A diferencia de la gran mayoría de jóvenes españoles que acaban sus estudios
universitarios y se enfrentan a un mercado laboral donde encontrar trabajo resulta una tarea cuando menos complicada, Vicente Pérez no sabe lo que es estar en el paro. Este joven de 26 años se graduó en Ingeniería aeronáutica por la Universidad Politécnica de Valencia, donde también hizo el posgrado. "Mientras hacía el máster, un compañero me dijo que estaban buscando ingenieros en Ford. Me recomendaron, pasé una entrevista y a los dos días ya me habían contratado", explica a EL ESPAÑOL.
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Fascinado por la Fórmula 1 desde que era niño, este joven ingeniero aeronáutico siempre quiso aprender "por qué los vehículos de competición corrían más a través del diseño de los alerones y su aerodinámica", cuenta. Unos conocimientos que pudo adquirir en la carrera gracias a Formula student, un concurso en el que varias universidades de ingeniería del mundo compiten en la construcción y diseño de un vehículo monoplaza hecho exclusivamente por estudiantes. Gracias a ello pudo hacer lo que siempre había soñado: "diseñar un paquete aerodinámico de un vehículo", dice.
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Después de tres años trabajando en Ford supervisando las nuevas mejoras de vehículos que llegaban desde Alemania y Estados Unidos, este joven entendió que era el momento de cambiar de rumbo. "Veía que las posibilidades de crecer en la empresa eran muy limitadas", comenta. Así que decidió dejar su Valencia natal para buscar trabajo fuera de nuestras fronteras, así encontró la oportunidad de trabajar en Airbus Helicopters en su sede en Donauwörth, una localidad cercana a Munich.
En Airbus
Allí lleva desde el pasado mes de septiembre embarcado en un proyecto llamado City Airbus, el cual consiste en diseñar "una especie de helicóptero avanzado, 100% eléctrico, pensado para que sea el vehículo que vaya por las ciudades en un futuro". Vicente se encarga del diseño estructural de una de las partes del helicóptero.
"Las condiciones laborales son muy buenas, mucho mejores que las que encontraría en España, donde te pedirían más años de experiencia para el mismo puesto. La verdad es que no tuve que buscar mucho. Hice un par de entrevistas y me cogieron en Airbus", dice. "Quizá si hubiese buscado trabajo en España no hubiese encontrado las mismas condiciones", añade.
Dentro de las distintas salidas laborales que ofrece la ingeniería aeronáutica -que abarca tres especialidades divididas en distintos másteres: Aeronaves, la que estudió Vicente y que engloba la aerodinámica, aeroelasticidad y estructuras; Aeromotores, la cual se centra en la propulsión de los aviones y el funcionamiento de motores; y Aeronavegación, que se ocupa de los sistemas de comunicación-, los titulados en aeronáutica tienen un amplio abanico de salidas laborales. Según el INE, es una carrera que goza de un 96% de tasa de empleabilidad. "De mis compañeros de promoción, la gran mayoría encontraron trabajo enseguida en diferentes sectores", apunta Vicente.
Muchas prácticas
Al igual que otras ingenierías, la de aeronáutica requiere de conocimientos muy avanzados en materias como matemáticas y física, lo que exige muchas horas de estudio y dedicación, algo que a Vicente no le resultó demasiado complicado. "Si algo te gusta, no te cuesta esfuerzo. Hay que dedicarle mucho tiempo, pero lo llevas bien si te apasiona", afirma.
Para entrar a la carrera, la UPV le exigió una nota de corte de un 12,3. En el caso de Madrid, Sevilla y Barcelona, la nota de acceso para el mismo grado es incluso más alta. "Lo bueno de haberla estudiado en Valencia es que las evaluaciones son más sencillas que en otras universidades y están más enfocadas a que el alumno pueda aprobar y aprender. Hice muchísimas prácticas y eso siempre lo hace más sencillo", explica Vicente.
La realidad es que nadie estudia ingeniería aeronáutica si no tiene vocación de ello.
"Aunque tengas que realizar un gran esfuerzo estudiando, al final vas a recibir tu
recompensa", comenta el aeronáutico, quien aconseja tener muy claro en qué rama
especializarse ya que para el mundo laboral "es muy importante tener claro qué salida
quieres tener y enfocar todas tus capacidades en eso", de esta forma "conseguirás ser
muy bueno en lo tuyo y tendrás trabajo de por vida".
Por el momento, los objetivos profesionales de Vicente pasan por seguir adquiriendo
experiencia en Alemania, "aunque eche de menos Valencia, a mis amigos, mi familia". Por ello, su idea es permanecer allí durante un tiempo y en un futuro "poder regresar a España con un trabajo que me llene, con buenas condiciones y rodeado de mi gente", concluye.