A Rita Aldea (Madrid, 1998) nunca le apasionó jugar a los videojuegos. Los conocía desde su más tierna infancia, por supuesto, pero nunca fue su primera opción de ocio. Pero los años pasaron y la vida ha dado tantas vueltas que la joven madrileña de 25 años ha acabado dedicándose en cuerpo y alma a ellos. Descubrió que su pasión no era jugarlos, sino ayudar en su proceso de creación. Ella es artista de videojuegos, un trabajo de presente y de futuro que “consiste en construir la parte más estética de los videojuegos. El diseñador te da una idea y tú lo pones bonito. Hay que hacer casas, calles, texturas… de todo. Es como jugar a los Sims, pero en modo pro”, se sincera la profesional a EL ESPAÑOL.
Trabajos como el suyo, en este sentido, cada vez son más demandados por la industria de los videojuegos, un sector no sólo en auge en el mundo, sino también en España, donde se llegó a facturar la friolera de 1.281 millones de euros en 2021, según el Libro Blando del Desarrollo Español de Videojuegos de 2022. Por ello, Rita afirma, rotunda, que no se arrepiente “de haber estudiado el Máster en Arte y Diseño Visual de Videojuegos” en el Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital (U-tad).
Ahí le ayudaron a dar los primeros pasos con el fin de, algún día, poder llegar a ganar los 70.000 euros que puede percibir un artista de videojuegos sénior en España o los 190.000 dólares que podría ganar en países como Estados Unidos. “Para mí sería un sueño. Sería una oportunidad irrechazable si en algún momento me llegaran ofertas así. Pero me gusta España, así que me iría un par de años, ahorraría y volvería”, reflexiona al otro lado del teléfono.
Pero lo que sí que ha ocurrido, de momento, es que a los pocos días de acabar su máster, Rita Aldea encontró a trabajó de lo suyo, de artista de videojuegos. Si Rita terminó el posgrado en octubre de 2022 –prolongando el desarrollo de un videojuego que había hecho junto a otros compañeros durante un mes más–, “el 2 de diciembre ya estaba trabajando en una empresa dedicada a la creación de videojuegos”.
Acabó su máster y empezó su carrera en el mundo de los videojuegos como artista de videojuegos júnior. Un trabajo que se remunera en España, de media, a entre 19.000 y 24.000 euros brutos anuales para un júnior y, que como se ha avanzado, puede alcanzar los 70.000 euros de salario para un sénior. “Aunque, como todo, depende del sitio donde te contraten y del perfil concreto. Se puede llegar a cobrar más”, explica la joven que nunca pensó que acabaría haciendo, por ejemplo, la adaptación a videojuego de la serie animada Transformers: Earthspark que se lanzará al mercado el próximo 13 de octubre.
De la uni a los videojuegos
Rita estudió una carrera bastante alejada de la industria del videojuego como tal. Cursó el doble grado en Diseño Gráfico y Publicidad en la Universidad Francisco de Vitoria, en Pozuelo de Alarcón, y estando en su penúltimo año de carrera recayó en el mundo de los videojuegos de casualidad. “Les quise dar una oportunidad en mi penúltimo año de carrera cogiendo una asignatura sobre videojuegos. Ahí empecé a concebirlos como una experiencia artística inmersiva y no sólo como algo para pasar el rato”, recuerda.
Producto de este nuevo interés que le había despertado el sector, la madrileña realizó su trabajo de fin de grado. Sin embargo, la carrera acabó y llegó el momento de apostarlo todo o seguir con la línea continuista del diseño gráfico tradicional. “Me decidí a cursar el máster y no me arrepiento de nada. Este máster, aparte de darte clases, te obliga a hacer un videojuego, literalmente. Junto a los alumnos del Máster en Creación de Videojuegos y del Máster en Diseño de Videojuegos, teníamos que crear uno por grupos como trabajo de fin de máster (TFM). En el mío éramos unas 16 personas de los tres grupos y creamos un videojuego que presentamos en octubre de 2022 como TFM”, recuerda Rita.
A partir de ahí, y con el TFM superado, los alumnos de la U-tad implicados en el proyecto continuaron desarrollando su idea. “Fuera lo que fuera, nos iba a servir como porfolio por si un día una empresa de videojuegos se interesaba por nosotros”, dice la joven. Algo que ocurrió mucho más rápido de la cuenta. La suerte pudo jugar a su favor, pero también su perspicacia, desde luego.
Pregunta.– Rita, ¿para usted fue fácil encontrar trabajo como artista de videojuegos?
Respuesta.– Para mí fue súper fácil gracias a la U-tad y al company day. Ese día vienen empresas de la industria y se sientan a hablar con los alumnos y hacen como mini entrevistas. Yo me senté con Tessera Studios, una desarrolladora de videojuegos madrileña, y por algún motivo les gusté y me contrataron incluso antes de terminar mi proyecto…
Un sector en auge
El 2 de diciembre del año pasado, Rita Aldea inició su carrera laboral como artista de videojuegos de manera rápida. Una utopía en un país en el que el desempleo de jóvenes menores de 25 años roza el 30%. Aun así, algunos de sus compañeros están teniendo “dificultades” para encontrar empleo pese a que todavía no se ha cumplido el año desde haber acabado el máster. Y es que cursarlo garantiza acceder al mundo laboral antes de alcanzar los 12 meses gracias a su 89% de empleabilidad.
En este sentido, la clave de la rápida empleabilidad de Rita, y de otras muchas personas dedicadas a la industria del videojuego, es que el día del company day tenía ya casi listo su portfolio y fue una buena carta de presentación.
Aun así, el sector está en auge en España. Por ejemplo, este país aspira a mantener un crecimiento sostenido durante el próximo lustro, siendo la previsión de ingresos para 2025 de 2.239 millones de euros. En términos de empleabilidad, el sector cuenta actualmente con 8.833 trabajadores, y se espera superar los 13.000 empleos directos en 2025.