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Antes de casarse, Ana Iglesias nunca pensó que llegaría a tener una familia de nueve hijos. “Yo quería la parejita: niño y niña”, explica. “Si hace 12 años me hubieras dicho que iba a tener nueve hijos, hubiera pensado que me estabas tomando el pelo”. Y lo cierto es que años después, a sus 41, la creadora de contenido al frente del perfil de TikTok llamado Una locura de familia todavía se plantea, incluso, tener el décimo.

Jesús García, su marido, por su parte tenía claro que quería tres niños, al igual que en su casa en la que habían sido tres hermanos. Por esta razón, sobra decir que acabar siendo una familia numerosa no fue algo planificado.

“Cuando nació el primero, no nos importó que llegara el segundo. Y cuando este vino, no tuvimos claro que quisiésemos dejar de tener hijos”, asegura Ana. De esta manera, actualmente son padres de Hugo, Víctor, Diego, Héctor, Laura, Mateo, Marco, Martina y Luca, el mayor de 12 años y el más pequeño con un año recién cumplido.

Una rutina muy definida

El día a día en su casa no difiere mucho del de cualquier familia promedio. “La diferencia es que en las cosas comunes, como las cenas o las duchas, tardamos mucho más. Lo que otros hacen en 10 minutos, a nosotros nos supone media hora”, cuenta. Es por eso que opina que los niños de familias numerosas son bastante autónomos. “Si todos ayudamos, tardamos un poquito menos”, aclara.

Comenta que el tener una rutina programada es muy importante. “Cuando tienes una familia tan grande y con niños pequeños todavía, creo que funciona mejor cuando todos los días intentas hacer más o menos lo mismo”. Levantarse, desayunar, ir al colegio en el minibús familiar, hacer los deberes una vez han llegado a casa por la tarde, merendar, ducharse y cenar sobre las siete y media para estar a las nueve en la cama.

La familia de Ana Iglesias y Jesús García con sus nueve hijos. Cedida

Los retos se plantean cuando se salen de esa costumbre. “Las vacaciones son difíciles. En los hoteles no suele haber habitaciones para tanta gente. Algunos nos obligaban a coger tres habitaciones y para ello tiene que venir otro adulto con nosotros. Viajar al extranjero también se complica, ya que tendríamos que comprar billetes de avión para doce personas. Hay cosas que no están preparadas para una familia numerosa”, enumera Ana.

Aun así, opina que para los niños es una suerte. “Cuando vienen amigos a casa, siempre se quedan asombrados. Dicen que es como estar de campamento. Yo siempre les digo que son unos privilegiados, porque nunca están solos”.

Ana: empresaria y 'tiktoker'

El tema económico también es algo a tener en cuenta. De hecho, la falta de medios económicos es la principal causa por la que los españoles no tienen hijos, según la encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre Fecundidad, Familia e Infancia del pasado mes de septiembre. En concreto, la cifra data de un 77,3% de los encuestados.

En nuestro caso hemos calculado un gasto medio de unos 6.000 euros al mes”, dice. “Hay gente que piensa que somos millonarios, pero simplemente nos hemos buscado la vida para poder ingresar más porque tenemos más gastos y queríamos poder darles un nivel de vida de cualquier familia de clase media. Que si queremos salir a cenar o a hacer una excursión nos lo podamos permitir”.

Ana y Jesús se conocieron cuando ambos trabajaban en un banco, ella en el departamento de marketing y él como analista de datos, donde continúa. “Yo tenía claro que si teníamos más hijos, tenía que ir en consonancia con seguir creciendo laboralmente”. Por eso, Ana decidió emprender, primero con una tienda de puericultura y actualmente con una marca de zapatos llamada Nit Nat.

Además, de esta forma, contaba con mayor flexibilidad a la hora de estar pendiente de sus hijos. “Seguramente si no hubiera tenido esta situación, no hubiera dejado mi trabajo y llevaría el mismo nivel de vida. Pero para nosotros es más valioso tener una familia que tener más ahorros”.

Ana y Jesús con sus hijos en la exposición de Pixar en Madrid. Cedida

Por esa primera tienda de artículos de bebés es que comenzó sus andaduras en el mundo de las redes sociales. “En la cuarentena descubrí TikTok y me pareció una plataforma con más opciones de poder crear contenido para promocionar mi empresa”. Fue entonces cuando hizo un vídeo con sus hijos que llegó a millones de visualizaciones.

A la gente le daba mucha curiosidad cómo nos organizábamos para dormir o para comer, en resumen, para hacer cosas cotidianas siendo tantos, y así comencé a hacer vídeos mostrando esos detalles”, cuenta. Algunos peculiares como ollas gigantes para cocinar, una vitrocerámica más grande de lo normal o el minibús de siete metros para poder ir todos juntos.



Aunque, de la misma manera que conlleva ventajas también tiene desventajas. “La gente se cree con el derecho de faltarte el respeto continuamente por ser una red social”, argumenta. Y es que el precio de la viralidad son las continuas críticas.

Me dicen que vivimos de las ayudas y realmente son descuentos que no te paga todos los gastos reales. Al igual que otros piensan que tenemos hijos para que nos las den, cuando si he decidido tener la familia que tengo es porque la puedo mantener. Si están se agradecen, pero si no tampoco las voy a exigir”, argumenta. “La gente se piensa que te conoce y en realidad si tú te pones a ver mis vídeos no vas a saber más que nuestro nombre. Saben solo lo que yo quiero mostrar”, expresa.