La Policía ha detenido a tres personas y otras cinco han sido identificadas en los enfrentamientos que han tenido lugar a las puertas del cementerio madrileño de San Isidro, donde un grupo de falangistas esperaban los restos mortales de su fundador, José Antonio Primo de Rivera. Los hechos han sucedido alrededor de las 13:30 de este lunes, después de que por la mañana fueran retirados los restos del mausoleo del Valle de los Caídos.
A lo largo de la mañana, la tensión ha ido en aumento en el entorno del cementerio, adonde han ido llegando seguidores del político ultraderechista. Llevaban banderas falangistas, así como carteles y pancartas con la cara del líder del partido, que han desplegado poco antes de la llegada del coche fúnebre. Algunos de ellos iban ataviados con camisas azules y también entonaron cánticos como el 'Cara al sol' y otras proclamas fascistas.
A la llegada del coche fúnebre al cementerio, una decena de los seguidores concentrados se han abalanzado sobre la comitiva fúnebre y la Policía ha tratado de contenerlos forzando un cordón. En algunos casos, los agentes cargaron contra los manifestantes más beligerantes, sin provocar heridos. A uno de ellos le rompieron la camiseta en la trifulca, como pudo observar EL ESPAÑOL. A la entrada del camposanto había una decena de furgones policiales, en previsión de momentos de tensión como el que se ha vivido.
Después de estos incidentes, la Policía ha detenido a tres personas, entre ellos al abogado Martín Sáenz de Ynestrillas, conocido en los entornos de ultraderecha. Jesús Muñoz, miembro de Falange y autodeclarado organizador de la concentración, ha asegurado a EL ESPAÑOL que "viendo el contexto de lo sucedido, la movilización no ha sido en absoluto violenta". "Si nosotros exhumáramos cadáveres y los lleváramos de un sitio a otro, aquí sí que correría la sangre de verdad", decía.
Posteriormente, varias decenas de asistentes volvieron a agruparse para cantar el 'Cara al sol' con el brazo en alto, mientras uno de los portavoces lanzaba proclamas desde la parte alta de un parque situado justo enfrente del cementerio. Los falangistas aseguraron que ahora podrán "rendir homenaje a José Antonio sin tener que acudir ocultos al Valle de los Caídos" y anunciaron un nuevo acto, probablemente el próximo sábado, aunque está pendiente de confirmación.
En total, más de un centenar de personas asistió al cementerio de San Isidro de Madrid a esperar la llegada de los restos mortales del fundador de la Falange. Los asistentes fueron llegando poco a poco, a lo largo de la mañana, hasta que sobre las 3 de la tarde se disolvió la concentración.
Entre ellos había mujeres que deseaban depositar rosas en la tumba, jóvenes con la cabeza rapada y tatuajes de estética fascista, unas pocas familias y personas mayores que esperaban "al jefe". Ninguno de ellos pudo entrar al camposanto, pues las autoridades decretaron el cierre para evitar espectáculos como el que se produjo en el exterior.
Falangistas en Cuelgamuros
Aunque no ha habido enfrentamientos con la policía, en el Valle de Cuelgamuros se han vivido momentos similares, poco después de que la comitiva abandonara el complejo donde se ha producido al exhumación de los restos del político. A la salida del mausoleo, otros seguidores de Falange han saludado igualmente al coche fúnebre con el brazo en alto, mientras cantaban el himno del partido y gritaban "¡Viva España!, ¡Arriba España!" y "¡Presente!".
La exhumación ha tenido lugar a partir de las 8:00 de la mañana con total discreción, a puerta cerrada y sin presencia de autoridades ni de la prensa, todo lo contrario a lo que ocurrió con Francisco Franco en octubre de 2019. La tumba honorífica de Primo de Rivera estaba situada al lado del lugar en el que se encontraba la del dictador. Allí fue enterrado en 1959.
Tras retirar una losa de granito de 3.500 kilos, el prior de la abadía, el benedictino Santiago Cantera, ha rezado un responso antes de que la comitiva fúnebre compuesta por dos coches abandonase el lugar en dirección a San Isidro.
En el cementerio madrileño están enterrados otros familiares del político falangista, así como sus hermanos Miguel, Pilar y su tío Fernando Primo de Rivera y Orbaneja.