Victoria Domingo es veterinaria, tiene 37 años y reside en Barcelona. Es una de las fundadoras de Futuro Vegetal, el grupo de activistas que lanzó pintura este lunes en las sedes de Génova y Ferraz. Cinco de sus compañeros fueron detenidos en la acción de ayer y han pasado dos noches en el calabozo. No son las primeras, pero tampoco serán las últimas. Su intención es seguir realizando acciones hasta lograr su objetivo: "Que haya una transición ecosocial, agroalimentaria y se deriven todas las subvenciones de la ganadería a alternativas sociales y que sean respetuosas con el medio ambiente. Ese es nuestro objetivo".
Apunta que Futuro Vegetal es un movimiento que aboga "por una transición agroalimentaria para la soberanía alimentaria. Nace por la necesidad y la urgencia que hay para solventar el problema de la crisis climática que se nos viene encima".
Cuando hablan de acabar con la ganadería se refieren a la intensiva, pero también a la extensiva: "Las dos ganaderías tienen que ver con la crisis climática. Por una parte, la industrial principalmente porque deforesta el amazonas para traer soja para alimentar a estos animales. Contaminan las aguas y otros problemas. Pero la extensiva, mayoritariamente son rumiantes que producen mucho metano".
Son muchos los que no comprenden las acciones de este movimiento. A ellos, según la portavoz Victoria Domingo, tampoco les importa: "Nuestro objetivo es que se hable de este tema. Te decía que por qué era necesario que existiera FV y era para que se hablara de esto. Me parece que uno de los objetivos que nos marcamos ya lo estamos consiguiendo. Lo primero es que se hable del tema, no queremos ser simpáticos ni agradar a la gente. Si quisiéramos agradar a la gente, haríamos otras cosas. La opinión es legítima, allá cada uno con la suya".
Futuro Vegetal y sus acciones parecen haber llegado para quedarse. Según Domingo, estarían mejor en el sofá o tomándose algo con las amigas, pero "no vamos a descansar hasta que se planten medidas contundentes para frenar la crisis y se acepte políticamente el punto en el que estamos".
En el punto de mira de Futuro Vegetal están los representantes políticos y los inversores. De ahí que esta semana hayan sido PP y PSOE las dianas de las acciones, como en otras lo fueron Caixabank o Santander.
Futuro Vegetal y las multas
—¿Quiénes forman en Futuro Vegetal?
—Nosotros somos gente normal y corriente, preocupadas por la crisis climática. Muchos somos jóvenes, pero hay desde los 18 hasta una persona jubilada. Nuestros perfiles varían mucho. Estamos muy preocupadas por nuestro futuro y por si tendremos o no comida y agua en los próximos años.
—¿Cómo se organizan?
Cada una decide la manera de implicarse. No hay obligación de nada. Cada una decide si quiere tomar roles de ayudar a escribir notas de prensa o cosas que son necesarias o hacer las acciones. Cada una lo decide hasta donde quiere y puede llegar, porque también somos unas privilegiadas por el hecho de que podamos protestar. En Sudamérica están matando a muchas activistas y nosotras tenemos el privilegio de solo pasar unas horas en el calabozo.
—Entiendo que hay multas y algunas sanciones también detrás, ¿no?
Hay multas, sobre todo por daños y desobediencia. Esas son las principales. En algunas nos detienen, aunque no es necesario, porque con enviarnos la multa ya estaría. Nosotros vamos, tiramos pintura y no corremos. Esperamos a que venga la policía porque somos no violentas. Se lo decimos siempre a la policía y a los periodistas. Asumimos lo que hacemos porque hay una necesidad real de que las cosas cambien.
—¿Cuántas multas lleváis pagadas?
—No pagamos las multas, siempre alegamos porque es nuestro derecho a la protesta. Hemos protestado muchos años como ecologistas y no se ha hecho caso ni a la ONU ni a la UE ni a nada. Como es nuestro derecho a la protesta, no pagamos las multas, sino que alegamos que tenemos derecho a proteger nuestro futuro. El número no lo sé. Lo siento.
[Una mujer de 61 años, entre los ecologistas radicales que atacaron las sedes de PP y PSOE]
Tras las alegaciones, hay que esperar a las resoluciones. Por el momento, Futuro Vegetal no ha pagado un solo euro en multas. Esto es lógico, ya que como grupo independiente Futuro Vegetal sólo lleva un año actuando: "De momentos no hemos tenido que pagar ninguna multa".
Fue en febrero de 2022 cuando comenzaron a unirse en torno a Futuro Vegetal estos activistas, que procedían de otros movimientos. De hecho, muchos de ellos pertenecen a Extinction Rebellion. "Somos movimientos hermanos", apunta Victoria Domingo, que pertenecía al mismo.
—¿Por qué dais el paso para organizaros en Futuro Vegetal?
—La crisis climática es muy compleja, por lo que hay diferentes transiciones que hay que hacer. Una de ellas es la alimentaria. Entonces, estando en España que a veces somos la granja de Europa e incluso a veces del mundo, siendo este el paradigma, pensamos que estaría bien que alguien se enfocara en este problema porque no se estaba mirando hasta ahora. Sí que los expertos hablaban de alimentación. En la ONU ya habían dicho sobre esto, pero nadie hablaba en España sobre el problema. Entonces, algunos quisimos, no separarnos porque somos hermanos, pero intentar poner el foco desde otra posición en esto, porque es un problema de España.
Victoria Domingo explica que tienen un contador para registrar el número de personas que se suman a las acciones. "Se han inscrito muchas", apunta: "Entre 50 y 60 activistas". Pero ese es el grupo de los que aparecen ante las cámaras haciendo las acciones, luego están los denominados "grupos de trabajo": "Cada uno lleva un tema: comunicación, legal... Todo está en nuestra web y se explica cómo lo hacemos. El número de personas varía según la época, porque al ser una actividad sin ánimo de lucro pues invertimos el tiempo que podemos. Yo fui una de las primeras activistas y cofundadora del movimiento.
Las acciones
Victoria Domingo participó en Barcelona en una acción "contra la criminalización de la ciencia". Habían detenido a compañeros de Rebelión Científica por lanzar sangre (salsa) en las puertas del Congreso de los Diputados. "Frente a la criminalización de los compañeros, también hemos hecho acciones".
Las acciones no concluirán, pero ¿cómo comenzó todo? "Lo primero que hicimos fue enviar cartas al Gobierno", explica la activista. En ellas exigían que "se pensasen lo que habían dicho los expertos: que hay que hacer una transición agroalimentaria".
La respuesta del Ejecutivo fue en liza a lo que hubiera contestado cualquier organismo. "Fue que esa industria representa un alto porcentaje del PIB y por lo cual nos está abocando a un precipicio entre la espada y la pared".
Ese fue el principio, "pero el movimiento ecologista lleva años pidiendo cambios radicales", advierte Victoria Domingo. "Ha habido 27 COPS y aún las emisiones están subiendo. No es que partamos desde 0 y: venga vamos a manchar la sede del PSOE porque sí. Es que llevamos mucho camino recorrido y estamos ya casi… O hacemos algo ahora, tenemos entre 5 y 7 años para cambiarlo o estamos… O los daños serán irreversibles".
Victoria Domingo aclara que ellos son "apartidistas". "Algunos activistas son más de un partido y otros de otro. Nosotros no hablamos de a quién votamos. En nuestras acciones exigimos que hagan las políticas necesarias", apunta.
De momento, los dos ministerios implicados en los cambios que ellos solicitan están inmersos ministros del PSOE. Luis Planas, titular de la cartera de Agricultura, y Teresa Ribera, ministra de Transicion Ecológica. No obstante, eso no quita que haya otros ministerios de Unidas Podemos que "no están poniendo soluciones para frenar la desertificación que se produce en España".
Asegura Victoria Domingo que acudieron a la sede del PP y del PSOE porque son los partidos "mayoritarios", pero señala que también han realizado acciones ante Izquierda Unida. "Podemos hablar del PSOE, pero es que son todos los partidos". Como ejemplo, saca a relucir Doñana: "El PP va a legalizar los regadíos ilegales contra la opinión de expertos. Toda esta política nos parece bastante irresponsable. En general, no están dando la talla ninguno".