Los atentados del 11-M dejaron una profunda huella en la vida y la memoria de nuestro país. En Madrid, 192 personas perdieron la vida y aproximadamente dos mil resultaron heridas. En el capítulo de hoy, veinte años después de aquel fatídico suceso, escuchamos los testimonios de dos hombres valientes que estuvieron en servicio ese día.
Delmiro Guntiñas, portavoz de Bomberos del Ayuntamiento de Madrid, detalla con precisión cómo transcurrió aquel día crucial en su vida. "A las 7:41, vi en la pantalla de avisos la llamada de un bombero desde Santa Eugenia", relata Guntiñas, uno de los primeros en llegar a El Pozo. "Entre los hierros retorcidos, la prioridad era rescatar a los heridos y luego a los fallecidos", explica, remarcando la dureza de la situación. Aunque conoce los detalles de memoria, aún conserva el informe que compartieron con los medios. Al concluir su relato, confiesa que todavía se pone nervioso al recordar esos momentos. En 2007, se jubiló, pero mantiene una buena relación con sus colegas de profesión.
En 2004, Carmen Serna era una joven periodista de El Mundo que entrevistó a Javier Quiroga, uno de los altos cargos del SAMUR que desempeñó un papel difícil: comunicar los nombres de los fallecidos a los familiares y allegados de las víctimas. Esta tarea le valió el sobrenombre de "heraldo de la muerte". Dos décadas después, Carmen Serna, ahora jefa de Madrid Total en EL ESPAÑOL, se reencuentra con Javier Quiroga. "Aquella noche pronuncié 168 nombres", recuerda. Con el tiempo, volvió a encontrarse con algunas familias de las víctimas. "Me recordaban, pero sin rostro". Quiroga, tras más de treinta años de servicio, disfruta de su jubilación y del reconocimiento de sus compañeros. En 2023, fue distinguido con el premio 'Toda una vida', otorgado por el SAMUR.