En un principio, el padre se habría lanzado con su hijo vivo en brazos desde un balcón a 200 metros del suelo. Aunque parece que el niño seguía con vida cuando su padre se lanzó, la autopsia tan solo se limita a descartar una muerte por asfixia, estrangulamiento o intoxicación.
La madre del niño había puesto una denuncia por desaparición ante la Guardia Civil el pasado lunes ya que el progenitor había recogido al pequeño del colegio el viernes para pasar el fin de semana con él.
Asegura el entorno que el padre estaba pasando por un momento muy duro de depresión que no dejaba de estar relacionado con el divorcio que sufrió el matrimonio dos años atrás. Gente cercana añade que él no había conseguido rehacer su vida mientras que ella sí.
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Revelan las circunstancias de la muerte las conclusiones preliminares de las autopsias que, según Diario de Navarra y Diario de Noticias de Navarra, se han llevado a cabo este martes, después de que se hayan localizado los cuerpos sin vida de un hombre de 54 años y el de su hijo de 7, cuya desaparición había sido denunciada por la madre.
El caso está siendo investigado por la Guardia Civil, sin descartar ninguna hipótesis, incluida la de violencia vicaria, aspecto sospechado con motivo del complicado divorcio de los progenitores.
Ambos periódicos recogen que las autopsias descartan que el niño muriese por asfixia o estrangulamiento, y tampoco se han hallado restos de sustancias tóxicas en ninguno de los dos cadáveres.