El asalto al cinturón rojo de Madrid no es ningún plan soterrado de Isabel Díaz Ayuso, empeñada en obrar la expansión y conquista de estas aldeas galas del socialismo en una comunidad hegemónica para el PP. Las elecciones municipales y autonómicas del próximo mayo serán una nueva reválida para la presidenta madrileña, ya colmadas sus aspiraciones de aunar poder público y orgánico, pero también un vibrante desafío político. Seducir a los vecinos de estas banlieue rouge, ciudades dormitorio con una estrechísima relación con la metrópolis, a través de un discurso —el de vivir a la madrileña y esa dicotomía entre socialismo o libertad— que ya hizo fortuna en estos lugares el pasado 4 de mayo de 2021.
Gobernadas sin excepción por el PSOE, Ayuso ganó en todas ellas. Alcorcón, Arganda del Rey, Coslada, Fuenlabrada, Getafe, Leganés, Mejorada del Campo, Móstoles, Parla, Pinto, Rivas-Vaciamadrid, San Fernando de Henares, San Martín de la Vega. Ciudades de decenas de miles de personas donde anida el 21% de la población de la Comunidad de Madrid. Lugares nutridos por el éxodo rural de andaluces, extremeños y manchegos en los sesenta y setenta donde siempre ha dominado cierto sentimiento de clase, una adhesión sentimental a la izquierda. Así lo reconocen a EL ESPAÑOL, con diferentes matices, los candidatos populares a las alcaldías de Móstoles, Leganés y Fuenlabrada.
La urna de la presidenta madrileña compartirá mesa en mayo con estos candidatos municipales, una inercia física que acrecenta el optimismo de unos aspirantes que ligan su imagen a la de Ayuso en redes sociales y lonas publicitarias. También en el discurso. "Hemos acometido un relevo generacional con gente joven y nueva. Algunos ya estaban en equipos de candidaturas anteriores, otros desde hace algún tiempo. Son perfiles que consideramos ganadores", confían desde el entorno de Ayuso. "Son candidatos todos ellos muy identificados con el proyecto de la presidenta Isabel Díaz Ayuso y las expectativas son buenas", reconocen otras fuentes de la dirección popular madrileña.
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El PP madrileño abrirá el próximo 21 de octubre el primer de los cuatro capítulos en los que ha troceado su convención ideológica, anunciada en el XVII congreso autonómico que entronizó a Ayuso en mayo. Lo hará en Parla, un feudo socialista de 130.000 habitantes donde tan sólo han gobernado entre 2015 y 2019. ¿El primer tema a tratar? "Ecología y cambio climático frente a los mensajes apocalípticos de la izquierda", según anunció Alfonso Serrano, secretario general del PP madrileño. Sobre el cinturón rojo reconoció que se trata de "una parte de la región prioritaria para el PP y para el Gobierno de la presidenta".
La batalla de 'Fuenlingrado'
Fuenlabrada es el único municipio del sur de Madrid donde el PSOE ha gobernado de forma ininterrumpida desde 1979. En Rivas, el otro bastión inexpugnable de la izquierda, gobierna Izquierda Unida desde 1991. Una placenta socialista bautizada por parte de la derecha como Fuenlingrado. Ayuso consiguió en 2021 la victoria autonómica más abultada del PP en esta localidad: 37.694 votos, 14.000 más que el partido de gobierno. Un tanto que ya se apuntaron Esperanza Aguirre y Cristina Cifuentes. También Mariano Rajoy en las elecciones generales de 2016. Victorias simbólicas, a la postre estériles para conquistar el consistorio.
Extrapolar ese resultado al municipio será tarea de Noelia Núñez, una de las 16 candidaturas ya proclamadas por la dirección regional. Aguirre, Ayuso y Margaret Thatcher son referentes para esta joven candidata de 30 años, concejal en el Ayuntamiento de Fuenlabrada desde los 22. La bandera de Gadsden, aquella tela americana bajo el lema "Dont tread on me" ["No me pises"] símbolo del liberalismo clásico, es la declaración de intenciones que luce en su despacho.
"El 4 de mayo fue un antes y un después. La gente ha cambiado el chip totalmente. Se ha roto ese falso pensamiento de que le pertenecíamos a la izquierda, pero el PP ha demostrado que aquí puede ganar", se arenga Núñez. "Hay que conseguir que los que apostaron por ella el 4 de mayo vuelvan a coger la papeleta de Isabel Díaz Ayuso, pero que también voten al PP por Fuenlabrada. Al ser compañeros de elecciones en este caso nos va a beneficiar mucho. Ella es una estrella, la presidenta es una crack, y ser los candidatos de Ayuso en este caso, favorece muchísimo", admite sobre el viento de cola que pretende aprovechar.
Noelia Núñez es vecina de Fuenlabrada de toda la vida, una de las características que la dirección del PP tratará de imprimir a todas las candidaturas. Evitar paracaidismos. Cuenta que hay quien la llama La Ayuso de Fuenlabrada. "Para mí es un piropo. Cómo me va a sentar mal que me lo digan. No somos calcomanías, cada una tiene su estilo, pero estoy encantada de que me identifiquen con Isabel Díaz Ayuso".
¿Es impersonal ser de una ciudad dormitorio, de un lugar donde muchos de sus habitantes tan sólo pernoctan? "Somos una ciudad con un potencial enorme", defiende la candidata. "Somos una de las ciudades con más polígonos industriales, con el Cobo Calleja [uno de los bazares más amplios de Europa]—, para ser una ciudad que no tenga la ciudad con los datos de paro actuales", añade. Fuenlabrada roza el 10% de paro, una cifra pareja a la regional. Se trata, sin embargo, de uno de los municipios con la renta per cápita más baja: 23.925 euros en 2019.
¿Cuál es el problema? "El impuesto de actividades económicas es uno de los más altos de toda la Comunidad de Madrid. Las empresas huyen de Fuenlabrada. Hace unos meses nos reunimos con una empresa que nos dijo que se iban a Alcorcón, que también gobernada por el PSOE, a 8 kilómetros de Fuenlabrada, porque a 1 de enero les cuesta 20.000 euros menos. Al final, esas políticas confiscatorias por parte de la izquierda repercuten en todo", argumenta Núñez. "Tenemos capacidad para ser una ciudad con entidad propia, para no ser una ciudad simplemente para dormir".
La candidata del PP en Fuenlabrada dibuja "una ciudad totalmente abandonada por el equipo de gobierno", "la segunda con más parados de las grandes ciudades de Madrid sólo por detrás de Parla" y a la cola en renta per capita. "Llevo meses sin ver una barredora de limpieza", asegura. "No conozco a ningún ex ministro del Partido Socialista que viva en Fuenlabrada, el paraíso socialista de la Comunidad de Madrid. Una ciudad de 200.000 habitantes casi, con muchísimos servicios, y ninguno ha querido venirse. Todos se van a Pozuelo, a Majadahonda, a Boadilla. Si ni ellos mismos quieren vivir en ciudades gobernadas por sus ideas da un poquito que pensar", arroja el dardo.
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Móstoles, la más poblada
Se trata de la segunda ciudad más poblada de la Comunidad de Madrid —tan sólo por detrás de la capital— y la vigesimoséptima de España. Alrededor de 210.000 habitantes que hacen de Móstoles uno de los grandes enclaves estratégicos del sur. "Tradicionalmente ha sido una población de trabajadores humildes, un lugar intermedio entre su lugar de origen y Madrid. Se fue posando esa tradición un poco más vinculada al pueblo y de ahí nace esa idea más socialista, más de izquierdas, más de pueblo", explica a EL ESPAÑOL Manuel Bautista, candidato del PP en la localidad.
La apuesta de Ayuso en Móstoles quiere instalar en su ciudad el mismo software vigente en Sol. "Yo creo en las políticas de la Comunidad de Madrid, en las bajadas de impuestos, en fomentar la propiedad privada, el no colectivismo, el individuo, todas las políticas de Isabel", aglomera.
El PP alberga positivas expectativas en esta localidad que gobernó durante tres legislaturas, entre 2003 y 2015. Los ochos primeros años, los de Esteban Parro al frente del ayuntamiento, son motivos de reivindicación para los populares. No los de su sustituto, Daniel Ortiz, imputado posteriormente por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid por corrupción en el Caso Púnica. La erosión política de Natalia Posse, altual regidora socialista de la ciudad, con un destacable apartado de polémicas, investigada por el Juzgado número 1 de Móstoles por prevaricación y corrupción, hace confiar al PP en sus posibilidades.
¿Cómo viven los jóvenes en estas grandes ciudades del sur de Madrid? Hablemos con Miriam y Olga, dos jóvenes mostoleñas de 33 y 32 años, respectivamente.
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"Es muy raro la gente que vive en Móstoles y trabaja en Móstoles. Yo vivo en Madrid ahora porque al final todos los trabajos que he tenido han sido en Madrid. Todos mis amigos, pese a vivir en Móstoles —alguno también se ha ya mudado a Madrid— trabajan en Madrid. No se crea comercio, al revés, se cierran y sólo se abren tiendas de chinos. Es complicado. Ellos venden que hay una lanzadera de empresas, pero son cuatro y muy pequeñitas", opina Miriam.
Ese flujo diario y constante de trabajadores entre metrópoli y ciudad dormitorio explica una dependencia capital de los medios de transporte. "Pasarte una hora de transporte es común si vives en Móstoles. Mi hermano trabaja en un hotel en Ópera [centro de Madrid] y también tiene su hora de transporte. Yo igual, hasta que no me vine aquí a vivir con mi novio: mi hora de transporte todos los días", explica sobre un hábito asumido por muchos.
Pero, ¿cómo que no hay cine, candidato? "No tenemos ocio. Dos de mis líneas básicas van a ser el ocio y el deporte. No hay cine, todo mostoleño tiene que salir de Móstoles para disfrutar del cine, ir a un centro comercial. Te pongo ejemplos: en Móstoles no se implanta el grupo Inditex, es curioso, no tenemos cine, no tenemos estructura de ocio adaptada a nuestros jóvenes. Se tienen que ir a Xanadú, a Alcorcón al Parque Oeste, a Tresaguas, a Madrid a disfrutar de ese ocio. Encima el dinero no se queda en Móstoles, con la preocupación de sus padres porque sus hijos están fuera", desarrolla Bautista. "Somos la única ciudad grande del sur que no tiene un equipo en élite, salvo el equipo femenino de fútbol sala", añade a su parecer el candidato.
Olga es trabajadora sociolaboral. Como casi todos sus amigos, vive en Móstoles pero trabaja en Madrid. "Yo vivo en Móstoles desde siempre y a mí me gusta vivir aquí", reivindica. "Es una ciudad que está bien comunicada, limpia, segura, con bastantes zonas verdes, bien de supermercados, con muchas cadenas de restauración. Esa parte está bien, pero es verdad que para mí es una ciudad dormitorio en la que no hay trabajo, al menos no para todo el mundo", estima. "No hay ambiente, el ocio nocturno ofrece pocas opciones, no se celebran muchos eventos, cero lugares de interés y para mí, es feo", reconoce con sinceridad sobre un paisaje de barrios anodinos, de PGOU cuadriculado.
Olga, sin embargo, se muestra escéptica sobre la alternancia política en su municipio: "Es una ciudad dormitorio que comenzó siendo así y que, gobierne quien gobierne, seguirá siendo así. Ha habido gobiernos del PP y del PSOE y las diferencias yo no las he notado demasiado".
A la reconquista en Leganés
El 11 de junio de 2011, Esperanza Aguirre giró llena de júbilo por la zona sur de Madrid. Muchos de los titulares aquel día, plagado de constituciones de ayuntamientos por toda España, rotularon en torno a un hecho inédito: el cambio cromático del cinturón rojo. El PP arrebató aquel día la vara de mano a los socialistas en localidades como Alcorcón (170.000 habitantes), Leganés (190.000), Getafe (183.000) y Pinto (52.000). Entre 2015 y 2019, las perdió. Ese tránsito efímero tratará de ser revertido por la dirección popular madrileña con alternativas, consideran en el PP, sobradamente preparadas.
Miguel Ángel Recuenco, presidente del XVII congreso autonómico, encabezará la lista del PP en Leganés. El candidato ofrece a este periódico su diagnóstico sobre la situación ideológica del nudo sur de Madrid, una evolución histórica que estima aprovechada por el Partido Socialista para consolidar su poder como "una tela de araña". Recuenco se muestra muy crítico con el saldo que arroja el PSOE en estos municipios. "Aquí predomina un tejido social del determinadas personas creo que han sacado provecho. No les ha preocupado en ningún momento la clase trabajadora. Ellos quieren tenerlos empobrecidos, esa es la realidad. Al final tenemos la posibilidad de tener las mismas oportunidades que otras ciudades pero la gran diferencia está en que aquí, cuando han venido empresas para desarrollarse, para generar riqueza y puestos de trabajo se las ha expulsado".
El hipotético triunfo de Recuenco, decíamos, no sería el primero de un candidato popular en Leganés, una ciudad que roza los dos centenares de miles de personas. Muchas más que muchas capitales de provincia. Guadalupe Bragado Cordero, que también se alzó con una mayoría simple en 200, lideró el consistorio en 2007 durante 23 días. Jesús Gómez Ruiz, esta vez sí, fue alcalde entre 2011 y 2015. Ayuso consechó el 4-M en Leganés el 35% de los votos (37.667 papeletas, casi 13.000 más que el Partido Socialista).
¿Por qué no cuajó el proyecto del PP? "Fue un momento muy complicado", justifica el candidato. "Para asentar un proyecto necesitas un par de legislaturas para asentar bien el proyecto. El país estaba en ruina. Fueron los años más duros desde un punto de vista económico para sanear las cuentas públicas, y privadas también. Estaba todo manga por hombro. Pasó factura. Cuando unos gobiernan con el despilfarro, esos regalos se acaban pagando", considera Recuenco.
En un momento de la conversación, el candidato del PP en Leganés despliega un discurso híbrido entre Isabel Díaz Ayuso y Juanma Moreno sobre la forma de acometer el asalto —democrático, electoral, social— al ayuntamiento de su ciudad. Lo hace partiendo de un ejemplo.
"Esta misma mañana [del viernes] me ha llamado una empresa que llevaba dos años esperando para que le den una licencia. Al final tomará la decisión de irse a otro municipio. Es otra oportunidad perdida", se queja. "Es como lo que ha sucedido en Andalucía hasta que han descubierto que pueden prosperar en Andalucía: es el estilo Juanma Moreno. Tienen que probarlo, ver que se pueden hacer las cosas mejor. Como dice la presidenta: 'Del socialismo se sale'. Yo lo asemejo en Andalucía, parecía imposible que el PP gobernara".
Parla, la sombra alargada de Tomás Gómez
Está nublado. Son las cinco y media de la tarde y Varón Molero y Maricarmen, marido y mujer, pasean juntos por la calle Real de Parla, el bulevar que vertebra la ciudad hasta la estacion de trenes. Jubilados, son el ejemplo perfecto que explica una tendencia. Él, trabajador industrial; ella, ama de casa. Socialistas de toda la vida, personas trabajadoras, identificados con ese sentimiento de clase, asisten a los cambios vertiginosos de un mundo que, por momentos, les parece ajeno. Las noticias sobre la inflación les preocupa, también la inmigración que ven en sus calles. "Si te quedas aquí una hora y te pones a contar, pasan más inmigrantes que españoles", dice Varón.
"El mejor alcalde y la mejor persona que ha habido aquí es Tomás Gómez", sentencian ambos sobre el regidor socialista de la ciudad entre 1999 y 2008, también secretario general del Partido Socialista de Madrid entre 2007 y 2015 y candidato al gobierno de la Comunidad. Se trata de una opinión compartida por el grueso de los vecinos. "Hizo de esta ciudad un pueblo", indica Nino, veterano camarero del Mesón de Mary, a escasos metros.
El PP sólo ha gobernado Parla entre 2015 y 2019. José Manuel Zarzoso, periodista de 45 años, será el candidato popular el próximo mes de mayo. Varón y Maricarmen, que jamás votarían a un candidato del PP en su municipio, sintonizan con Ayuso, les gusta. "Iría sin problema a escucharla, aunque tampoco la votaría", asegura sobre el evento preparado por el PP madrileño para el próximo 21 de octubre.
Nino opina que el discurso de Ayuso en Parla "no cala". "Aquí lo que queremos es ayuda y no discursos huecos", apuntilla. Con 131.689 habitantes, Parla es la segunda ciudad de la Comunidad de Madrid con mayor tasa de paro, un 11,52%. El actual alcalde, Ramón Jurado, no le parece a Nino "ni bien ni mal", pero lo seguirá votando. "Yo es que creo que nací de izquierdas y moriré de izquierdas".