Hace unos días se viralizaba en TikTok el reencuentro entre Jesús Martínez y Josefina Osés. Josefina llevaba diez días ingresada en el hospital por colelitiasis, una infección provocada por una piedra en la vesícula. Jesús estaba "asustadico" y muy preocupado, cuenta su hijo, Josu, a este periódico. No paraba de preguntar, constantemente, por su mujer. Lo único que le consolaba era realizar videollamadas al hospital para poder verla. Pero el final de esta historia es conmovedor: el pasado 6 de febrero Jesús falleció, con 88 años, a causa de un aneurisma en la arteria aorta, diagnosticado en 2022. Tres días después del emotivo reencuentro.
Jesús y Josefina eran vecinos de Funes, un pequeño municipio navarro. Vivían uno frente al otro. Fueron grandes amigos hasta que con 17 años él y 15 ella decidieron dar comienzo a una historia de amor que duraría 73 años. Y hasta que la muerte los separe.
Se casaron el 1 de julio de 1961, después de diez años de noviazgo, y tuvieron cinco hijos. Se mudaron a Pamplona cuando Jesús tenía 19 años y encontró trabajo en la gran ciudad. Era soldador en una fábrica, se dedicaba a la venta a domicilio y era músico en bandas y orquestas. Tocaba el saxo, el clarinete, el requinto, el bajo y la guitarra. Llegó a grabar ocho discos y más de 50 jotas. Josefina, sin embargo, se dedicaba a la casa y a la costura. "Todo era poco para sacar adelante a cinco hijos", señala Josu.
En el barrio pamplonés conocían al matrimonio porque "iban junticos los dos a todos lados", expresa su hijo. Asegura que es lo que mejor recuerda de la pareja, "juntos siempre para todo". Como todos, han tenido discusiones, pero "la mayoría eran tonterías. Cuando jugaban entre ellos se picaban mucho porque los dos querían ganar", cuenta entre risas. Les gustaban las cartas y el Cuatro en raya.
Su hijo expresa que Jesús siempre ha sido muy entrañable y cariñoso con su madre. Eran una pareja modélica. Les gustaba salir con la rondalla y sus amigos y pasear cogidos del brazo. Para el octogenario la música lo era todo. Y ahí estaba Josefina para apoyarlo siempre.
Tocaba la guitarra cada vez que tenía ocasión. "Recuerdo mi primer txupinazo, con apenas seis o siete años. Él tocaba el requinto en la banda de Bravo, ató mi faja a la suya y en la misma puerta del ayuntamiento vi estallar la fiesta. Cómo olvidar las mañanas antes del encierro, cuando nos dejaba en el tendido de mujeres y niños y bajaba al ruedo con todos los músicos de la banda. O cuando íbamos a la salida de las peñas para verle pasar tocando con la Peña Oberena. Nos metió San Fermín y la música en las venas", relata su hijo en Facebook.
"Hasta el último momento se han querido siempre muchísimo", y así queda demostrado en el vídeo viralizado y grabado por una sobrina de la familia. El sábado en el que Josefina volvía a casa del hospital, Jesús estaba dormido. "Estuvo despierto casi toda la noche. Estaba muy nervioso, pendiente del alta de mi madre. Yo le dije que ya las horas que eran y siendo fin de semana, igual ya no la veíamos hasta el lunes. Así que comió y se echó la siesta. Poco después mi hermano me puso un mensaje, 'ya vamos'. No le desperté para darle una sorpresa. Cuando ella llegó y se despertó le dije 'mira, papá, mira quién ha venido. Estalló de alegría'", detalla.
Pregunta.- Josu, ¿cómo se encuentra Josefina?
Respuesta.- Lo va llevando como puede. Ya en 2022, cuando le diagnosticaron un aneurisma en la aorta, nos dijeron que no le quedaba mucho. Y aun así nos ha regalado un año y medio más de vida. Aguantó para despedirse de ella.
"Es envidiable lo que han vivido ellos siempre", concluye Josu. Esta semana, el 15 de febrero, Josefina cumple 87 años. Es el primer cumpleaños que va a pasar sin el amor de su vida.