Valencia

La cantidad final de sapo bufo y el consumo previo de otras sustancias agravaron los efectos letales de la droga. El fallecimiento del fotógrafo valenciano José Luis Abad podría quedarse sin responsables después de que la forense haya confirmado la tesis que defendía la defensa de Nacho Vidal.

El abogado del actor de cine para adultos pedirá en los próximos días el sobreseimiento de la causa abierta por homicidio imprudente. Vidal figura como investigado por la muerte de un fotógrafo que participaba en un ritual en 2019 y su defensa considera que la última declaración de la forense "diluye su responsabilidad".

El letrado Daniel Salvador, que defiende al actor y productor, ha confirmado que la forense ha ratificado su informe inicial ante el Juzgado de Primera Instancia número 2 de Xàtiva (Valencia), que instruye el caso, y afirma que la muerte se produjo por la "connivencia" de cocaína y el conocido como "veneno del sapo bufo", según ha informado la Agencia EFE.

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Según Salvador, la declaración de la forense "diluye la responsabilidad" del actor en el fallecimiento del fotógrafo. Por ello, considera que "no hay concurrencia de culpa" y pedirá el sobreseimiento de la causa sobre su defendido.

El caso sigue en fase de instrucción, después de que tanto las defensas como la acusación particular recurriesen el procesamiento de Vidal por homicidio imprudente; los primeros por entender que no hubo tal homicidio y los segundos por considerar que el tipo penal debía ser más grave (homicidio doloso).

La Audiencia Provincial de Valencia ordenó reabrir la instrucción para la práctica de varias diligencias, entre ellas la declaración de la responsable del Instituto de Medicina Legal de Valencia, para que informase sobre las sustancias que se hallaron en el cuerpo de la víctima, las cantidades y la toxicidad o potencial letalidad de las mismas.

La defensa lleva meses intentando demostrar que la muerte se produjo por la combinación de varias sustancias. El abogado de Vidal defendía que la cantidad de veneno de sapo bufo que hallada en el cuerpo de la víctima no permitía determinar la incidencia concreta en el fallecimiento y solicitó interrogar a la forense.

Con el nuevo examen toxicológico, la defensa quiere demostrar que la dosis administrada no era suficiente para provocar la muerte, por lo que el fallecimiento se habría debido a un desgraciado accidente. Este será el principal argumento del escrito que el abogado de Nacho Vidal presentará en los próximos días.

El informe de la forense recoge que la cantidad de metilbufotenina (veneno de sapo bufo) era de 0,09 miligramos por litro de sangre. También se han encontrado otras sustancias, como cocaína y benzoilecgonina, y no las tomó durante el ritual porque fue grabado y no aparecen en las imágenes. Además, la víctima padecía una cardiopatía leve.

Existen pocas referencias sobre el consumo de esta droga en España. En el caso del ritual de Vidal, la sustancia se inhaló, un método que reduce los efectos del veneno. Todos estos factores en suma, puntualizan desde la defensa, podrían llevar a Nacho Vidal a la exoneración de cualquier responsabilidad en la muerte de José Luis Abad.

Desde que se conoció su implicación en el caso, Nacho Vidal siempre ha afirmado que Abad, con quien mantenía una buena relación, se sometió a este ritual de manera voluntaria y avisó de sus riesgos o efectos secundarios. Todo lo hizo, ha puntualizado este tiempo, de una manera desinteresada.

"Experiencia espiritual"

Los hechos se produjeron el 28 de julio de 2019 en una vivienda de Enguera, en la provincia de Valencia, propiedad del actor. Según el auto de procesamiento de la instructora -posteriormente revocado por la Audiencia de Valencia-, "actuaba como director" de esa práctica o rito.

La magistrada consideró, tras atender a los informes de la Guardia Civil y tomar declaración a los implicados, que la víctima falleció a causa de una reacción adversa a determinadas drogas. La muerte se produjo después de participar en una "práctica, rito o experiencia espiritual o mística" consistente en inhalar el humo de la combustión de las escamas del comúnmente conocido como "veneno del sapo bufo".

La instructora señaló que esa experiencia se llevó a cabo "sin ningún tipo de precaución, por si la práctica se complicaba", ya que no consta que en la casa "hubiera material de primeros auxilios o desfibrilador alguno", ni que el investigado "supiera realizar correctamente una maniobra de recuperación respiratoria"

La víctima habría abonado más de 100 euros a Vidal para someterse a esta sesión espiritual con veneno de sapo bufo, según concluyó la Guardia Civil.