sabiendo que Sebastián se iría detenido y dejaría en paz a mi hermana, por eso, le debe caer la perpetua".