Es lunes por la tarde. Alfredo Aguilera, ex del PP y actual alcalde de Malpartida de Cáceres por el PPM (Por y Para Malpartida), desbloquea su teléfono personal para abrir el WhatsApp como cualquier otra persona. Entra en un grupo de amigos y lee un mensaje: “Oye, me he enterado de que van a venir 140 migrantes al hotel Los Barruecos”. Desconcertado, el dirigente le pregunta a su amigo cómo sabe tal información, a lo que recibe como respuesta: “Me lo ha comentado un compañero que trabaja ahí”. Nada más.
“En ese momento llamé a la directora del hotel y efectivamente me confirma la llegada de estas 140 personas y también me muestra su perplejidad porque no sabíamos nada en el Ayuntamiento”, explica a EL ESPAÑOL Alfredo Aguilera (Malpartida de Cáceres, 1973). Acto seguido, el mandatario local contactó con la Delegación del Gobierno en Extremadura para pedir explicaciones, pues no sabía nada: “El subdelegado me dijo que había recibido un mensaje de la Guardia Civil sobre que iban a preparar un dispositivo para la llegada de los migrantes, pero hasta las 21:15 del lunes no confirmaron que llegarían al día siguiente”.
Casi 24 horas después, sobre las 20:15, tres autobuses llegaron a Malpartida de Cáceres, un pequeño pueblo de 4.074 habitantes situado a 13 kilómetros al oeste de la capital cacereña. Y bajo la lluvia y el manto de la noche, 140 migrantes subsaharianos de “entre 18 y 24 años” bajaron de su transporte en dirección al hotel Los Barruecos, donde se hospedarán, como poco, durante un mes.
Este hospedaje lo sufragará el Gobierno de España y, según cálculos hechos por este diario, alojar 30 días a estas 140 personas en dicho hotel le costará al menos 120.000 euros a las arcas del Estado. Unos 4.000 euros al día, manutención aparte. De hecho, podría darse una situación de hacinamiento, dado que el hotel tiene 40 habitaciones, la mayoría dobles, lo cual provoca que el hospedaje tenga una capacidad inferior al número de migrantes que dormirán en él. “Puede que tengan que montar camas supletorias y que duerman de tres en tres o cuatro en cuatro”, explica una fuente conocedora del caso.
La crisis de las Canarias
Los migrantes, no obstante, proceden de las Islas Canarias, donde este mes de octubre se ha desatado una de las mayores crisis migratorias de los últimos años. Según datos oficiales, alrededor de 13.000 migrantes han llegado al archipiélago canario en lo que va de mes, especialmente a la isla de El Hierro. Precisamente, en esta isla el pasado domingo se batió un récord: en un sólo cayuco llegaron 320 personas, la cifra más alta de migrantes en una misma embarcación desde que hay registros de la Ruta Canaria, en 1994. Esta presión demográfica ha obligado al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a tomar cartas sobre el asunto.
Por ello, el Gobierno de España ya ha habilitado 7.000 camas en hoteles, además de coordinarse con el Ministerio de Defensa, para ceder cuatro campamentos militares –de los cuales sólo se abrirán dos en Madrid– con capacidad para acoger a 4.000 personas. Entretanto, los migrantes ya están siendo trasladados a la Península y siendo alojados en diversos puntos del país. Pero al menos en el caso de Malpartida de Cáceres, nadie informó al alcalde hasta que todo estaba hecho.
“Aquí ha habido una incapacidad muy importante para gestionar una crisis por parte del Gobierno de España y el problema es que nos hacen víctimas de esa incompetencia a los Ayuntamientos, a quienes nos meten con calzador una situación que se podría haber gestionado de otra forma como, por ejemplo, redistribuyendo”, valora el alcalde de Malpartida de Cáceres al otro lado del teléfono.
Tanto él como el Consistorio que dirige, de hecho, muestran su “preocupación” ante la “desproporcionalidad” de acoger a 140 migrantes en un pueblo de 4.074 habitantes que “no cuenta con medios ni recursos para atenderles”. Además, “teniendo en cuenta que muchos de ellos han atravesado situaciones muy difíciles que requieren de servicios sanitarios, sociales, psicológicos y de otra índole de los que la población no dispone, o no para hacer frente a esta demanda tan elevada”, arguyen.
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Información… a cuentagotas
Pero Alfredo Aguilera se fue enterando de todo poco a poco, a cuentagotas. El martes le llamó el delegado del Gobierno en Extremadura y le incidió en la idea de la situación “extrema” en la isla de El Hierro. “Yo le dije que aunque seamos un municipio solidario, no podían generarnos un trastorno tan evidente a un pueblo de poco más de 4.000 habitantes, y encima no teniendo nada preparado para la acogida”, continúa el alcalde.
Pregunta.– ¿Le han explicado por qué han trasladado a los 140 migrantes a Malpartida de Cáceres y no a otros municipios?
Respuesta.– Me dieron alguna explicación que no me convence mucho. Me dijeron que es más fácil tenerlos a todos agrupados en un sitio para coordinar las ayudas y si puede ser cerca de Cáceres capital, mejor, porque es donde Accem tiene su sede en Extremadura.
La ONG Accem, precisamente, es el otro agente que está interviniendo en la operación de traslado, acogida y ayuda a los migrantes llegados de Canarias. “El tutelaje de estas personas a nivel de visados, papeleos, traducción o atención psicológica irá por cuenta de Accem, que también, financiada por el Gobierno de España, les va a prestar las primeras necesidades básicas de ropa, calzado, dinero de bolsillo…”, explica el alcalde de Malpartida de Cáceres tras reunirse con la delegada territorial de Accem.
Fue la propia Accem la que este jueves informó al alcalde que la decisión de llevar a los 140 migrantes a Malpartida de Cáceres partió del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. “Yo me pregunto, ¿no sería más razonable que el Ministerio de Inclusión del Gobierno de España nos pregunte a los Ayuntamientos cuántos migrantes podemos acoger? Estoy seguro de que si lo hacen, salimos 15 ó 20 Ayuntamientos voluntarios sólo en la provincia de Cáceres. Sería más razonable que cada uno acoja a ocho o diez y no uno solo 140. Fue una decisión impuesta y lo decidieron el viernes por la tarde y yo me enteré el lunes por un grupo de amigos”, se queja Aguilera.
La “inquietud” del pueblo
Los 140 migrantes ya llevan más de 48 horas en el pueblo cacereño de 4.074 habitantes y al cierre de esta edición la situación está “muy tranquila”, valora el alcalde de Malpartida de Cáceres. “Los chavales se portan bien, pero hay inquietud en muchos vecinos, ya que tenemos una media de edad muy elevada y es algo desconocido para ellos”.
P.– Me dice que los vecinos viven la situación con inquietud…¿Están preocupados?
R.– Hay preocupación en algunos sectores, pero más que eso hay inquietud. Inquietud porque es algo desconocido para ellos y además les ha sorprendido esta llegada de un día para otro. Pero hay ciudadanos que están intentando ayudar y nos dicen “oye, dónde podemos donar comida o ropa”. Les decimos que en principio no haría falta y que cuando haga falta el Ayuntamiento podrá ser intermediario entre los vecinos y Accem.
Con todo, hay sensaciones encontradas. Sensaciones de ayuda y solidaridad, pero al mismo tiempo de intranquilidad porque algunos migrantes han ido pidiendo por las casas alimento. O se meten en bares a pedir comida y como hay un problema de idioma, hay intranquilidad.
Pese a todo, el Ayuntamiento, motu proprio, va a acometer una serie de medidas para gestionar esta llegada impuesta por el Gobierno. “Vamos a dar a la asociación servicios complementarios. Donde ellos no lleguen intentaremos cubrirles, por ejemplo, cediendo ropa o calzado. También haremos jornadas de sensibilización para que los vecinos conozcan la realidad que hay detrás de cada migrante y lo mal que lo han pasado y podamos hacer partícipes a la gente de ese sufrimiento”, explica.
“También vamos a ofrecer pistas e instalaciones deportivas para que no estén todo el día vagando por la calle. En suma, nos estamos moviendo a iniciativa propia para que vean que somos un pueblo solidario. Aquí hemos acogido migrantes de Ucrania, Marruecos, etc., pero esta situación nos puede desbordar a todos. Y el perjudicado al final no es sólo el pueblo, sino los propios migrantes”, culmina el máximo mandatario de Malpartida de Cáceres. Por el momento, este municipio tendrá 140 vecinos más durante por lo menos un mes.