Pisos okupas, vuelcos de 'maría', desórdenes públicos y agresiones. Este es el peligroso cóctel molotov que se respira en Alguazas: un municipio murciano, convertido en escenario de una guerra total entre un grupo de marroquíes y un conocido clan llegado de Palma de Mallorca, para evitar que les aplicasen la temida Ley del Talión, tras propinar una brutal paliza a un miembro de un clan rival en el Barrio de Son Gotleu.
Los integrantes de ambos bandos no se andan con chiquitas. En el grupo alauí, al menos hay dos miembros con antecedentes policiales por robo, lesiones y participación en peleas, según fuentes próximas a la investigación abierta por la Policía Nacional. Todo ello, a raíz de una riña tumultuaria que tuvo lugar el miércoles 9 de mayo, en un bar del Barrio del Carmen de Alguazas, frecuentado por clientes marroquíes que a diario cumplen con la tradición cafetera árabe.
En ese establecimiento hostelero, se presentaron unos veinte miembros del citado clan, conocido en Palma de Mallorca porque fueron objeto de un macrojuicio en la Audiencia Provincial que se saldó con condenas para doce de ellos, de uno a seis años y medio de cárcel, por liderar una mafia dedicada a la okupación de pisos en el Barrio de Son Gotleu que luego alquilaban a personas en situación de vulnerabilidad.
La sentencia de la Sala advertía de que la violencia formaba parte del modus operandi del clan: "Los acusados tomaron el control del Barrio de Son Gotleu, atemorizaron a sus vecinos durante un período prolongado de tiempo en el que no reconocían la autoridad de las Fuerzas de Seguridad del Estado, erigiéndose ellos mismos en la única autoridad en la zona, imponiendo su voluntad, perturbando gravemente la convivencia, y exhibiendo su fortaleza en las redes sociales que tenían configuradas en abierto, y donde mostraban una importante cantidad de armas y de dinero".
El clan volvió a demostrar ese currículum, montando una batalla campal en un bar del Barrio del Carmen de Alguazas. De hecho, dos policías locales se jugaron la vida para rescatar al hostelero y necesitaron refuerzos para apaciguar los ánimos del clan que llegó a lanzar sillas a la carretera. En total, se movilizaron a 18 efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Lorquí, Ceutí y Las Torres de Cotillas, para que la sangre no llegase al río entre el clan y los clientes marroquíes del establecimiento.
El supuesto origen del desorden público y de la tangana que se produjo en el bar, se debe a un vuelco frustrado de marihuana que protagonizó un grupo de marroquíes, durante la madrugada del 8 de mayo, en la vivienda de un hombre y una mujer que pertenecen al clan de Mallorca. En ese golpe, uno de los delincuentes alauíes encañonó con un revólver a la pareja que custodiaba 126 plantas de 'maría' de un invernadero indoor, habilitado dentro del citado inmueble del Llano de Molina.
Esa pedanía del municipio de Molina de Segura está a siete kilómetros de Alguazas y el miércoles, solo unas horas después del vuelco frustrado de 'maría', los miembros del clan se presentaron en el bar del Barrio del Carmen. "Iban detrás de unos marroquíes para vengarse del robo de 'maría'", según fuentes próximas a la investigación de la Policía Nacional. "Fueron a buscarlos muy agresivos a ese bar, debido a que allí suele haber población marroquí y cuando un cliente les dijo que así no podían entrar: le pegaron a todo el mundo. Al dueño del local, le rompieron el pómulo".
En el bar del Barrio del Carmen se montó una batalla campal con puñetazos, persecuciones, lanzamiento de sillas y una agresión al hostelero, así como al cliente que le recriminó al clan las formas con las que entraron al local. Así lo recoge un vídeo donde una miembro del clan grita: "¡Está ahí!" Lo hace para aludir a la presencia de uno de los marroquíes a los que buscan, para vengarse por lo sucedido en el piso del Llano de Molina. "Vaya un atajo de energúmenos", clama un vecino ante la secuencia.
El despliegue de policías y guardias civiles provocó que huyesen los protagonistas de la tangana. "En el bar no estaban los marroquíes a los que buscaban", apuntan las mismas fuentes. Pero aquel incidente calentó los ánimos en el grupo alauí, ya que el jueves 9 de mayo perpetraron su venganza: "Los marroquíes, como represalia por lo del bar, causaron destrozos en dos o tres pisos okupas que tiene el clan por Alguazas".
De momento, las aguas se han calmado después de que la Policía Nacional haya practicado 5 detenciones en ambos bandos. La misma madrugada en la que los marroquíes protagonizaron un vuelco a la plantación de marihuana del clan de Mallorca, una persona alertó a la Sala del 091 de que se estaba produciendo un robo en una vivienda del Llano de Molina porque se escuchaban fuertes golpes y gritos.
Unos agentes de la Policía Nacional se desplazaron de inmediato al inmueble, con el apoyo de la Policía Local de Molina de Segura, y nada más entrar, se encontraron a un ciudadano marroquí empuñando un revólver con el que les apuntó antes de ser detenido. Durante la inspección de la vivienda, también interceptaron a otro marroquí tratando de esconderse, y un tercero fue arrestado mientras intentaba huir saltando a los patios colindantes.
Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía ha confirmado el arresto de tres ciudadanos marroquíes de 33 años, 34 años y 51 años, como autores de un vuelco de droga -robo con violencia-. También ha sido detenida la pareja del clan de Mallorca, como autora de un delito contra la salud pública, debido a que en el piso destaparon la existencia de un invernadero clandestino, con 126 plantas de marihuana en su fase final de crecimiento.
Dos de los marroquíes detenidos han ingresado en prisión. Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía subraya que "la investigación sigue abierta porque podrían producirse nuevas detenciones". Los investigadores tiran del hilo de la plantación de 'maría' y del enfrentamiento en el bar, para ver hasta donde les lleva, por lo que no se descartan más arrestos en ambos bandos: el grupo marroquí y el clan de Mallorca.
En Alguazas se vive una calma tensa porque -en apariencia- los miembros del clan se han marchado de los pisos que tenían okupados, para evitar nuevos enfrentamientos violentos con los marroquíes.