Lo que ha sufrido Claudio Trenta es una situación bastante surrealista. Este vecino de Barlassina, en la provincia de Monza, ha sido víctima de un conflicto vecinal por querer tener buena fe con su municipio. A sus 72 años, tenía intención de ayudar a sus compañeros de barrio y por eso se propuso arreglar un molesto bache de una de las calles de esta pequeña localidad italiana de unos 7.000 habitantes.
La intención de Claudio era reasfaltar una de las vías más transitadas de Barlassina, la cual llevaba varios meses afectada por su mal estado. Especialmente por un socavón enorme que dificultaba el tránsito por esta zona. Sin embargo, seguro que se le han quitado las ganas de volver a actuar después de los problemas que ha tenido a raíz de su iniciativa.
Harto de ver cómo el molesto bache amargaba a todos los que pasaban por esta calle de la pequeña localidad de la provincia de Monza, decidió pasar a la acción. Sin embargo, el remedio terminó siendo más grave que el problema, ya que incluso ha sido denunciado por el ayuntamiento de su pueblo.
Una situación que el propio Claudio Trenta ha denunciado a través de sus redes sociales, concretamente en su perfil de Facebook, lo que ha provocado que su caso se viralice hasta dar la vuelta al mundo. La figura de este ciudadano italiano de 72 años ya es conocida incluso en España. El vecino que todos quieren tener cerca menos su propio ayuntamiento.
El bache de la discordia
Claudio Trenta es un extécnico informático ya jubilado que se encontraba muy molesto por la inactividad de su ayuntamiento a la hora de arreglar la citada calle, la cual tenía un agujero muy importante que dificultaba el paso de los peatones. De hecho, este ciudadano italiano consideraba esta situación suponía un peligro público para todos los viandantes de la zona.
[Quién es Dani Esteve: el líder 'súperdotado' de Desokupa que domina 5 idiomas y tiene 2 carreras]
El municipio, y más concretamente el barrio de Claudio, tenía un grupo abierto en la red social Facebook donde exponían sus comentarios y quejas de todo lo que sucede en su zona con el fin de poner en común cuestiones que se pudieran arreglar. Y uno de los puntos negros de la pequeña población de Monza era este molesto bache.
En los mensajes que colgaban los vecinos se indicaba que este bache provocaba caídas peligrosas y que era urgente abordar su arreglarlo. Estaba situado en un extremo de un paso de peatones, en un punto peligroso por el que pasaban muchas personas cada día.
A pesar de las reiteradas denuncias, en tres meses no hubo ni una sola respuesta para intentar acabar con este problema. Y por lo tanto, no hubo ni un solo trabajo para intentar poner fin a esta peligrosa deficiencia de la vía. Harto de la poca actividad de los políticos y de las autoridades locales, Claudio decidió ponerse manos a la obra para ayudar a sus convecinos y terminar con este problema.
Compró un saco de alquitrán y tapó el molesto bache. Solo tardó 30 minutos e invirtió unos 14 euros en material. Una información que ha revelado él mismo en varios medios locales. Sin embargo, tener esta iniciativa le ha terminado costando muy caro.
La multa del ayuntamiento
La segunda parte de la aventura de Claudio Trenta llegó una vez había terminado su obra. Tras arreglar el molesto bache por el cual había mostrado quejas todo el vecindario, este ciudadano italiano recibió un duro y contundente mensaje de su ayuntamiento. Le estaba multando por haber tenido esta iniciativa.
20 días después de haber finalizado su trabajo, se enteró de que las autoridades locales le imponían una penalización de 882 euros, la cual podía rebajar si pagaba de inmediato a 600 euros. Pero la sanción no se quedaba ahí, ya que Claudio ha sido obligado también a destapar el polémico bache y a rehacer el agujero. Y todo por llevar a cabo "una obra no autorizada".
[El paso a nivel de la "vergüenza" en Alfafar: acumula cien muertes por accidentes y suicidios]
El enfado de este vecino de Barlassina ha sido tremendo y ya ha provocado su respuesta. No solo no acepta la multa, sino que va a obedecer la obligación de tener que echar abajo su trabajo. Y, por supuesto, tiene totalmente decidido poner una contradenuncia y empezar una guerra contra el ayuntamiento de esta pequeña localidad italiana.
"Se piensan que me están poniendo en un aprieto, pero no saben lo que se han buscado. Me han provocado, así que presentaré una contradenuncia". Claudio se prepara para la batalla por intentar ayudar a sus vecinos mientras su caso se viraliza y llega más allá de las fronteras de la provincia de Monza.