El desgarrador discurso de un joven de 15 años, estudiante de la ESO, en el que confiesa que durante un tiempo se planteó suicidarse por el acoso escolar que recibía en clase, ha sacado a colación, de nuevo, el debate sobre la necesidad de encontrar nuevos mecanismos eficaces para controlar el bullying en las aulas. El adolescente conmocionó el sábado a los asistentes de la II Jornada 'Parlem d'Autisme' (Hablemos de Autismo) que se celebraba en Tarragona. Entre ellos se encontraba José Manuel López Viñuela, el padre de Kira, la niña de 15 años que se quitó la vida en el barrio de Sant Andreu, en Barcelona, en mayo de 2021, tras sufrir acoso escolar en su colegio, el Pare Manyanet. Viñuela había sido invitado para dar una conferencia.
"Lo siento mucho, pero es así, ¿vale? Estoy harto de callar. Es duro. Desde que he empezado la ESO ha sido un puñetero infierno. Lo siento por el vocabulario, pero ¿usted sabe lo que es que en una clase haya unos 'hijos de fruta', profesores y docentes y peces gordos que no hacen su trabajo como lo tienen que hacer?". Nervioso, el chico, diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA) y alumno del Instituto de Deltrebe, en Tarragona, rompe a llorar con el micrófono en la mano.
"A lo mejor un día, con suerte, pasaba muy poco, y otro... Yo, desde 2022, que empezó lo que considero mi depresión, tuve muchas ideas suicidas. Me quise suicidar. Lo voy a decir en voz alta. ¡Me quise suicidar! Lo siento para quien tenga... para quien tenga... [...] Yo por suerte siempre pensé: me resistía a coger un cuchillo y clavármelo. Resistía a todo esto. Resistía a, yo qué sé, estaba por ahogarme bajo el agua. Pero no lo hacía, porque pensé... ¿Valdrá la pena? Estarás aún peor".
Cuando el chico, lleno de dolor, ya no puede seguir, López se baja del escenario a consolarlo. Le da un abrazo tras decirle "tú vales mucho" y el joven se sumerge en el llanto. "El testimonio que vais a escuchar es tremendamente duro", advierte el padre de Kira a través de su cuenta de Twitter, donde ha compartido el vídeo del devastador momento previa autorización de la madre del menor. "Pero es muy necesario para entender las gravísimas consecuencias que pueden tener el acoso escolar y la inacción de los centros".
"Cuando este chico de 15 años llora y grita lleno de dolor, cuando habla de su ideación suicida porque ya no puede más, nos está pidiendo AYUDA", exclama López, uno de los rostros más visibles de España en la lucha contra el acoso escolar. "Él no quiere morir, quiere dejar de sufrir. Él ya ha hecho lo que las famosas campañas de lucha contra el acoso escolar le han pedido: ¡él lo ha contado, ha actuado! No todos son capaces, por desgracia. ¿Qué le vamos a ofrecer ahora? ¿Cómo le vamos a devolver la autoestima y las ganas de vivir? La formación y la prevención ya llegan tarde para él y para muchos otros. ¿Dónde queda la reparación del daño?".
Y continúa: "¿Cómo puede ser que un colegio vea solución en dar las llaves de un lavabo a un chico autista para que se vaya a llorar solo y así no moleste? ¿Cómo puede ser que nadie le acompañe ni avise si sufre un ataque de ansiedad? ¿Cómo puede ser que la familia informe al colegio de la sensibilidad del chico a los ruidos y que no hagan nada cuando de forma evidente y explícita algunos iguales provocan más ruido para fastidiarle? [...] ¿Por qué nadie hace nada cuando ve a ese adolescente sólo en el recreo? ¿Por qué no hay ni rastro de protocolos abiertos a pesar de tener la familia todas las situaciones de violencia comunicadas al centro y documentadas?".
Muñoz asegura que su asociación, Trencats, especializada en asistir a los jóvenes que sufren acoso en centros escolares, ya está en contacto con él y su failia para ayudarlo. "No le pensamos soltar de la mano. Ya estamos trabajando en su caso", asegura. "Tampoco le van a dejar de lado en la Asociació Trastorn Espectre Autista Terres de l'Ebre (ATEATE), que realiza una maravillosa labor. Pero de nada va a servir si quienes tienen las herramientas no actúan con soluciones reales".