El francés Mathieu Kessler (Mulhouse, 1970) es uno de esos científicos cuyo currículo es imposible de resumir en un solo párrafo: habla cuatro idiomas, aunque reconoce que el alemán lo tiene "un poco oxidado", es doctor en Matemáticas, máster en Ciencias Exactas… También se declara admirador del trabajo de la doble Premio Nobel: Marie Curie, descubridora de los elementos radiactivos. En la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) lleva 24 años, pero su trayectoria ha dado un giro tras ganar las elecciones que lo han convertido en Rector Magnífico.
"Queremos poner a los estudiantes en el centro", según avanza a EL ESPAÑOL el nuevo titular de la UPCT mientras expone su amplia formación. Y materia prima va a tener de sobra porque justo este curso, la Politécnica de Cartagena ha registrado el mayor número de matriculaciones de la última década con 1.251 estudiantes que empiezan sus estudios. De forma que el número de universitarios se ha incrementado este curso más de un 20%, lo que se traduce en que 17 de las 22 titulaciones que se imparten de primer ciclo ya han cubierto todas sus plazas.
Tal dato se debe a uno de los motivos que mayor fricción política está despertando por estos días en nuestro país: la inmigración. "A nivel nacional, la población en edad universitaria está bajando ya por la caída de la natalidad y aquí se prevé que suba algunos años más", tal y como explica una fuente de la UPCT. "La mejora de la matriculaciones en Cartagena se debe a la demografía porque está aumentando la población con 18 años y a la Universidad Politécnica están llegando los hijos del boom migratorio que se vivió en la Región de Murcia".
Prueba de ello es que en la última graduación de Ingeniería Civil, la representante del alumnado que intervino, lo hizo en algunos momentos en árabe, para agradecer a los familias que "afrontaron un duro proceso migratorio, dejando sus sueños atrás para que se pudieran cumplir los míos".
La cuestión de la inmigración también es bien conocida por el nuevo rector de la UPCT: Mathieu Kessler "colaboraba con una asociación de matemáticas, similar a Cáritas, en la que daba clases de forma voluntaria a estudiantes que no podían pagarse un profesor particular en París", según recuerda en tono humilde. De aquella experiencia viene el que asegura que es su primer objetivo como rector: "Reconstruir el tejido estudiantil para que los alumnos se sientan parte de la UPCT".
Kessler se enfrenta al desafío de dirigir la quinta universidad con mayor empleabilidad de España, según la revista Forbes. Esta institución educativa imparte 23 grados, en su mayoría ingenierías y carreras científicas, siendo los títulos más demandados los de Fundamentos de Arquitectura e Ingeniería Civil, debido a la recuperación que ha experimentado el sector inmobiliario durante los últimos años.
- ¿Cuáles son sus tres principales retos como rector después de ganar las elecciones con un 63% de los votos?
- Mathieu Kessler: Por una parte, captar más alumnos. Va a ser un desafío por la caída de la natalidad, porque la población en edad de estudiar irá bajando. Por eso aspiramos a abrirnos a la captación internacional. Nuestro segundo reto es simplificar los trámites burocráticos, principalmente mediante la digitalización, para facilitarle las cosas a nuestros investigadores. El tercero es hacer todo esto juntos: somos una universidad pequeña, y eso tiene que ser una ventaja. Necesitamos la movilización de toda nuestra comunidad educativa.
El rector de la UPCT transmite su vocación docente en cada palabra y eso también le permite asumir con seguridad este nuevo reto profesional. No en vano, la pasión de este investigador por las Matemáticas y la Estadística va mucho más allá de lo que demuestra su formación. Prueba de ello es que mientras hincaba los codos en la universidad, también impartía clases particulares con las que seguir financiando sus estudios. Sin embargo, su vocación de enseñar le llevó a dar un paso más allá.
Kessler tomó posesión de su cargo, el 18 de septiembre, en un acto al que acudió el presidente de la Región de Murcia, Fernando López Miras. El rector de la Politécnica de Cartagena se expresa ante el periodista con un tono amable, sereno y tranquilo. De sus palabras se percibe un ligero acento francés, pero domina el castellano a la perfección, al igual que las ciencias a las que dedica tanto entusiasmo.
- ¿Cómo valora el estado general de su institución docente?
- Mathieu Kessler: Es bueno. Los profesores, docentes y personal técnico viven su trabajo con pasión. Debemos tener en cuenta el relevo generacional, ya que muchos de nuestros docentes se van a jubilar en los próximos diez años. Retos hay, pero la situación general es buena.
Este doctor en Matemáticas habla con seguridad sobre las particularidades de la institución que dirige. Sin embargo, llegó a Cartagena atraído por una motivación más fuerte que cualquier oportunidad académica: ni más ni menos que el amor. "Conocí a mi mujer en Berlín, cuando ambos participábamos en un proyecto de jóvenes que financiaba la Unión Europea", según recuerda. Corría el año 1990, justo doce meses después de la caída del Muro de Berlín. "Ella venía de la Región de Murcia, y dos años después de conocernos me mudé a esta zona".
- ¿De qué manera cree que su formación en varios países europeos puede servirle a la hora de aportar ideas en la UPCT?
- Mathieu Kessler: Estoy convencido de que la diversidad, en general, es positiva porque te abre la mente y te hace más curioso y tolerante. Para alguien que debe gestionar equipos y lidiar con muchos empleados, como es el caso de la Universidad Politécnica de Cartagena, con unos 1.000 trabajadores, esa mirada abierta hace que las cosas sean fáciles.
Por otro lado, nuestra universidad forma parte de una alianza europea, la European University of technology (EUT+). Somos nueve universidades de distintos países con un enfoque técnico y politécnico. Para estar ahí, hay que tener un perfil que esté a la altura de esta experiencia multicultural y multidisciplinar.
El periplo de Kessler en la Politécnica de Cartagena arrancó como profesor en el 2000, justo dos años después de que se fundara la UPCT. De forma que sus 24 años de experiencia lo convierten en un veterano en esta institución docente de la conocida como ciudad trimilenaria. Así lo demuestra que fue vicerrector de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones durante un lustro.
Aunque el nuevo rector ha llegado en un momento crítico para el rendimiento del alumnado. Un estudio elaborado el curso anterior por el Instituto de Graduados en Ingeniería de España (INGITE), revelaba que la Politécnica de Cartagena contaba con la mayor tasa de abandono de España. La anterior rectora de la UPCT, Beatriz Miguel Hernández, lo achacaba a tres factores: "La carga matemática de los grados, los estudiantes que entraban sin ser su primera opción y el atractivo social perdido de las ingenierías".
Esa situación parece haberse revertido, dado que Mathieu Kessler valora positivamente el récord de nuevos estudiantes que se ha registrado este curso: "En lo que va de curso tenemos un incremento de casi el 20% respecto al año pasado". En esta línea, el nuevo rector no duda en achacar este éxito a otro factor al margen de la inmigración: "El Plan Plurianual de Financiación acordado con la Consejería de Educación, gracias al trabajo del equipo rectoral anterior, algo que hay que reconocer".
- ¿Cómo valora el estado general de la educación en España?
- Mathieu Kessler: Con la nueva Ley Orgánica del Sistema Universitario en desarrollo, hay un montón de normativas que se tienen que ir adaptando. En el preámbulo de esta ley, se plantea el objetivo de conseguir el 1% del PIB para las universidades públicas. Eso aún estaría por debajo de la media europea. Es necesaria una mayor apuesta estratégica. El problema de la ley es que no viene acompañada de un plan que indique cómo se va a alcanzar ese 1%.
También destacaría la diversificación de las vías de formación. Hay varios informes europeos que señalan el aumento de la formación no reglada. Hace falta formar a adultos para su recalificación en el contexto profesional, pero también para que vayan adquiriendo competencias necesarias de cara a herramientas como la inteligencia artificial [IA], por poner un ejemplo. Por eso, las universidades tendremos que diseñar bien nuestra oferta, aunque no somos las únicas involucradas en este asunto.
También hay que destacar la proliferación de universidades privadas. Poco a poco, van captando muchos alumnos a nivel on line y de máster, y eso es algo que las públicas debemos tener en cuenta. Es necesario garantizar que las privadas cumplan con las misiones de cualquier universidad, para que no sean meras fábricas de títulos.
El nuevo rector de la UPCT, como hombre que ha pasado toda su vida profesional dedicado al ámbito académico, sabe de la importancia capital que tienen los profesores desde la enseñanza básica. Cuando EL ESPAÑOL le pregunta por sus referentes, en primer lugar, cita a su padre, también investigador, y en segundo lugar, hace un guiño a todos los docentes que le han acompañado durante su etapa de estudiante.
"Mi padre era director de un equipo de investigación equivalente al CSIC aquí en España", subraya. "Luego he tenido la suerte de tener muy buenos profesores de Matemáticas desde el colegio. Tenían el rigor, la exigencia y el respeto por los alumnos que hacen falta para transmitir la pasión por esta ciencia. Eso hizo mucho en mi carrera. También en mis estudios en la universidad".
- ¿Hasta qué es importante para el éxito de los estudiantes contar con buenos profesores que transmitan su vocación?
- Creo que es el factor más importante. En todos los estudios, pero particularmente en los científicos: con lo exigentes que son es necesario tener disciplina, y para eso es clave la motivación. Si uno está motivado, puede con todo. Puede hacer el esfuerzo necesario para entender y prepararse. Y esa motivación viene porque uno tiene referentes que le ayudan.
Porque los estudiantes lo primero que quieren comprobar es que son importantes para el docente. Ellos quieren ver que para el profesor, enseñar es una tarea que va más allá de su estricta obligación, y que no solo le interesa investigar. Es fundamental sentir que el docente tiene ese deseo a la hora de transferir sus conocimientos.