Sorprende afirmar que han pasado casi 20 años desde la primera vez que escuchamos ese “Uno más uno son 7”, o de aquel mítico final de Los Serrano. Mítico por ser una de las series más vistas de nuestro país, con una media de share que rozaba el 30%, pero también por su conclusión, tan criticada por audiencia y como por los expertos.
Pasados los años, seguimos bailando y cantando la letra de su cabecera, tras la que se encontraba la voz de, por aquel entonces, un jovencísimo Fran Perea, que interpretaba el personaje de Marcos, el hijo de Antonio Resines en la ficción. Coincidiendo con el 20 aniversario de los dos estrenos, Perea lleva meses celebrando junto a Víctor Elías, su compañero de reparto, su nuevo proyecto musical: Uno más uno son 20. En él, éxitos que todos conocemos como La chica de la habitación de al lado, Punto y aparte o Cuenta conmigo, han sido reinventados por Fran y Víctor al lado de otros artistas como Rayden, Ginebras o Ana Guerra. Además, Fran comienza una mini gira que ya cuenta con dos Sold Out en Madrid y otro en Barcelona. Un homenaje en toda regla que relata el propio malagueño a EL ESPAÑOL.
Reconoce que el proyecto nace “de manera muy casual antes de la pandemia”. Una persona con la que estaba trabajando se lo propone y él a su vez hace lo propio con su compañero Víctor Elías, con quien decide llevarlo adelante con su propio sello discográfico. “Es un proyecto en el que llevamos trabajando mucho tiempo, depositando mucho amor. Nadie ha venido a darnos nada, sino que lo hacemos porque nos apetece, y está siendo muy bonito”. Fran, en realidad, sólo estuvo tres de los cinco años que duró Los Serrano, pero todos lo recuerdan como si hubiera estado las cinco temporadas.
- ¿Por qué se fue antes de la serie?
- Es una pregunta bastante compleja. Vivimos una cosa muy fuerte, con muy pocos años, entonces te pasan muchas cosas. Principalmente, yo vengo del teatro y llevaba mucho tiempo sin actuar. Quería hacer otras cosas, porque a esas edades lo que quieres es probar, cambiar. Y luego me he ido dando cuenta de que no es solo esa edad, sino que en está en mí esa necesidad de cambio. Entonces fue una decisión muy costosa, de las más importantes de mi vida, pero con todo el dolor de mi corazón tuve que decir que no. Dices: ‘Yo no puedo estar haciendo ya estas tramas’. Eso te va minando cada vez más y una vocecita te dice: ‘Ya está’. También hay que tener en cuenta que es que yo estaba haciendo una serie, grabando discos, componiendo… necesitaba un poco más de tiempo para mí, porque el nivel de exigencia de estos proyectos es enorme y llega un momento en el que no estás bien para abarcar todo y tienes que ser coherente contigo mismo. Y además, todo esto con la presión de la productora y de la cadena diciéndome que no me podía ir. Pero pasó.
- Con el boom que supuso la serie y tanta presión… ¿Necesitó acudir a terapia?
- Nunca fui a terapia y es curioso porque la hubiera necesitado. Ha cambiado mucho ahora la cosa respecto a la salud mental y me parece muy bien. Pero lo que intenté fue usar las herramientas que tenía a disposición, que son los valores que me han inculcado en mi casa, y recurrir a familia y amigos para comentar mis problemas y que me ayudasen también a tomar las decisiones que fui tomando. La verdad es que he sido muy afortunado porque he tenido gente que me ha querido bien, que me ha ayudado mucho. Mis amigos de toda la vida son los que me han anclado, y también conservarlos, porque a veces cuando empiezas a hacer cosas de este tipo, tu circulo luego es otro. Pero siempre tuve claro que el mío era el que era y, que si luego entraba alguien más, estupendo. Eso me ha ayudado y no suele ser lo normal.
El esperado reencuentro
Precisamente, de ese núcleo pasaron a formar parte muchos de los integrantes del elenco de Los Serrano. Desde que acabó la serie, han sido sucesivas las muestras de cariño en redes sociales o eventos públicos, demostrando la buena sintonía que sigue existiendo entre ellos. Hasta tal punto que Natalia y Verónica Sánchez están vinculadas en el nuevo proyecto de Fran junto al ya nombrado Víctor Elías como productor.
Así que los rumores son cada vez más fuertes: ¿habrá reencuentro el próximo 23 de abril? Coincidiendo con el 20 aniversario de la emisión del primer episodio de la serie en España, el fenómeno fan se muestra inquieto, una actitud que los propios actores han ido alimentado estos meses.
- ¿Va a sucederse o no el esperado encuentro?
- Who knows? (ríe) No te lo puedo decir. No sé, sería muy loco poder juntarnos toda la familia, ¿no? Sería muy loco. No lo sé, no lo sé, no te lo puedo decir (ríe).
- ¿Es real el buen rollo que transmitís entre vosotros?
- Vivimos algo muy fuerte que solo podemos compartir entre nosotros. Es algo que te deja unido de por vida. Tenemos mucho la sensación de familia, pasamos durante una época de nuestra vida más tiempo entre nosotros que con cualquier otra persona del mundo. Son muchas, muchas horas. Y aparte, tuvimos la suerte de ser un grupo de buenos profesionales, pero también de buenas personas, entonces nos hemos cuidado mucho a lo largo de los años. Hemos tenido suerte de coincidir.
- Conocemos a muchos artistas, como Miley Cyrus, que se dan a conocer desde muy jóvenes en series donde tienen papeles protagonistas y también cantan. Con el paso del tiempo, publican canciones donde cuentan la realidad de su situación, que no suele ser buena. ¿Reniega de esa época?
- Para nada. Yo tuve mi proceso también. Cuando terminó la serie había algo de rebelión contra eso, porque te pasan esas cosas y de pronto se vuelve el paradigma sobre el que tu vida va yendo, todo está sobre ese paraguas. Pero tú eres más y no quieres que eso lo empañe todo. Pero con el tiempo, te vas dando cuenta de que es una guerra que no puedes controlar, no depende de ti, te has metido en la casa de la gente durante tres años un día a la semana y eso es lo que es, no puedes luchar contra eso. Entonces fui asumiéndolo. En 2010 hice un disco que se llama Viejos Conocidos, donde hay canciones que sí tantean, Carnaval habla de mi vida convertida en un circo, de colores, que era la pelea contra la prensa rosa… Pero bueno, pasé por encima de aquello, me sentó bien como terapia y fui dejando atrás esa sensación y al revés, yo me siento afortunado. No tengo en mente sacar una canción quejándome, para nada. Sacaré canciones que tengan que ver, pero no tanto como eso.
20 años de no parar
Hablamos del boom psicológico y social, pero el éxito de la serie y de las canciones que interpretaba el malagueño supusieron un boom económico para un elenco joven que prácticamente empezaba. A pesar de que Fran decidía abandonar la ficción sin un trabajo asegurado en otro sitio, no tuvo problemas para seguir creciendo, otra de las cosas, como reconoce, por las que se ha sentido afortunado.
Durante este tiempo, ha creado Sinfonía en No Bemol, su propio sello discográfico, además de haber participado en la recuperación de los Teatro Luchana y el Teatro Pavón de Madrid. También cuenta con su propia compañía de teatro, Feelgood Teatro, junto a otros compañeros de profesión, además de haber participado en numerosos títulos de cine y televisión. En 2018 volvía a la música y desde entonces no ha parado de hacer conciertos.
A nivel internacional, el nombre de Fran Perea suena fuerte en Finlandia, donde ha protagonizado un drama policiaco con gran éxito, The Paradise (‘Kosta’ en España). También en los Balcanes, donde muchos ciudadanos aprendieron español gracias a la emisión de Los Serrano. Perea aprovechó este hecho para llevar a cabo un proyecto para dar a conocer la lengua española: Viaje a la palabra contó con la colaboración del Instituto Cervantes y diversas universidades serbias y en él, Perea combinaba la puesta escénica con la musical y artística desde un punto de vista didáctico. “Es un proyecto que tuvo que parar en pandemia y que me encantaría recuperar. En nuestro país miramos poco hacia afuera, hay otros que miran más hacia nosotros. Tengo muchísimos amigos en los Balcanes y me parece muy interesante que gente a la que un día le dio por ver una serie española, se terminara interesando por nuestra cultura, decidieran estudiar español, leer a Lorca y Calderón, o que ahora estén estudiando filología hispánica. Es un poder que tenemos y me parece muy bonito”.
Cuando las redes no existían
Hace 20 años todo se veía muy distinto. Por entonces, eran las carpetas forradas de recortes de revistas como Super Pop, Bravo o Teleprograma, los autógrafos a la salida de los conciertos, rodajes o cenas donde pillaban, para su desgracia, a los actores por sorpresa. Ni siquiera la prensa rosa era lo que es hoy en día. Cuando llegó el final de Los Serrano en 2008 no existía ni Twitter.
- ¿Cómo hubiera sido aquello con redes?
- No soy capaz de imaginarme ese escenario. Entendimos hace unos años que esto había llegado para quedarse y que puedes pelearte contra ello o sumarte. Piensas cómo usar la herramienta para que sea útil en tu día a día y te permita tener un feedback directo de la gente que te sigue. Los discos de estos años los he producido yo, entonces las redes me han ido permitiendo mostrar mi trabajo. Es verdad que estamos en un punto donde pienso en eso del proletariado digital, que parece que trabajamos para ellos de alguna manera, pero bueno, nos van permitiendo hacer cosas chulas. Además, yo tengo un equipo de gente que curra conmigo, hacemos cosas divertidas e interesantes para el público, pero siempre muy relacionado con lo profesional en mi caso.
- No se lo tomas en serio a nivel personal
- No, a nivel personal, nunca. Eso de mostrar el modo de vida… Yo no he entrado ahí, soy bastante celoso de mi intimidad, y eso lo comparto con mis amigos y la gente que quiero. Y luego el tema opinión… pues hay tantas opiniones y tan pocos argumentos, que para qué sumarme yo a eso. Mi opinión le interesa a la gente que sabe cómo pienso o que me quiere y que va a tener mi opinión en cuenta para algo. No es útil para alguien que va a hacer un usar y tirar sobre ella.
- Luego hay casos de artistas que usan las canciones para contar su vida personal, como ha pasado con el último lanzamiento de Shakira y Bizarrap. ¿Está de acuerdo con este tipo de canciones?
- Están llegando a nuestra vida, hay que asumirlo. No confronto, no me enfrento en absoluto. Todo lo que llega, llega por algo, bien porque es una buena idea o porque es lo que la gente quiere. Si hay música de por medio, es bueno y ya está. Yo me dedico a hacer el mío lo mejor que puedo y desde mi punto de vista, pero que cada uno haga lo que quiera. Y si pega el pelotazo, eso que se lleva Shakira y la gente que está trabajando ahí, que serán muchísimas familias que tendrán una vida más saludable. Pero es lo que hablábamos de la opinión, estamos sobrepasados, saca esto Shakira y enseguida lees ‘vaya mierda’, ‘me encanta’ o ‘es lo peor’. Pues no, tío. Es demasiado.
- ¿Crees que debemos llegar a tener una regulación de este tipo de comentarios en redes sociales?
- A mí me gustaría que las redes fueran como la vida: si voy a tu casa a insultarte, yo te denuncio. Es verdad que eso es complicado controlarlo de momento, pero llegará porque tiene que haber unas normas, vas a una panadería y compras el pan, no lo coges y te lo llevas. Tiene que haber convivencia y control sobre los bots y los haters porque a veces se producen situaciones muy incomodas, a mí me han llegado a matar, a decir que he tenido un accidente y he fallecido. Eso es heavy porque no solo te afecta a ti, afecta a tu familia, tienes que ponerte a llamar y a desmentir todo eso, es tiempo de tu vida, además de haber un daño y un perjuicio ahí. Molaría que poco a poco eso se fuera controlando pero es difícil. Prefiero quedarme con lo bueno y reírme de lo malo, soy el primero que se ríe de sí mismo.
A pesar de mantener en privado su vida más personal, Fran anunciaba a principios de año la muerte de su padre en redes sociales con una cariñosa dedicatoria. Horas después, agradecía y reconocía con un post, estar abrumado por todo el apoyo y cariño recibido. Ahora, con este proyecto homenaje en la pista de salida, se le nota emocionado y con ilusión. “EL otro día pensaba que solo me están pasando cosas grandes en este principio de año. Por favor, necesito que se me queme, por ejemplo, un potaje (ríe). Al final siento que he tenido la suerte de compartir el camino con una persona excepcional y trato de honrarle con lo que estamos haciendo. Esto le habría encantado a él, le hubiera puesto feliz. Está siendo un año de montaña rusa de emociones total y estoy contento”.