El mundo de la cosmética no deja de sorprender, cada día es más grande y son miles de marcas las que aparecen, pero también las que desaparecen. Un mercado explotado, demandado, con sus beneficios y desventajas, muy amado por unos y odiado por otros. Una disciplina ancestral enfocada en la salud, que con el paso del tiempo, parece no envejecer. Tío Nacho es una de ellas, una marca centenaria que pretende comprometerse con las personas y el medio ambiente.
Tío Nacho es una línea de champús y acondicionadores con una larga trayectoria en este sector. La empresa remonta sus orígenes a más de 100 años atrás, cuando básicamente, hacían un jabón muy natural, pero con efectos dermatológicos. Una línea ideológica que han tratado preservar hoy en día.
Actualmente, la marca ha mantenido los valores originales. Desde que fue adquirida por Genomma Lab, la empresa mexicana de medicamentos y productos para el cuidado personal, fundada en 1996 por el tiburón de los negocios Rodrigo Herrera, Tío Nacho ha estado cambiando hasta llegar a un contexto internacional.
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El compromiso medioambiental
Lo natural es esencial para esta marca, por lo que se hizo una búsqueda de todos los ingredientes activos en la naturaleza. Encontraron la jalea real, la joya de la corona. Uno de los componentes naturales con más propiedades, y la base principal de los productos de Tío Nacho para el cuidado del cabello.
Desde la empresa, no solo quieren preservar lo natural de la marca, pretenden hacer lo mismo con el planeta. Cuentan con botellas recicladas, limpian océanos y vertederos para lograr la purificación del plástico. Del mismo modo lo hacen con el papel y el cartón, materiales que reutilizan para elaborar las cajas donde empaquetan los productos que venden.
Su compromiso con la naturaleza tiene el certificado FSC, que garantiza el correcto manejo de los bosques. Sus botellas están hechas de resina 100% reciclada y tratan de impulsar el fomento de la industria del reciclaje en papel y plásticos. Tío Nacho, además de cuidar tu cabello, cuida la vida y al planeta.
La línea de champús y acondicionadores sigue la referencia de la biología cosmética, para que tengas un “cabello impactante sin impactar la vida”. Así, bajo el microscopio, tratan de descubrir grandes secretos de la naturaleza que encienden y realzan la belleza natural del pelo.
Todos sus productos se elaboran con jalea real como ingrediente principal, una sustancia producida por las abejas obreras, pero que se reserva solamente para la realeza de la colmena. Aunque también cuentan con diferentes extractos naturales como manzanilla, aloe, romero, coco, para garantizar un cabello más grueso, con más fuerza y volumen; sobre todo, un cabello más sano.
El tiburón mexicano de los negocios
Detrás de cada empresa hay una persona, aunque Rodrigo Herrera está detrás de muchas. El empresario mexicano no nació en una cuna de oro, y no le ha tocado nada por gracia divina. Desde temprana edad, Herrera ya demostraba sus dotes en los negocios como vendedor de tomates que él mismo cosechaba. Más tarde, con 17 años se encargaba de atender el mostrador, balancear los libros contables y revisar los inventarios de una pequeña ferretería.
Aun así, la carrera empresarial del tiburón comenzó a sus 23 años, en su etapa universitaria. Se cambió de Ingeniería Civil Hidráulica a Administración de Empresas en la Universidad Anáhuac, y desde entonces su progreso ha sido vertiginoso. El primer gran negocio de Herrera fue la realización de infomerciales, popularmente conocido como la teletienda.
Gracias a su capacidad para las ventas, visualizó un esquema que podría seguir para vender a través de la televisión, adentrándose en el mundo de la cosmética y la dermatología, al ser un nicho muy demandado y no tan explotado en el mercado mexicano.
Las fórmulas de venta por televisión funcionaban bien, pero no eran suficientes para el empresario mexicano, por lo que se tuvo que extender a otras áreas. De esta manera, decidió que su compañía —que pasó de llamarse Producciones Infovisión a Genomma Lab—, además de la fabricación y comercialización de productos de uso personal, también sería una agencia productora y de publicidad propia. Así, comenzaron a realizar comerciales de sus mismos productos a partir de estrategias de marketing.
Herrera estableció relaciones con diferentes grupos de médicos para recibir orientación para la fabricación de su primer producto para la piel: el jabón Axepsia, desde entonces, sus negocios no pararon de crecer. Ya en el año 2000 contaba con 10 marcas diferentes de medicamentos y cosméticos bajo el sello de Genomma Lab. Este laboratorio es uno de los más reconocidos de su país, con influencia en Estados Unidos y otros países latinoamericanos como Argentina, Perú, Chile, Colombia, y Brasil.
Tiburón de tiburones
Además de ser un empresario de éxito, Herrera fue furor en el reconocido programa de televisión Shark Tank México. El reality de emprendimiento y negocios que otorga a sus participantes la oportunidad de presentar proyectos de inversión, con la esperanza de asegurar el respaldo económico que necesitan. Herrera fue uno de los miembros estrellas en el elenco de inversores, que se formaba por otros célebres empresarios como Arturo Elías Ayub, Carlos Bremer, Marcus Dantus, entre otros.
Para ser el tiburón blanco de los mares, no puedes dominar solo los negocios. Herrera, además de ser un magnífico empresario y hábil inversionista en programas de televisión, también es líder en redes. Actualmente cuenta con más de 700 mil seguidores en instagram, donde muestra su estilo de vida y ofrece consejos y mentoría sobre emprendimiento y desarrollo empresarial.
Rodrigo Herrera es un hombre polivalente y polifacético. Es considerado uno de los empresarios más importantes de México, hasta el diario Expansión lo incluyó en su lista de los 100 Empresarios más importantes de México de 2022, en el número 94. Según la revista Forbes la fortuna de Herrera alcanza los 600 millones de dólares.