Tan solo dos milímetros separaron el corazón de D. de la afilada navaja con la que fue apuñalado por R.: su compañero en el instituto Alfonso Escámez de Águilas. "Su vida ha estado pendiendo de un hilo: el cuchillo atravesó completamente el pulmón", tal y como detalla Joe Luis del Valle, sobre el delicado parte médico que presenta su hijo, de 15 años."Todavía sigue en la UCI porque no han pasado las horas más críticas", según remarca el progenitor, mientras accede a romper su silencio entrevistándose con EL ESPAÑOL para ofrecer su versión sobre este terrible ataque que ha consternado a la comunidad educativa española.
Prueba de ello es que el Juzgado de Menores número 1 de Murcia investiga lo ocurrido en el citado instituto como un asesinato en grado de tentativa. "En el Hospital Rafael Méndez de Lorca no pudieron atender a mi hijo porque necesitaba a un especialista para no desangrarse cuando le sacasen el cuchillo". De hecho, durante 75 largos kilómetros, el adolescente fue trasladado en ambulancia con la hoja de la navaja de 17 centímetros de longitud, incrustada en el costado derecho, para ser sometido de urgencia a una cirugía torácica en La Arrixaca.
"La navaja se la clavó a dos milímetros del corazón y le han quitado un tres por ciento del pulmón", subraya Joe Luis del Valle (Perú, 1975), sin ser capaz de encajar que su hijo casi pierde la vida el lunes dentro del aula. "Hay que poner más protección en los institutos: ¿Cómo es posible que un niño entre con una navaja a un instituto y nadie se de cuenta? Todos los alumnos corrieron el mismo riesgo que mi hijo: le podría haber pasado a cualquiera que se cruzara con ese chico y le dijese algo. Esto no puede repetirse en ningún centro educativo del país: hay que buscar una solución".
- ¿Ha podido visitar a su hijo en la UCI?
- He podido entrar a verle y también he hablado con mi hijo. Se encuentra en shock por lo sucedido. Lo primero que me ha preguntado ha sido: 'Papá, ¿qué habría pasado si me da en el cuello?'
Este peruano no ha querido contestar a la pregunta de su hijo porque la respuesta es evidente: hoy estaría enterrado en el camposanto de Águilas. La Consejería de Educación y el Ministerio del ramo deberían mover ficha ante lo sucedido en el instituto Alfonso Escámez, debido a que la reacción de algunos alumnos que presenciaron el ataque consistió en sacar el móvil para fotografiar al hijo de Joe: tirado en el suelo, sobre un charco de sangre, con la navaja clavada en la espalda y la mirada perdida.
Tal foto a la que ha accedido este diario y que opta por no publicar por su contenido gore, fue viralizada de WhatsApp en WhatsApp por los estudiantes, como si fuese algo tan banal como un selfi. "No entiendo la malicia de los chicos que grabaron a mi hijo y compartieron su imagen apuñalado: me parece una salvajada", reflexiona el padre del menor, incapaz de digerir la reacción de ciertos alumnos tras el brutal ataque.
"No es la primera vez que mi hijo sufre problemas en el colegio: no ha tenido una infancia fácil porque ha sido acosado antes", según desvela a EL ESPAÑOL. A su hijo le diagnosticaron TDAH en el Servicio de Neuropediatría de Cuenca. "Sus compañeros de clase siempre le han visto como un chico solitario, que no es muy sociable y se han burlado de él por eso". Tales episodios se remontan a la etapa en la que Joe y su entonces esposa, María Esmeralda, residían en el municipio conquense de Tarancón tras emigrar desde Perú para labrarse un porvenir en España: ella trabajando en la restauración y él en empresas del sector cárnico y del mueble.
"Cuando era pequeño los niños le pegaban en el colegio de Tarancón y decidimos cambiarlo de centro". Hace siete años Joe se instaló en la localidad murciana de Águilas, para trabajar como jornalero agrícola, y asegura que las cosas no cambiaron para su hijo ni cuando terminó Primaria ni cuando empezó Educación Secundaria Obligatoria en el IES Alfonso Escámez del Barrio de Colón. "En Primero de la ESO le encerraron en el baño y le quisieron pegar", ejemplifica. "También le agredieron en las escaleras durante el curso siguiente: mi hijo ha sufrido varios incidentes".
Lo apuntó a jiu-jitsu
El padre de este adolescente introvertido, amante de los cómics, de la cultura japonesa del Manga, de los paseos por la montaña, de los juegos de ordenador y que está aprendiendo a tocar el banyo, confiesa que optó por tomar medidas drásticas para que nadie se aprovechara de su hijo diagnosticado de un trastorno por déficit de atención e hiperactividad: "Al ver que lo maltrataban decidí apuntarle a jiu-jitsu, llegó a sacarse el cinturón amarillo para aprender a defenderse".
Tales enseñanzas las puso aprueba este adolescente, D., con un compañero de clase, R., que supuestamente le venía acosando durante el curso pasado. El atestado de la Guardia Civil al que ha accedido EL ESPAÑOL refleja que la relación de ambos menores de edad no era buena y en mayo se pelearon: "R. le tiró un mando a D., dañándole la nariz, y D. le pegó una paliza a R., siendo separado por el profesor de Biología". De manera que los dos estudiantes fueron expulsados del instituto.
- ¿Qué le dijo su hijo de aquella pelea que le costó la expulsión?
- Mi hijo me contó que le había amenazado de muerte un chico. Le dijo: 'Que sepas que te voy a matar'. Yo le contesté que eso eran tonterías de críos, pensé como un adulto que eso solo sería un calentón. Pero ese chico prometió cargárselo y casi lo logra.
- ¿No pidió al instituto que activase algún protocolo como el de acoso escolar?
- La verdad es que no porque jamás me imaginé que esto iba a llegar a tanto. No le di la importancia debida. En ese momento debí poner una denuncia por amenazas de muerte.
Cuando en septiembre arrancaron las clases, su hijo, D., de 15 años, se incorporó al grupo C de tercero de la ESO, pero por el aula no aparecía el otro chico: R., de 14 años, de perfil absentista, y marcado por una familia donde algunos de sus miembros tienen antecedentes. De manera que R., este lunes, reapareció por el instituto con la supuesta intención de consumar la amenaza que le hizo el curso pasado a D.: el hijo del peruano Joe Luis del Valle.
La mañana del lunes se inició con Geografía e Historia. La víctima, D., estaba sentada en la fila derecha del Aula T2 y el supuesto agresor, R., se sentó justo en el pupitre de detrás. Entre las 9.25 y las 9.30 horas, la clase terminó, el docente salió al pasillo para esperar al compañero que debía impartir la siguiente asignatura, entonces, D. se recostó sobre el pupitre, y R. se levantó para apuñalarle. Así lo narró a la Guardia Civil una alumna que figura como testigo en el mencionado atestado:
"El alumno D. se encontraba recostado en el pupitre, en primera fila, frente a la mesa del profesor, y de repente se levantó un chico que no sé cómo se llama porque es la primera vez que lo veo este curso. Ese chico se ha dirigido hacia D., sacando del bolsillo derecho, una navaja, y le ha dado dos puñaladas en la espalda, dejándole clavada la navaja". Otro estudiante que figura como testigo apunta el presunto móvil del brutal ataque: "R. y D. el año pasado se pelearon y se ha vengado".
Todo ello lleva a la Guardia Civil a concluir lo siguiente sobre el ataque: "El autor, según las testificales de los profesores, era común que hiciese absentismo y no ha ido a clase desde el inicio del curso en septiembre. El menor, R., de forma premeditada portaba una navaja encima, en el bolsillo derecho del pantalón, como pudo observar una compañera en el aula, y sin mediar palabra con la víctima, la apuñala por la espalda, evitando su defensa, con el propósito de asegurar su acción (...)".
"El momento en el que ejecuta la acción también es premeditado, aprovechando la ausencia de profesores y alumnos en el aula, debido al cambio de clase. El autor no ha valorado la importancia de la puesta en riesgo de la vida de la víctima, D., el cual sigue hospitalizado tras su intervención quirúrgica (...)".
Los padres del adolescente, Joe Luis, de 47 años, y María Esmeralda, de 49 años, no se mueven del Hospital Virgen de la Arrixaca donde permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos. "Vamos a tener que buscarle algún tipo de ayuda después de esto porque tendrá miedo de todo", remarca preocupado el progenitor. De momento, ya ha contratado los servicios de la abogada Cristina Parra para ejercer una acusación particular contra R.: el menor que apuñaló sin contemplaciones a su hijo.
Este martes, el Juzgado de Menores número 1 de Murcia ha acordado para el adolescente, de 14 años, su internamiento en un centro en régimen cerrado. El magistrado ha elevado la calificación inicial del delito que figura en el atestado de la Guardia Civil y R. pasa de estar investigado por un homicidio en grado de tentativa, a una tentativa de asesinato. De forma que el juez ha respondido positivamente a la petición del Fiscal y en su auto afirma lo siguiente: "Estamos ante hechos completamente reprochables que exigen la mayor respuesta penal y punitiva".
La letrada Cristina Parra valora "positivamente" el internamiento de R. en un centro de menores: "Esperamos que está decisión no se prolongue solo por unos meses, por la gravedad del ataque, y porque mi cliente no está todavía fuera de peligro tras someterse a una cirugía muy compleja". La abogada avanza que "hasta que no disponga de los informes médicos y mi cliente preste declaración, no haremos valoración ni de las penas ni del importe de la responsabilidad civil que vamos a solicitar en el proceso". Para Joe Luis el dinero es lo de menos. Este peruano está deseando ver a su hijo fuera del Hospital Virgen de la Arrixaca, celebrar con él los 16 años que cumplirá el próximo 15 de noviembre, salir juntos a bucear como han hecho otras veces y apretarle para que retome los libros para no volver a repetir curso. "Es un chico obediente cuando le pides algo", asegura con orgullo paterno.
- ¿En la visita que ha realizado a su hijo en la UCI le ha contado su versión de los hechos?
- Mi hijo me ha explicado que vio de reojo a ese chico cuando apareció por clase, se sentó detrás suya, pero no le dio la menor importancia. Él se recostó en la mesa al terminar la clase y ahí le apuñaló. No hubo ninguna discusión ni provocación previa: es mentira eso que dicen de que mi hijo le ha amenazado con un puño americano. Yo lo único que quiero es que pongan medidas en los institutos porque no puede ser posible que un chico, de 14 años, entre a un aula y haga esto. Me parece una locura.
El agresor pide disculpas
La versión de lo sucedido que ofrece R. -el supuesto agresor- es diametralmente opuesta. "Lo que pasó el lunes fue porque tenía miedo: me dijeron que D. me estaba buscando para pegarme", tal y como ha relatado este chico, de 14 años, asistido por el prestigioso abogado, Eduardo Muñoz Simó. El menor ha justificado ante el juez que no había acudido al instituto desde el inicio del curso porque D. le amenazó de muerte tras la pelea que les costó a ambos la expulsión del instituto el 25 de mayo.
También ha confesado que la navaja de 30 centímetros y con una hoja de 17 centímetros que le ha intervenido la Guardia Civil, se la prestó un adolescente marroquí que es su amigo, como medida de "protección", porque D. tiene 15 años, es más alto y corpulento.
De modo que este lunes cogió el arma blanca porque su padre le obligó a acudir a clase para no sumar más faltas de asistencia. "D. estaba sentado en su pupitre con un puño americano y saqué la navaja y se la clavé. Le metí la navaja y salí corriendo. En ese momento no pensé nada". Durante su declaración, R. ha asegurado que está "arrepentido" por apuñalar a un compañero de instituto y se ha mostrado disupuesto a "asumir las consecuencias jurídicas". De momento, le toca reflexionar en un centro de menores donde le esperan muchos meses internado.