Quién le iba a decir hace un año a Borja Santamaría (conocido como Borjamina), Raúl Santamaría y Bruno Vila que la vida les iba a dar un vuelco gracias a su participación en un concurso, algo que ya habían hecho en varias ocasiones a lo largo de su vida.
Mientras que el primero ve como su asociación, Arousa Moza, está teniendo una gran repercusión; su hermano se han embarcado en un proyecto político que ni se imaginaba antes de acudir a Reacción en cadena; y Bruno ha pasado de estudiar Derecho a participar en un concurso de baile con multitud de famosos, llegar a la final y sumar una gran cantidad de fans cuando no había bailado en su vida.
Y es que el paso de Los Mozos de Arousa por el espacio de Telecinco está siendo algo memorable, tanto para los gallegos como para el propio formato, ya que gracias a ellos, en estos 365 días, la audiencia del programa que presenta Ion Aramendi ha subido un 40% entre mayo de 2023 y mayo de 2024.
Además, ese aumento de audiencia les ha hecho plantar cara al todopoderoso Pasapalabra, no solo en datos, también entre los espectadores que antes eran fieles al espacio de Antena 3 y ahora, prefieren ver como Los Mozos de Arousa enlazan palabras.
“En el bar de debajo de nuestra casa por fin han cambiado y ahora ponen Reacción en cadena”, le cuenta Borjamina a EL ESPAÑOL, mientras que su hermano añade que “mucha gente que nos ve nos dice que antes veían siempre Pasapalabra y ahora, gracias a nosotros, ven Reacción en cadena. Conseguir que la gente cambie de canal dice mucho porque reemplazar ciertas rutinas cuesta. Y lo del bar es cierto, a veces bajábamos a recoger ahí paquetes y decíamos: ¡Tienen puesto Pasapalabra y eso que somos sus vecinos! Cambiar la rutina fue un logro y una superación”.
El mayor de los Santamaría también destaca que es una satisfacción ver que cada día hay más espectadores les siguen o que en los hospitales les dicen que antes sólo se veía Pasapalabra en las televisiones del edificio a las 20:00 horas, pero que ahora ponen cada vez más su concurso. “Gente que está pasando por un mal momento se echa unas risas, y es un éxito personal. Nos alegramos por todo el equipo que hace el programa”, comenta. Bruno, por su parte, asegura que Reacción en cadena es el concurso de moda porque es el de que la gente más habla. “Y trataremos de que más que una moda, sea un estilo”, apunta.
Los tres siguen derrotando rivales como el primer día, pero es que en este tiempo han vencido a casi 300 equipos en la prueba Complicidad ganadora; han tratado de acertar más de 4.000 palabras; han logrado acertar La última palabra en 180 ocasiones; tienen el récord de dinero ganado en un solo programa con 55.000 euros; y están próximos a los dos millones de euros de premio que se llevarían a su casa si cayeran eliminados, algo, que todavía parece lejano…
Vuelta a Arousa Moza
Borja Santamaría tiene claro que parte del premio que ganen irá destinado a lo que habían dicho desde el principio, tener un local para su asociación, Arousa Moza. Lo que no esperaba el gallego es que, de momento, podría contar con más de 600.000 euros (menos el pago a Hacienda) si superan los dos millones de euros (que podría ser más) y tras repartirlo con Raúl y Bruno.
En su día a día se ha dado cuenta de que, además de tener que aparcar sus trabajos y estudios, la gente les para por la calle en todos lados, ya sea en Vilagarcía, por Galicia o por toda España: “Es lo que más percibimos”, destaca. Aunque la fama también tiene una cara B que son las críticas en redes sociales, que igual que reciben alabanzas, también tienen muchos haters que critican hasta el físico de los concursantes, “y eso, no es agradable. Hay que intentar separar el programa de nuestra vida diaria”, admite Borjamina.
Aunque una de las cosas más positivas que se ha encontrado es la aceptación de su participación en Reacción en cadena por parte del público infantil, destacando que si algunos de esos pequeños antes tenían como referentes o ídolos a Messi o a Cristiano Ronaldo y querían ser futbolistas, pero como eso no está al alcance de todo el mundo y ahora les ven a ellos ganar dinero gracias a sus conocimientos y habilidad mental, han motivado a los niños y niñas a estudiar, a leer y a consumir cultura. “Para nosotros es un orgullo ser su referente”.
No cabe duda de que su paso por el programa de Ion Aramendi ha cambiado la vida de Borjamina, ya que antes de entrar en el concurso cobraba el salario mínimo, veía que tenía complicado el acceso a una vivienda, ser propietario, tener un coche… “pero ahora sí que pienso que, cuando acabe aquí, siguen las puertas abiertas a retomar mi vida pasada con un colchón muy importante. Eso es un alivio”, confiesa.
De todas formas, el mayor de los Santamaría es un experto en concursos, ya que lleva desde los 18 años participando. Desde Cifras y letras a Bloqueados por el muro, pasando por su histórica participación en ¡Ahora caigo! con Arturo Valls. Pero ahora a Borja, cuando acabe su paso por Reacción en cadena, le apetece descansar para disfrutar lo ganado. Y pese a que el gusanillo de los concursos, una vez que se empieza, está ahí siempre, no se plantea una experiencia en Supervivientes o Gran Hermano porque, desde el paso de Bruno por Bailando con las estrellas y todo lo que pasó, “ya no me apetece tanto”.
Raúl y la política
La vida de Raúl Santamaría ha sido una montaña rusa de emociones desde el primer día de su entrada en Reacción en cadena hasta la actualidad. Es que el gallego no se podía imaginar que 365 días después de pisar por primera vez el plató del concurso iba a estar jugando por dos millones de euros y tener un escaño en el Parlamento gallego con el Partido Popular.
“A mí me llegan a decir hace un año que iba a pasar más tiempo con Bruno que con mis padres o con mi novia, diría que era imposible. Así que sí que ha sido un año diferente, un año en el que pasaron muchísimas cosas y aquí seguimos”, admite entre risas.
Pero si hay algo que a Raúl le emociona ver gracias a su participación en el concurso, y es que él, como profesor, le encanta que se le acerquen niños de 6 o 7 años comentándole que Los Mozos de Arousa les motivan para estudiar, que a sus padres, en vez de pedirles que les pongan dibujos animados en la tele, prefieren ver Reacción en cadena para aprender. “Nos nombraron en la Lista Forbes de los cien más creativos de España y es un orgullo ser ese referente y esa imagen de algo tan positivo”, afirma el gallego.
No obstante, Raúl quiere más, y su siguiente objetivo en el programa es lograr todo un Récord Guinness Mundial, el de permanencia en un concurso de televisión que ahora tienen Los Lobos (con 505 programas) tras su paso por ¡Boom! en Antena 3: “¿Por qué no llevarnos ese mérito? Ojalá sea posible”, asegura.
El pequeño de los Santamaría está viendo como poco a poco van acumulando más dinero, y que el objetivo inicial del local para la asociación ya se ha superado con creces: “Ahora pienso: Ya me da para el coche, ya me da para el piso…!”.
Al igual que a su hermano, la fama les está trayendo cosas buenas, malas y curiosas, como le pasó una vez en un tren: “Hace unos días, una señora me saludó en el vagón. Ella se iba a bajar una parada antes que yo, me quedé dormido, y me despertó para despedirse. Siempre tienes que poner una sonrisa ante estas situaciones. Pero sí que te encuentras con gente que aunque le digas que tienes prisa te dice: No me importa, yo necesito hablar contigo. La gente cruza límites sin darse cuenta. Antes, si veía a un famoso que me gustaba, le pedía una foto, ahora, ya no lo hago por no molestarlos”, apunta el gallego.
También señala que intenta no hacer caso ni a lo positivo ni a lo negativo que ve en redes sociales, ya que, al ser un personaje mediático y salir en la tele, sabe que va a haber gente que le critique o que le diga cosas buenas. “Creo que lo importante es no hacer mucho caso ni a unas ni a otras, ser como eres, actuar como crees que debes actuar tú y no como te dicen que tienes que hacerlo. Seguir siendo como eres y que nadie te cambie es la clave”, asegura.
Su paso a la política también fue muy comentado, pese a que ya llevaba años en el ayuntamiento de Vilagarcía de Arousa, por lo que ya estaba en ese mundo antes de participar en Reacción en cadena. “Fue una decisión difícil, yo estaba en el concurso y también tenía una responsabilidad con ellos y no sabía cómo podía afectar. Es mi vida privada y si la gente dice que va a dejar de ver Reacción en cadena porque esté en un partido o en otro, no entiendo que porque esté en un partido o en otro deje de gustar. Considero que es positivo que la gente que esté en política quiera cambiar las cosas. Hay que respetar las ideas de todos y no hay que mezclar un programa de cultura general con la política”, asegura.
Raúl comenta, como curiosidad, que el presidente de la Xunta de Galicia, Alfonso Rueda, es un gran fan de Reacción en cadena y que le ha aconsejado que ni se le ocurra dejarlo por estar en política ya que para el PP es un orgullo tener un referente en televisión tan positivo.
Bruno, el bailarín
Si hace un año le dicen a Bruno que va a estar participando en dos concursos a la vez, que en uno iba a estar rozando los dos millones de euros de premio y que, en el otro, iba a estar bailando, compartiendo pista de baile y programa con Jesús Vázquez, Valeria Mazza, José Manuel Pinto, Adrián Lastra y el resto de compañeros de Bailando con las estrellas, no se lo habría creído.
Y es que en estos 365 días, el gallego ha pasado de estar en la universidad estudiando Derecho en Santiago, a ser uno de los concursantes más famosos de la televisión en la actualidad, a la altura de los Orestes, Rafa Castaño, Erundino Alonso o Paz Herrera, por nombrar a algunos de sus ‘rivales’ en Pasapalabra o El Cazador en estos meses.
El gallego admite que ahora vive con muchos más nervios cada entrega de Reacción en cadena porque no quiere irse del programa. “Antes no teníamos apego al formato, pero ahora le tenemos mucho cariño al equipo, a la gente que nos ve, a Ion Aramendi…”.
Pero esa fama también tiene un lado negativo o que no le gusta y es que ahora, por ejemplo, reconoce que tiene que tener más cuidado con lo que comenta en la calle o en un restaurante porque “antes, al de la mesa de al lado no le interesaba tu vida, pero ahora puedes encontrarte con alguien que sí le puede interesar y escucha toda tu conversación. La semana pasada, por ejemplo, iba andando por la calle y alguien, desde un coche una persona me grabó. Eso es desagradable”. El gallego también destaca que ahora valora mucho más estar en su casa solo y aislado porque ahí nadie le está observando.
El lado bueno, coincidiendo con sus compañeros, es la aceptación del público, destacando que las franjas del día que tienen más audiencia son las de los concursos, y eso quiere decir que la sociedad tendrá sus defectos, “pero tampoco estaremos tan mal porque mucha gente presta atención e interés hacia la cultura y hacia espacios que dan un entretenimiento muy sano, de dar oportunidad a gente anónima para cumplir sueños. Todo el mundo puede participar, no hace falta ser famoso o haber pasado unos castings de talento”, señala Bruno.
Su resumen de su paso por Bailando con las estrellas es positivo pese a todo lo que vivió allí, sobre todo por la reacción de la gente en la calle, donde le decían que se quedaban hasta muy tarde viendo el concurso para ver si se salvaba, que lo pasaban mal cuando él lo pasaba mal, que le habían instalado la aplicación para votar a toda su familia y amigos… “Realmente ha habido mucha gente que se las ha apañado para apoyarme y a mí eso me hace mucha ilusión. Que te quieran tanto y te sientan parte de su familia. Porque es así, porque la gente se nos acerca y nos cuentan cosas como si no fuésemos desconocidos. Nos cuentan hasta lo que cenan…”, concluye.