Juan Franco, de 47 años, no ganó el pasado domingo por mayoría absoluta, sino por mayoría absolutísima: el alcalde de La Línea de la Concepción (Cádiz) se convirtió en el edil más votado de España en una ciudad de más de 50.000 habitantes, con un 75,18% de los votos a su favor. De los 25 concejales que componen el Ayuntamiento, Franco y su formación independiente La Línea 100x100 se hizo con 22, ganando uno más que en los anteriores comicios municipales de 2019, cuando obtuvo 21 ediles, también con un respaldo mayoritario del 67,51% de los apoyos.
"Es una bestialidad, una sensación de orgullo muy grande. En 2019 obtuvimos un 68% de los votos y pensábamos que no era posible subir más, pero ahí están los datos", declara Franco en conversación telefónica con EL ESPAÑOL, en medio de una resaca electoral que dura dos días.
Los extraordinarios resultados electorales obtenidos por Franco significan que tres de cada cuatro votantes de la localidad gaditana depositaron su apoyo en la lista que lideraba el pasado domingo: 17.238 votos que le dan la confianza para seguir gobernando La Línea, municipio del cual está al frente desde 2015, y con una aplastante mayoría en el pleno. En la oposición, tan sólo habrá tres concejales; dos del PSOE y uno del PP.
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La receta del éxito de Franco, en sus propias palabras, reside en "una importante gestión del Ayuntamiento", que ha pivotado, en los últimos años, sobre la ejecución de un ambicioso plan de obras públicas y en el saneamiento económico de las cuentas municipales.
"Gracias al trabajo del día a día hemos creado una corriente de opinión positiva que ha calado en la ciudadanía, hemos recorrido las calles y escuchado los problemas de los ciudadanos, y después de escuchar, hemos aplicado las políticas que necesitaban", declara. "Hemos logrado revertir la desesperanza que había en la ciudad", prosigue.
177 millones de deuda
Franco se lanzó a por la alcaldía en 2015 después de vivir una nefasta gestión del gobierno socialista entre los años 2011 y 2015 desde las entrañas del Ayuntamiento. Antes nunca había estado en política. El actual alcalde era funcionario de clase A -ahora en excedencia- en el órgano municipal, donde ejercía como jefe del Área Tributaria. El consistorio arrastraba, en el momento de su primera candidatura, una deuda de 177 millones de euros, lo cual imposibilitaba que se produjeran las inversiones necesarias. "Antes de ser elegido, tuvimos un mandato terrible, había una deuda muy grande, 11 nóminas sin pagar...", relata.
El nuevo alcalde fue investido en 2015 con apoyo del PP y se puso manos a la obra para revertir la situación: rechazó asesores, cargos de confianza, jefe de prensa o coche oficial, y asumió la autogestión como forma de trabajo, entre él y sus concejales. En 2019, los buenos resultados de su primera legislatura le pagaron con un apoyo masivo en las urnas. Desde hace algunos años, de hecho, la deuda no sólo se saldó, sino que las arcas públicas cuentan con superávit.
Además de sanear el Ayuntamiento, entre las primeras prioridades de Franco estuvieron el combate al narcotráfico y la creación de empleo. La Línea es un municipio tristemente conocido por ser un puerto de recepción del tráfico de drogas procedente de Marruecos y su cercanía con Gibraltar la convierte en una localidad con una gran migración laboral.
Al menos 11.000 residentes de La Línea -uno de cada seis-, según datos de 2021, trabajan en la colonia británica por la concentración de empresas que allí se produce. Su poder adquisitivo, además, ha ido en descenso por la devaluación de la libra esterlina, como consecuencia del Brexit. Por otro lado, la falta de inversiones en La Línea por la presencia de Gibraltar provoca que, conforme a los últimos datos de abril de 2023, haya un 34,48% de paro en el municipio.
"El desempleo es nuestra principal preocupación, pero no depende sólo de nosotros como Ayuntamiento, sino también de otras administraciones como la Junta de Andalucía y el Estado. Nosotros, evidentemente, queremos ser dinamizadores del empleo y, por ello, lo primero que queremos hacer en este nuevo mandato es la ejecución del nuevo Plan de Ordenación Urbanística que puede traer inversiones y generación de empleo en La Línea", asegura Franco.
Independencia
Otra de las medidas estrella de Franco para paliar la desventaja de La Línea frente a la próxima Gibraltar es la de erigirse como ciudad autónoma. Es decir, que el municipio cuente con el mismo estatus especial que Ceuta y Melilla. Franco propuso por primera vez esta cuestión en 2021, año en que propuso una consulta. Según él, que La Línea fuese una ciudad autónoma dotaría al municipio de ventajas fiscales y mayores aportaciones del Gobierno central, en un lugar que, por sus circunstancias de cercanía a la colonia británica y a Marruecos, no puede recibir el mismo tratamiento que cualquier otra localidad andaluza.
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El Gobierno denegó la autorización para la celebración de la consulta y, tras un primer recurso, Franco espera la sentencia del Tribunal Supremo. En ningún caso pretende seguir un proceso de desobediencia como el que se desarrolló en Cataluña en 2017 pero, si el dictamen es desfavorable, piensa recurrir hasta llegar a las instancias europeas, donde sí tiene esperanzas de que reconozcan su condición especial.
Según argumenta, su propuesta es perfectamente legal y se dan las circunstancias para que se aplique el artículo 144 de la Constitución: “Las Cortes Generales, mediante ley orgánica, podrán, por motivos de interés nacional autorizar la constitución de una comunidad autónoma cuando su ámbito territorial no supere el de una provincia y no reúna las condiciones del apartado 1 del artículo 143” (el referido a las provincias).
"Estamos transformando la realidad que nos está tocando vivir, y seguiremos hasta lograr las mejores soluciones para La Línea", concluye Franco, que asumirá de forma oficial sus funciones para el nuevo mandato el próximo 17 de junio.