Las notas del 1 al 10 son historia. La LOMLOE, más conocida como la Ley Celaá, se ha implantado de forma rápida y con polémica ya que la gran mayoría de los profesores no estaban preparados para las novedades de la ley. Una de las principales novedades es el cambio en las calificaciones, que se ha puesto en marcha, durante este año escolar, en los cursos impares y en el próximo se extenderá a los pares.
No solo ha cambiado la forma de evaluar, sino también la manera en la que los profesores informan a los padres y madres. Ahora se trata de notas alfanuméricas, más centradas en el rendimiento y capacidades de los alumnos, añadiendo matices individuales de cada alumno. Con este sistema, el cambio ha sido completo.
En la actualidad, cualquier boletín de notas escolar en los cursos impares se podría resumir en cinco valores: insuficiente (menos de 5), suficiente (5), bien (6), notable (7 y 8) y sobresaliente (9). A pesar de que durante este curso convivirán ambos sistemas, el numérico y el alfanumérico, los expertos recomiendan fijarse en el comentario incluido en el lado derecho de las notas, un comentario que ha pasado a ser obligatorio.
En este comentario, los profesores destacan los mejores valores del estudiante y también las debilidades para que los padres conozcan cómo trabajar las dificultades de sus hijos. El objetivo fundamental de este sistema es aportar mayor información a los padres para que conozcan si su hijo obtiene peores notas con mucho esfuerzo o poco.
Las nuevas calificaciones pueden parecer novedosas, sin embargo, se están implementando en Europa y recuerda a la fórmula de calificación de la EGB, cuando las calificaciones se dividían en muy deficiente, insuficiente, suficiente, bien, notable y sobresaliente.